The Longest Race • (Charles Leclerc)

Capitulo 28

Narrador Omnisciente

-De verdad, Juliette, no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho—

La profesora Leroy abraza de costado a Juliette mientras ambas observan como había quedado todo arreglado para el evento de mañana.
Juliette sonríe con gratitud, agradecida por la oportunidad de contribuir al evento. Mientras observan la decoración, que habían hecho ella con sus amigas, la profesora Leroy vuelve a comentar emocionada.

—Mira nada más. Este lugar luce increíble. A los niños les encantará—

-Bueno, fue todo gracias a la ayuda de mis amigas y mi familia, claro— Juliette se cruzó de brazos— Sin ellos, no hubiese podido arreglarlo sola.

La profesora Leroy notó algo de angustia en sus palabras, como así también, algo de tristeza en su mirada.

-Juliette, ¿hay algo que quieras contarme?—le pregunta preocupada— ¿Todo está en orden?—

-Claro— esboza una pequeña sonrisa— ¿Por qué no habría de estarlo?—

La profesora Leroy, sabía muy bien que le ocultaba algo. Un detalle que Jules pensó que podía pasar desapercibido, pero no fue así.

—Ajá— asiente la profesa con la cabeza— Entonces, ¿no me dirás la verdadera razón por la cual haz estado haciendo todo esto sin la presencia de tu jefe?

Jules observó a los ojos de aquella mujer que la conocía muy bien, y no por algo fue su mejor maestra. Luego, unos minutos de silencio, Juliette decidió decirle la verdad, cerciorándose primero que las personas que seguían arreglando todo a su alrededor escuchara.

—Bueno, la verdad es que todo esto... no es a nombre del Sr. Olivier o su restaurante. Sino a mi nombre— explicó un poco avergonzada— Profesora, yo le juro que intenté hacer todo lo posible para convencerlo pero...— pausó sin poder decirle que simplemente se rehusaba a hacerlo— Por ese motivo, renuncié.

—¿Renunciaste a tu trabajo?— la profesora Leroy, sorprendida, suelta un suspiro y le responde con sinceridad— Oh, Jules, cuánto lo siento. Yo no quería que llegaras a ese punto. Podríamos haber encontrado otra solución juntas. Tu talento es invaluable, y siempre hay opciones. ¿Por qué no me contaste antes?—

Ella le sonríe tímidamente.

-Usted misma lo dijo. Siempre hay otras opciones— suelta una pequeña risa— No podía seguir trabajando con alguien que tenía una convicción totalmente diferente a la mía. Y tanto mi familia, como aquí dentro, en este mismo colegio, me enseñaron a luchar por lo que queremos. Por lo que es correcto.

Observó una vez más todo a su alrededor.

-No permitiría que un niño se prive de la posibilidad de poder estudiar— contestó seria.

La profesora Leroy, curiosa pero respetuosa, pregunta con una sonrisa sutil— Lamento preguntar esto, pero me intriga saber, ¿cómo has conseguido financiar esto por tu cuenta? Sé que eres una mujer independiente, pero esto va más allá de lo pensado.

Juliette sonríe ante la pregunta y confiesa con sinceridad.

—Bueno, utilice algunos ahorros que tenía. Además, vendí algunas pertenencias, como mi bicicleta— Juliette notó la cara de preocupación de su profesora, así que antes que le interrogase, continuó— ¡Pero no se preocupe! No estoy sola en esto. ¡Mi familia y amigos están comprometidos a ayudarme! Mañana, vendrán a colaborar con el evento.

La profesora Leroy sonríe cálidamente y vuelve a abraza a Juliette, agradecida.

—Estoy impresionada por tu determinación y generosidad— comenta para luego, volverla a mirar a los ojos— Eres verdaderamente especial. Ahora, ¿te gustaría cenar conmigo esta noche? Creo que ambas podríamos disfrutar de una buena charla y, por supuesto, de una deliciosa comida.