*Pedri*
Los besos de mi rubia me despertaban mientras entraba el aire de la brisa marina por el ventanal de la habitación.
Besos suaves y húmedos que recorrían mi abdomen y mi cuello para acabar en mis labios haciéndome esbozar una sonrisa en mitad del beso.
-Buenos días...-murmuré adormilado y escuché su pequeña risa mientras acariciaba mi brazo con sus finas uñas.
-Buenos días, mi vida-dijo ella haciendo que me posicionase encima de ella para empezar a dejar besos por su piel.
Sus manos recorrían mi espalda, y mis labios su cuello y mandíbula.
-mmmm...¿no tuviste suficiente anoche, pedrito?-me preguntó y yo negué soltando una risita.
-Mmm...no, nunca me canso de ti-murmuré encima de sus labios para después darnos otro beso largo.
Sus piernas se enredaros en mi cintura profundizando aún más el beso mezclando nuestras lenguas.
-No quiero que se acabe el día de hoy-murmuró haciendo un puchero al separarnos.
-Yo tampoco, solo me consuela pensar que cuanto antes pasen los días, antes estaremos casados-le dije sacándole una sonrisa preciosa- porque estarás segura que quieres casarte conmigo.
-mmm...-murmuró ella.
-Seré tu marido para el resto de nuestra vida, y tu mi mujer-acabé- ¿o no?-le pregunté con ironía y ella sonrió mostrándome su mano, donde descansaba el anillo con el que un día antes le había pedido matrimonio.
-¡Ya no te libras de mi ni aunque quieras!-me dijo riendo y yo me contagie de esa risa que ella cortó rodeando mi cuello para volver a besarnos.
-Te quiero-le dije en mitad del beso-te quiero muchísimo-acabé mirando sus profundos ojos azules de cerca.
-Yo también, búscame pedri-me pidió poniéndose más seria y yo frunci el ceño.
-¿Qué te busque? Estas aquí conmigo amor-le dije y ella negó poniéndo cara de asustada.
-Búscame amor, me están haciendo daño-me dijo y yo frunci el ceño incorporandome en la cama.
Desvíe la mirada de ella un segundo, y cuando volví a mirarla ya no estaba.
-¿Alexia? ¡Alexia!-dije levantándome de la cama para salir a buscarla en la terraza.
No estaba por ninguna parte de la villa y empecé a ponerme nervioso.
-¡Alexia! ¡Alexia dónde estás!
*Fer*
-¡Alexia! ¡Alexia donde estás!-se escuchó gritar a pedri desde arriba.
Mi madre y yo nos miramos preocupados y subimos hasta su habitación abriendo la puerta.
Mi hermano la llamaba en sueños.
Mi madre se acercó a la vez que yo y entre los dos lo despertamos haciendo que se sobresaltase y empezase a llorar desconsolado.
-La tenía conmigo mamá-sollozó en los brazos de mi madre que intentaba contener sus lágrimas al igual que yo, que tuve que tragar saliva por él, no podía romperme para ponerlo peor aunque no saber de Alexia nos tuviera a todos asfixiados.
Habíamos conseguido que durmiese después de casi dos días de búsqueda donde no habían dado con ellos.
Y mi hermano estaba devastado.
Mis padres lloraban a escondidas y yo...yo intentaba ser el más fuerte de todos, pero esta situación era lo peor que había vivido en toda mi vida.
-Pedri, cariño, lo siento-Le dijo mi madre acariciando su pelo- vamos a encontrarla-le dijo para consolarle.
-¿Cuando Mamá? ¿¡Cuando?! ¡Han pasado dos días, joder! ¡Y estos putos policías cada vez hacen menos! ¡Así nunca la van a encontrar!-sollozó él sin consuelo alguno.
No pude aguantarme más y me uní al abrazo de ellos dos donde mi hermano me abrazó con fuerza.
-Pedri, te juro que vamos a encontrarla hermanito, te lo juro-le dije mientras su pecho iba tan rápido que hacía temblar mi cuerpo.
Empezó a faltarle el aire, a hiperventilar hasta el punto de llevarse la mano a la garganta.
-No puedo...-murmuró entre sollozos.
-Pedri calmate, cariño, por favor-le pidió mi madre dándole aire.
Hasta que lo cogí de la camiseta montandolo en El coche, menos mal que urgencias quedaba a nada de casa y dejé el coche en la misma entrada saliendo de él a toda velocidad.
-Tiene un ataque de ansiedad, no puede respirar-les dije a los doctores que rápidamente lo tumbaron en una camilla casi morado.
-Tiene la garganta cerrada, nos lo llevamos-me dijo una enfermera.
Quise ir tras él, pero me lo impidieron diciéndome que en media hora estaría bien...
******
*Pedri*
-Menos mal que te ha traído tu hermano, casi no te quedaba aire en los pulmones muchacho-me dijo una enfermera un tanto mayor cuando estuve más calmado.
Me habían puesto tres pastillas bajo la lengua y estaba más tranquilo, aunque mi mente seguía en mi rubia haciendo que de mis ojos no dejarán de caer lágrimas.
-No se que te ha pasado, pero debe ser muy doloroso para que estés así siendo tan joven..-me dijo la mujer y por primera vez la miré.
-Mi novia ha desaparecido-le dije a media voz y ella abrió los ojos sorprendida.
-Seguro que la encuentran...-me dijo con pena, y yo solo asentí justo cuando mi teléfono sonaba en mi bolsillo.
Lo saque viendo que era Sara la que me llamaba, supongo que porque en solo dos días me tocaba volver al club.
Pero no tenía ganas de hablar con ella ni con nadie.
No había hablado con nadie del club sobre lo que estaba pasando, ni había salido nada en las noticias para llevarlo de forma discreta pensando que era la mejor opción, pero a estas alturas ya no sabía si había sido lo correcto.
Me llamo muchísimas veces, hasta que por insistencia a la quinta se lo cogí.
-Sara no puedo cogerte el teléfono ahora, no...-ella me interrumpió.
-Sé donde está Alexia, en el aeropuerto norte de Tenerife tienes un helicóptero que te llevará hasta Málaga, donde te reuniras conmigo y un equipo del centro nacional de inteligencia, hay mucha gente implicada en esto Pedri, no pierdas tiempo pregunta por Alfonso al llegar-me dijo para después colgarme sin darme más datos...
(CONTINUARÁ....)
¡Os leooo!✨️✨️
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LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ
FanfictionAlexia es una chica con miedo al amor y con muchas inseguridades con su cuerpo. Conocerá a pedri gracias a su nuevo trabajo, atracción, risas, buenos momentos, ¿conseguirá pedri romper su coraza y que Alexia confíe en él y en el amor?