47-Ese hombre

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*Alexia*

-Que ganas tengo de acabar el entreno hoy y que por fin me trates tú mi amor-me dijo Pedri posando su mano en mi muslo y yo forcé una sonrisa asintiendo mientras ponía mi mano encima de la suya.

Tenía muchísimas ganas de volver al trabajo de hecho me replanteé pedir el alta voluntario para incorporarme antes, pero desde que Pedri me enseñó esa foto...todo cambió.

-¿Podré...darte un beso frente a los chicos hoy?-me preguntó tímido y yo lo miré y suspiré.

-Me gustaría esperar un poco más pepi..unos días hasta que me recupere del todo-le pedí y el asintió poco conforme mientras suspiraba.

-Vale...como quieras-me dijo quitando la mano de mi muslo para poner las dos en el volante.

Sabía que habíamos hablado de contárselo a los chicos, de no ocultarlo en el club, pero ahora...ahora todo había cambiado y no quería que me relacionasen con él.

-Amor tenemos toda la vida por delante para gritarlo a los cuatro vientos-me dije posando mi mano en su nuca y el asintió.

-Lo sé, pero yo no te estoy diciendo de gritarlo a los cuatro vientos, te estoy hablando de no tener que reprimir mis sentimientos frente a mis amigos, porque eres mi novia y considero que no tengo que tenerte oculta como si estuviese cometiendo un crimen-me dijo y yo suspiré mirando al frente-pero ya esta, si tu quieres esperar esperamos-acabó.

-Por favor, y no te enfades, quiero estar bien contigo-le dije y el me miró cuando paramos en un semáforo.

-A cambio quiero que esta noche te quedes en casa-me dijo y yo sonreí como una boba.

Mi baja había acabado y yo ya le había comentado que volvería a mi casa cuando eso sucediese.

-Me he acostumbrado a tenerte cerca siempre-me dijo volviendo a posar su mano en mi muslo.

-En mi casa estamos solos, ¿porque no te quedas tu hoy?-le pregunté y el me miró sonriendo.

-¿Y porqué quieres que estemos solos,rubia?-me preguntó y yo mordí mi labio mientras el me miraba juguetón.

-Para darte todos los besos que me voy a reprimir en todo el día-le dije y el ensanchó su sonrisa mientras volvía a poner el coche en marcha y miraba la carretera.

-Ay Alexia....haces conmigo lo que quieres-me dijo y yo solté una risita.

-¿Eso es un si?-le pregunté y el me miró sonriente.

-¿Te puedo decir a algo que no?-me preguntó irónico y yo reí de nuevo mientras entrábamos a la cuidad deportiva.

Aparcó el coche en el parking y cuando fui a salir del coche me frenó cogiendo mi brazo.

-Dame un beso, ¿no?-me pidió y yo miré a los lados.

Habíamos llegado temprano y aún no había nadie, asique me acerqué a mi canario y cogí su barbilla para darle un beso suave.

Por mucho que lo besara no me cansaba de sus labios, tan suaves y carnositos.

Me separé poco después y abrí la puerta saliendo del coche.

-Nos vemos luego, cariño-le dije.

-Cuento las horas, muñeca-me dijo mientras cogía sus cosas y yo reí adelantándome para entrar hasta la sala de fisios.

Antonio y Francisco me saludaron enérgicamente preguntándome como estaba, etc...la verdad que tenia unos compañeros estupendos.

Y la mañana paso rápido mientras ellos me ponían al día de las fichas de mis chicos contándome en que punto estaba cada uno.

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora