LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ

20-¿Era tu padre?

*Alexia*

Abracé a mi abuelo tratando de contener las lágrimas.

Cuando recibí la llamada de que mi abuela estaba grave en el hospital sentí que el mundo se me venía encima.

Me habían criado ellos prácticamente, mis padres nunca se habían preocupado por mi pero todo el cariño que me faltó por parte de ellos lo había tenido por parte de mis abuelos.

-Ay hija, no estoy preparado para que se vaya-me dijo mi abuelo en un sollozo que me rompió el corazón, nunca lo había visto llorar en toda mi vida.

-No va a irse abuelo, no aún, la abuela es fuerte-le dije intentando darle fuerzas, porque estaba devastado.

No sabía que más decirle, mi abuela había sufrido un ictus de buenas a primeras, gracias a dios los dos estaban sanos y era la primera vez que vivía algo así.

Sentía desesperación en esa sala de hospital de Málaga, me había cogido un vuelo en cuanto me había enterado.

-¿Familiares de Nieves Ruiz?-preguntó el médico nombrando a mi abuela y ambos nos levantamos andando hasta el médico.

-¿Cómo está doctor?-Le pregunto mi abuelo.

-Fuera de peligro, gracias a dios ha sido un infarto pequeño y no tiene ninguna secuela, lo importante es que en estos días en casa tenga controlada la tensión y si se le descompensa mucho nos llamen cuanto antes-le dijo el médico y el asintió para abrazarme sonriendo.

-Te dije que era muy fuerte-le dije feliz, y el asintió.

-Pueden pasar de uno en uno, le daremos el alta en unas horas-dijo el médico y ambos asentimos.

Mi abuelo fue el primero en entrar y yo me digné a mirar mi móvil desde ayer cuando me llamaron.

Tenía seis llamadas perdidas de pedri, además de varios mensajes de él, ale y de Maria.

Contesté a mis amigos dejando a pedri el último, al que llamé directamente.

-Bonita, me tienes con el Jesús en la boca joder-me dijo desde la otra línea notablemente preocupado.

-Lo siento, no he podido coger el móvil hasta ahora-me disculpé y escuché como suspiró.

-¿Qué te ha pasado? Francisco nos ha dicho que habías tenido un problema familiar-me dijo.

-Si, mi abuelo me llamó ayer diciéndome que mi abuela estaba hospitalizada, pero afortunadamente solo ha sido un susto, le darán el alta en unas horas-le dije.

-Me alegro entonces mi niña, pero otra vez contesta mis mensajes porfavor-me dijo y yo sonreí como una boba.

-Vale, te lo prometo-le dije-¿que tal el entreno?-le pregunté.

-Bien, como siempre, mañana tenemos partido en el Wanda metropolitano asique volamos después de comer-me dijo y yo asentí-Te parecerá una exageración, pero me gustan muchos más tus masajes que los de cualquier otro fisio-me dijo y yo reí escuchándolo.

-Tienen mucha más experiencia que yo, Pedri-le dije obvia.

-Te prefiero a ti, Alexia-me dijo y yo sonreí.

Fui a contestar, pero la voz de mi padre me interrumpió a mis espaldas.

-Hombre, hasta que te acuerdas que tienes casa-me dijo y cuando me giré para verlo me miró con desprecio-Creía que no volvería a verte y eso que eres mi hija.

-Después te llamo-le dije a Pedri colgandole.

-Creía que no te acordabas ya de que tenias familia-me dijo y yo lo miré irónica.