40-¿Estoy perdonado?

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*Pedri*

Hogar, amor, paz.

Todo eso fue lo que hizo sentir ese beso tan dulce y tan lleno de significado para ambos.

Me separé encontrándome los grandes ojos azules de la que chica que tenía mi corazón en sus manos y ella esbozó una sonrisa mirando mi rostro con detenimiento, como si no se creyese que yo estuviese aquí.

-Estás loco, hace dos horas estabas jugando, ¿que haces aquí?-me preguntó con una sonrisa que me contagió.

-Aprovechar mi tiempo libre y venir a cuidar a mi princesita-le dije dejando una caricia en su mejilla.

Ella volvió a mirarme sin saber muy bien que decir, pero después volvió a sonreír.

-Gracias-me dijo y yo sonreí de vuelta abrazándola con cariño metiendo mi cabeza en su cuello para inhalar su aroma.

-Esto es para ti-le dije enseñándole mi ramo de flores, que menos mal y estaba intacto.

Ella sonrió, y yo aproveché la vergüenza que había pasado en el bus para hacerla reír contándole mi anécdota, y no me equivoque porque su risa retumbó en la habitación mientras miraba el ramo.

-Entonces es un milagro que haya llegado a mis manos-me dijo entre risas y yo reí.

-Un milagro es que haya llegado yo, que casi me abro la cabeza-le dije y ella rió.

La puerta se abrió después de un par de toquecitos suaves y la cabeza de Nieves asomó por la puerta.

-Chicos perdón que os moleste, ¿Has cenado cariño?-me preguntó.

-He picado algo en el aeropuerto, pero muchas gracias-le dije y ella asintió entrando a la habitación dejando una toalla encima de la cama.

-Por si quieres ducharte, ya mañana hablamos, que descanséis chicos-nos dijo con una sonrisa volviendo a dejarnos solos.

-¿Seguro que no quieres comer nada?-me preguntó Alexia y yo negué.

-Pero una ducha si que me doy antes de dormir-le dije y ella asintió haciendo el amago de levantarse-ey, ey, ey mi amor, que con que me digas donde esta todo bien, tienes que tener reposo-le dije y ella sonrió.

-Lose mi amor, pero puedo levantarme de la cama, no exageres-me pidió y yo asentí cogiendo la toalla y una muda de la mochila que había traído.

Salimos de la habitación y andamos hasta el baño que estaba al fondo del pasillo, la casa estaba en completo silencio asique imagine que ya todo el mundo estaría dormido.

-Mi hermano está ya dormido, y la habitación de mis abuelos está en la parte de abajo-me explicó y yo asentí.

Entramos al baño y ella me explicó donde estaba todo lo que pudiese necesitar.

-Te espero en la habitación-me dijo y yo sonreí.

-Si quieres puedes quedarte, no hay nada que no hayas visto tampoco-le sugerí y yo sonrío de lado.

Me quité la camiseta acercándome a ella y la subí al lavabo separando sus piernas para colarme entre ellas.

Dejé un suave pico en sus labios pasando un mechón de pelo por detrás de su oreja y ella me miró dulce.

Terminé de desvestirme entrando a la ducha bajo la atenta mirada de Alexia que para nada me incomodaba.

*Alexia*

Ver a pedri desnudo en la ducha con el agua cayendo por todo su cuerpo hizo que se me erizara hasta el último poro de la piel.

Me había pedido perdón mil veces, me había dicho lo mucho que le gustaba y que me quería, me había dedicado un gol frente todo el mundo y se había recorrido toda España para estar un día y medio conmigo, y para mi eso ya era más que suficiente para darme cuenta de que el canario estaba por mi como yo por él y que quizá ese comentario que escuché por accidente fue desafortunado pero para nada era lo que realmente el pensaba.

Pedri era demasiado bueno conmigo como para haber querido hacerme daño en algún momento.

Empecé a deshacerme de mi ropa mientras él enjabonaba su cuerpo y acabé entrando a la ducha haciendo que él me mirase con una sonrisa.

-¿Y esta sorpresa?-me susurró mientras el agua me mojaba a mi también por completo y yo sonreí tímida.

-Ya me tocaba a mi sorprender en algo-le dije y el sonrió pasando las manos por mi cintura pegándome a su cuerpo mientras juntaba nuestros labios en un beso húmedo.

El primero de muchos que nos dimos mientras el agua caía sobre nuestros cuerpos.

Pedri me pegó la espalda a los azulejos de la ducha mientras besaba mi cuerpo y un jadeo se escapó de mis labios casi en su oreja haciendo que otro saliese de sus labios a la vez que empezaba a ver como su masculinidad crecía a la altura de mi abdomen bajo.

Hice el amago de tocarle, pero el se separó negando y yo lo miré frunciendo el ceño.

-Reposo-me repitió y yo abrí la boca sin esperarme esa respuesta.

-Pedri no digas tonterías-le pedí y el cerró el grifo negando con una sonrisita-Pedri...¿enserio? Mirate-Le dije señalando su cosita y él me pasó una toalla poniéndose el otra en la cintura mientras salíamos de la ducha.

-Tienes que descansar mi vida, ya tendremos tiempo de follar todo lo que queramos cuando estemos en Barcelona y tu estés recuperada-me dijo dejando un beso en mi frente súper dulce.

Al final tenia razón, si quería recuperarme más me valía tener reposo el médico lo había dicho.

Asique no me tocó de otra que joderme y aguantarme el calentón.

Pedri enchufó en secador para secarme el pelo y cuando nos pusimos el pijama volvimos a la habitación tumbándonos en la cama.

-Gracias por venir-le dije acurrucándome en su pecho.

-¿estoy perdonado?-me preguntó y yo sonreí levantando la cabeza para contestarle.

-Estas perdonado-le dije y el sonrió.

-¿Vuelvo a ser tu novio?-me preguntó y yo reí asintiendo haciendo que él me diese un beso con todas sus ganas seguido de muchos picos mientras se ponía encima mía haciéndose hueco entre mis piernas.

-Te quiero mi amor, te quiero muchísimo-me dijo cerca de mis labios mientras acariciaba mi rostro con amor-daria la vuelta al mundo para venir a buscarte-me dijo y yo sonreí, no podía tener más suerte de tenerlo en mi vida.

-Yo tamb....-un portazo seguido de un grito no me dejó acabar la frase.

-¿¡Dónde cojones está?!-escuché la voz de mi estúpido padre en la zona baja de la casa y mi cuerpo se tensó por completo con solo escucharlo...

(CONTINUARÁ....)

Os leooo....✨️

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora