60-No es eso

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*Pedri*

-Estate tranquila amor...-Le dije queriendo olvidar el tema por el bien de ambos.

Ella solo se estremeció mirándome con detenimiento.

-Quiero contártelo todo, te lo debo por todo el tiempo que has esperado-me dijo y yo tragué saliva mientras asentia.

Jamás imaginé que lo que tanto guardaba sería algo de estos niveles, y no sabía hasta que parte de la historia podría escuchar.

- Me encanta tu padre-me dijo y yo sonreí-porque siempre tiene un cumplido que deciros-sonrió triste-algo que contarle a los clientes de la tasca para presumir de vosotros, unas palabras bonitas para tu madre o un halago para mi-me dijo y yo sonreí asintiendo- me gusta porque no se parece al mio-dijo con una sonrisa amarga- el mío llegaba borracho de madrugada y golpeaba a mi madre o a nosotras si se lo recriminabamos-dijo recordándolo con asco- él...nos ayudaba incluso a desnudarnos cuando esos hombres venían a mirar...-sollozó-no hay persona que más odie en el mundo...él una vez...me...me..-rompió a llorar llevando las manos a su cara y a mi la ansiedad y la angustia me estaban matando.

La pegué a mi pecho una vez más besando su cabeza, acariciando su espalda y recordándole que estaba conmigo y no iba a pasarle nada malo.

-¿Te...t..te llegó a tocar alguna vez?-Le pregunté con miedo esperándome lo peor, pero ella negó.

-Una vez lo intentó estando borracho...pero iba tan mal que se quedó dormido en mi cama y yo me fui a dormir al salón-recordó abrazada a mi llorando, y yo sequé sus lágrimas con mis pulgares.

Mi niña era mucho más fuerte de lo que yo pensaba.

Quise dejar el tema aparcado después de eso, demasiadas emociones para ambos, sobre todo para ella que estuvo todo el rato abrazada a mi callada mientras yo le daba besos en su pelo.

Estuvimos un buen rato viendo las estrellas y después volvimos a casa metiéndonos en la cama del tirón.

Abrazados.

-Eres lo mejor que tengo en la vida, mi niña bonita-le dije achuchandola contra mi en la cama y ella acarició mi mejilla con el dorso de su dedo índice.

-Gracias por quererme así de bonito-me dijo y yo sonreí suave acercándome a su rostro para dejar un beso suave en sus labios, que se convirtió en unos cuantos más antes de acurrucarnos del todo y dormir abrazados toda la noche.

Tengo que reconocer que no me quedé dormida hasta que Alexia no lo hizo, aunque no tardó en hacerlo y era normal, después de todas las lágrimas que había soltado.

Sentía impotencia, rabia...muchas emociones juntas.

Pensar la clase de persona que había tenido amenazada a su hija toda la vida y que seguía con el afán de no querer verla feliz y no saber que solución darle.

Ni siquiera le ponía cara y eso era lo peor, ¿cómo protegerla de alguien que ni sabía quién era?

                                 *****

-Buenos días bonita-dije hundiendo mi cabeza en el cuello de Alexia recién levantada y ella sonrió con los ojos aún cerrados mientras llevaba su mano a mi cuello.

-Buenos días mi amor-me dijo en un bostezo mientras se estiraba y acababa riendo por las cosquillas de mi barba en su cuello-Pedri....-me dijo amenazante y yo saqué la cabeza de su cuello para mirarla desde cerca con una sonrisa tonta.

Era un poco absurdo, pero después de todo lo que me había contado de su pasado hacía apenas unas horas solo podía verla más bonita, más buena y más maravillosa si cabía.

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora