38-¿Qué mas hago?

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*Alexia*

Suspiré negando, no podía hacerle eso a mis abuelos después de todo lo que se habían preocupado por mi, y tampoco podía quedarme en casa de Pedri de acoplada siendo una carga para él y para su hermano, porque se estaba olvidando que no vivía solo.

-No puedo pedri-le dije negando y el suspiró.

-¿No puedes o no quieres?-me dijo y yo lo miré soltando un suspiro.

-Ambas-admití y él me miró mordiéndose el labio para después asentir desganado.

Me ayudó a terminar de vestirme sin decir una sola palabras más y después los dos salimos del baño esperando a mis abuelos.

Recogí las pocas cosas que tenía aquí con su ayuda y me senté en la cama a esperar mientras él lo hacía en la silla moviendo una de sus piernas mientras apretaba la mandíbula sin decir absolutamente nada.

Mi abuela tardó unos diez minutos en volver a entrar acompañada de una silla de ruedas y fue entonces cuando pedri se levantó para ayudarme a sentarme en ella.

-Gracias cielo-le dijo mi abuela con una sonrisa.

-No es nada-le dijo él con una sonrisa forzada, porque ya lo conocía demasiado bien.

Bajamos los tres hasta el garaje donde estaban mi abuelo y mi hermano ya montados en el coche.

Pedri me ayudó a levantarme y a sentarme en el coche para después ponerme el cinturón y por fin después de nuestra conversación en el baño me miró a los ojos de nuevo.

Vidriosos, diciéndome tantas cosas con la mirada que no sabía que hacer y tengo que admitir que si en ese momento a él se le hubiese ocurrido volver a preguntarme me habría quedado con él sin dudarlo.

Pero no lo hizo.

-Cuídate por favor-me dijo y yo asentí.

Besó mi mejilla con cariño herizándome toda la piel con el tacto de sus labios en mi mejilla y después cerró la puerta del coche despidiéndose con la mano de mi hermano y mis abuelos.

Lo miré hasta que salimos del garaje, y antes de doblar la esquina vi como agachaba la cabeza poniendo sus brazos en jarra.

Mi cabeza estaba echa un lio, demasiado lío.

*Pedri*

Se había ido.

Solo serían un par de semanas, pero un par de semanas era mucho tiempo sin ella.

No sabia que pensar, me había abierto en canal a ella, me había pedido perdón y aún así parecía no ser suficiente.

Con el mal sabor de boca que tenía me fui hasta mi casa donde Fer me esperaba, y lo primero que hizo fue preguntarme por Alexia.

-¿Qué tal mi cuñada?-me preguntó echándole leña al fuego aunque él no tenía la culpa.

Suspiré soltando las llaves en el recibidor y me tiré al sofá mirando al techo.

-Ey...pedri-me dijo suave.

-No va a perdonarme fer, no va a perdonarme porque soy un puto gilipollas-le dije y él hizo una mueca.

-¿Ha pasado algo?-me preguntó y yo pasé las manos por mi cara soltando todo el aire comprimido para coger más.

-Se ha ido-le dije y él alzó las cejas-a málaga.

-¿De forma indefinida?-me preguntó y yo negué.

-Le han dado el alta pero tiene que tener reposo dos semanas más y sus abuelos no podían quedarse aquí cuidándola, yo le ofrecí que se quedara en casa conmigo pero no ha querido-le dije-claro como va a querer si soy el peor novio del mundo joder-repetí enfadado conmigo mismo.

-Pero vamos a ver, ¿y ya está?-me dijo y yo lo miré ofendido.

-¿Cómo que y ya está? ¿Qué más hago fer? Le he pedido perdón, le he explicado lo que pasó y aun así ella parece que no quiere volver conmigo, si no se habría quedado en casa-le dije y mi hermano me miró negando.

-¿Y ya te has dado por vencido?-me preguntó.

-¿Qué más hago?-Le pregunté esperando una respuesta que me ayudase.

Pero no la tuve, el simplemente hizo una mueca mientras alzaba las cejas y volvía la vista a la play mientras negaba.

-Fer-lo llamé.

-Paso de ti Pedri-me contestó-no te importará tanto como dices si no vas a luchar más, y si no te sale hacerlo entonces déjala en paz y no le hagas más daño-me dijo y yo frunci el ceño.

-¿Estás insinuando que no la quiero?-le pregunté y él no contestó-estas muy equivocado, es la única mujer a la que he querido en toda mi vida-le dije y él me miró.

-¿se lo has dicho?-me preguntó volviendo a mirarme.

-Claro que se lo he dicho-le dije obvio.

-¿Así de claro y conciso? ¿Eres la única mujer a la que he querido en toda mi vida?-me preguntó y yo me quedé callado.

No con esas palabras, pero le había dicho cuanto la quería.

Dimos por zanjada la conversación ahí, y solo volví a saber de ella cuando horas después le pregunté si había llegado bien a malaga y ella me contestó que si.

-¿Estás bien?-fue mi última pregunta.

-Un poco mejor, si-me contestó ella por WhatsApp.

Me fui a dormir con la cabeza echa un lio, una sensación de vacío enorme y sin saber qué cojones hacer.

Solo tenía claro una sola cosa, y esa era que no la quería perder....

(CONTINUARÁ....)

Mañana tendréis sorpresa en...JURAMENTO ETERNO DE SAL✨️❤️.

¡Os leooo!✨️❤️

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora