43-Mandona

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*Alexia*

Me dormí hasta casi medio día y me levanté mucho mejor de lo que me había dormido.

Bajé abajo y me encontré a mi abuela en la cocina haciendo la comida.

-¿Estás mejor?-me preguntó y yo asentí bebiendo agua.

-¿Y los chicos?-Le pregunté y ella sonrió haciéndome un gesto con la mano de que me acercase a la ventana que daba al jardín.

Y sonreí también al ver la imagen, mi abuelo, pedri y David jugando en el jardín los tres al fútbol y parecían estar pasándoselo de lujo juntos.

Reí y mordí mi labio viendo como el canario había encajado a la perfección con mi familia.

-Es un chico muy bueno y veo que te hace feliz-me dijo mi abuela sonriente y yo asentí sentandome en el taburete.

-Si, cuando le conocí y empezamos a ser amigos no pensé que íbamos a acabar así-le dije encogiendome de hombros-pero conforme pasa el tiempo me doy cuenta que cada día lo quiero más y que él me quiere de verdad-le dije con una sonrisa de boba en mis labios.

-Si, se nota que te quiere muchísimo y me alegro mucho cariño-me dijo dejando un beso en mi mejilla.

-Gracias-le contesté y ella sonrió dulce.

No sabía como sacar el tema de que quería irme con Pedri a Barcelona pero sin duda era el momento de decírselo, aunque no quería que pensase que con ellos estaba mal.

-Abuela, de hecho quiero.. -me cortó.

-Te quieres volver a Barcelona, con él-acabó por mi mirándome y yo asentí despacio.

-No quiero tener a mis padres cerca ni a Alejandra y se que pedri va a cuidarme bien-le dije y ella suspiró.

-¿Cuando has crecido tanto pequeñina?-me preguntó con cariño viniendo para darme un abrazo y yo sonreí aceptándolo-si vas a estar más feliz con él por mi perfecto que te vayas, pero tienes que llamarme todos los días y decirme como estas-me pidió señalandome con el dedo y yo asentí sonriendo.

-Te lo prometo-le dije con una sonrisa-¿te ayudo?-le pregunté y ella negó.

-No, sal fuera con ellos un ratito, te vendrá bien que te de el sol-me dijo y yo asentí levantándome del taburete.

Me senté en el césped artificial de casa a tomar el sol algo alejada de ellos para que siguiesen jugando tranquilos.

Estuvieron casi quince minutos más jugando hasta que sentí unas manos pasar por mi cintura y me giré encontrándome a pedri con una sonrisa adorable.

-¿Cómo estás bonita?-me preguntó mientras posaba sus labios en mi frente para medirme la temperatura.

-Mucho mejor-le dije con una media sonrisa-¿me vas a ayudar a recoger mis cosas?-le pregunté y el asintió.

-Pues claro que te ayudo, mi amor-me dijo sentándose a mi lado a lo largo en el césped mientras respiraba profundo.

-Tata tu novio es súper guay-me dijo David sentándose enfrente mía y pedri y yo reímos.

-Me encanta que te parezca súper guay, a mi también me lo parece-le dije y el asintió.

-Y juega súper bien, ojalá ser como tu de mayor-le dijo mi hermano.

-Pues claro que lo vas a ser, y mucho mejor que yo enano-le dijo y mi hermano asintió contento.

Estuvieron un rato más hablando de fútbol, comimos con mis abuelos y después llegó la hora de la siesta que en casa de mis abuelos era sagrada, asique pedri y yo aprovechamos para hacer mi maleta con las cosas que me había traído.

-¿Qué haces?-Le pregunté viéndolo concentrado.

-Sacarte el billete de avión conmigo-me dijo y yo alcé las cejas.

-Me lo pago yo-le dejé claro y el rodó los ojos.

-Mandona-murmuró de broma ganándose que yo le pellizcase la pierna-¡au!

-Para que otro día te lo pienses-le dije haciéndome la ofendida y el mordió su labio aguantandose la risa para coger mi brazo y tumbarme con él.

-Me encanta que me mandes, tontorrona-me dijo dándome un pico y yo sonreí en sus labios.

Conseguimos acabar mi maleta justo antes de cenar, volabamos mañana temprano y durante la cena no pude parar de pensar si estaba haciendo lo correcto o esto solo serviría para que pedri se cansase de mi.

Estuve bastante ausente y aunque creí que nadie lo había notado me equivoque cuando pedri me lo dijo cuando ya estábamos para dormir.

-No es nada, solo cansancio-le dije y el asintió poco conforme.

-Me puedes contar lo que quieras, ¿lo sabes no?-me preguntó y yo asentí acurrucada en su pecho.

El besó mi pelo con cariño apretándome contra él como siempre hacia.

-Te quiero-me dijo y mis ojos se aguaron, no sabía porqué estaba tan sensible, pero lo estaba.

-Yo más-le dije intentando que no se me notase en la voz lo que estaba sintiendo.

Un remolino de sensaciones que no se me quitó hasta el día siguiente cuando ya estábamos en Barcelona y llegamos a la casa del canario.

Ni siquiera sabía si Fer lo sabía o si se iba a molestar, al final también era la casa de él y no sabía si pedri se lo había contado.

Pero todo eso se aclaró conforme entramos por la puerta y Fer apareció desde arriba bajando las escaleras de dos en dos.

Saludo a su hermano preguntándole que tal el viaje y después vino hasta mi abriendo sus brazos para que lo abrazase.

-¿Qué tal la paciente?-Me preguntó y yo sonreí.

-Mucho mejor, me podré incorporar en unos días al trabajo por fin-le dije y el miró a pedri alzando las cejas.

-Bueno, por lo pronto te queda una semana de descanso en la que tienes que recuperarte-me dijo pedri y yo asentí.

-Y para eso tu cuñado te ha preparado una sopita que revive a un muerto, ya verás, ven aqui-me dijo cogiendo mi mano para ir hasta la cocina.

Todo se me quitó a los diez de minutos de estar con los hermanos González porque me hacían sentir como una más.

                         
                               ******

Pedri salió de la ducha con la toalla liada en la cintura cuando yo estaba acabando de colocar mis cosas en el armario que el me había vaciado de su habitación.

Lo miré de arriba a abajo mientras un calor interno se apoderaba de mi cuerpo y el sonrió pillin andando hasta mi.

Me pegó a su cuerpo mientras pasaba un brazo por mi cintura y dejaba una caricia en mi mejilla dándome un beso que me hizo quedarme con ganas de más aunque sabía que hasta que no estuviese mejor él no iba a intentar nada.

-¿Vemos la isla de las tentaciones?-me preguntó al separarnos y yo reí.

-El que no veía esas cosas-le dije con sarcasmo y el se encogió de hombros riendo.

-¡Fer, ¿Quieres ver la isla con nosotros dos?!-le preguntó a su hermano.

-¡Voy poniendo la tele!-gritó el otro y yo reí mientras pedri sonreía dándome un beso...

(CONTINUARÁ....)

¡Os leooo!❤️✨️

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora