22-Cariño

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*Pedri*

Me encantó llegar a casa y ver a Alexia y a fer en el sofá de casa ya preparados para ver la isla de las tentaciones.

Habíamos acordado que hoy Alexia durmiese en casa y ella había acabó aceptando mi invitación después de insistirle un poquito.

-Corre sube a ponerte el pijama que esto empieza-me dijo Fer y yo rodé los ojos por su insistencia, venía cansado y solo tenía ganas de mimitos de la rubia.

Subí las escaleras poniéndome el primer pijama que pillé y bajé abajo mientras los dos estaban absortos con su mirada en la tele.

La rubia levantó la manta por su lado haciéndome hueco y me senté a su lado acurrucándola contra mi mientras ponía mi vista en la tele para centrarme a ver el programa con ellos.

*Alexia*

Pedri acabó con su cabeza en mis piernas mientras yo le dejaba caricias en su cuello y pelo, a él lo relajaba y a mi aún más, me encantaba jugar con su pelo.

-Mierda tía, cortan en lo más interesante, serán cabrones-chasqueó la lengua Fer al ver que el programa había terminado muy interesante-Espero que la semana que viene lo veamos eh-dijo entre risas levantándose.

-¿Ya vas a dormir?-le preguntó pedri.

-Si, aquí os quedáis parejita que yo estoy muerto-dijo yéndose y yo asentí dándole las buenas noches.

El se volvió a girar en nuestra dirección y puso los brazos en jarra desde el inicio de la escalera.

-Ah, y que no se os olvide que estoy en la habitación de al lado, no digo nada-dijo ruborizandome y Pedri se incorporó lanzándole un cojin.

-¡Eres tonto!-le grito mientras su hermano subia las escaleras riendo.

Me miró por unos segundos y después esbozó una sonrisa demasiado bonita mientras tiraba de mi brazo para tumbarme con él.

-Eres demasiado bonita, no puedes ser tan guapa-me dijo dejando una caricia en mi mejilla antes de darme un beso y yo sonreí como una boba.

-Has metido un golazo-le dije al separarnos y el sonrió asintiendo.

-Te dije que podía ser el que te dedicara goles-me recordó y yo sonreí ampliamente.

*Flashback*

-¿Y tú? Cuéntame algo sobre ti-me dijo sentandose en la camilla y mientras yo empezaba a recoger las cremas.

-Pues...siempre he sido de las creían en los cuentos de hadas, de las que piensa que en algún lugar de este mundo estaba mi príncipe azul esperándome con su espalda y su armadura para dar cualquier cosa por mi-le dije y el sonrió escuchándome atento- a diferencia de ti en mi casa no se respiraba amor, pero siempre me ha gustado meterme en los libros o en las pelis y querer ser la protagonista a la que el protagonista le dedica una canción en mitad de nueva York, por la que cogen un avión a la otra punta del mundo o por la que derrotan al malvado dragón para salvarla-le dije encogiendome de hombros y el sonrió.

-¿Te vale que te dediquen goles y que en el vez de príncipe azul sea príncipe azulgrana? Yo es que cantar cantar...-me pregunyó y reí mientras me sonrojaba, pero acabé asintiendo tímida.

-Me vale-le dije y el sonrió asintiendo.

**Fin flashback**

Sonreí al recordarlo y el hundió la cabeza en mi cuello con cariño mientras me abrazaba.

-¿Nos vamos a la cama?-me preguntó soltando todo el aire comprimido.

-Si-le dije y ambos subimos las escaleras hasta su habitación.

Nos lavamos los dientes en su baño y yo me lave la cara mientras el me abrazaba por detrás y dejaba un beso en mi hombro.

Cuando terminé, nos metimos en la cama y pedri cogió una de mis piernas poniéndola encima suya mientras rodeaba mi cuerpo y terminó dejando su mano a la altura de mi culo.

Yo posé mi mano en su abdomen desnudo y poco a poco, nos fuimos quedando dormidos dejando caricias en el cuerpo del otro.

Al dia siguiente me desperté antes que el canario, en cuanto la luz entró por los huecos de su persiana yo ya estaba despierta.

Los brazos de pedri me rodeaban mientras tenía la cabeza casi metida en mi cuello durmiendo relajado, como un bebé grande del que no me quería separar.

Pensaba un poco en todo, en futuro, en pasado, pero sobre todo en presente.

Pedri me había dedicado un gol, me había presentado a su familia y se había preocupado por mi en todo momento, me había hecho dar el paso de confiar en el para verme desnuda, haciendo que después de años admirase mi cuerpo, siempre estaba diciéndome lo bonita que era, y yo no podía creerme que tuviese tanta suerte de haber encontrado a alguien como él.

Llena de emoción me acomodé en su pecho sin querer separarme de él, pero el canario abrió los ojos y al verme con el los volvió a cerrar mientras una sonrisa sincera se asomaba en sus labios.

-Buenos días bonita-me dijo apretándome contra el.

-Buenos dias-le dije y el cogió mi mentón para darme un beso de buenos días.

-¿Has dormido bien?-me preguntó con cariño al separarnos y yo asentí.

-He dormido súper bien cariño-le dije sin pensar y el abrió los ojos sonriendo como un bobo.

-¿Qué has dicho?-me dijo y yo reí nerviosa.

-Que he dormido súper bien-le dije haciéndome la tonta y el me miró sonriendo dirigiendo la mirada a mis labios.

-No, lo otro-me dijo y yo me levanté de la cama nerviosa-eh, a donde vas, ven aquí y repiteme eso-me dijo.

-Venga, que tienes entreno de recuperación-le dije queriendo huir de ahí, ¿en qué momento? Me recriminé a mi misma mientras bajaba las escaleras nerviosa.

Fer ya estaba ahí con olor increíblemente bueno a café en la cocina.

-Buenos días guapetona, ¿te gusta el café?-me preguntó y yo asentí mientras escuche a pedri bajar las escaleras y entrar a la cocina dando también los buenos días dedicándome una sonrisa socarrona.

Fer me preparo la taza mientras su hermano iba a buscar fruta.

-¿Le echas azúcar?-me preguntó y cuando fui a contestar, pedri me interrumpió.

-Una cucharada-le dijo a su hermano y yo lo miré con sorpresa, ¿como diablos lo sabia?

Me guiñó el ojo con una sonrisa y yo sonreí mientras le agradecía a Fer el café.

Me senté en la mesa y los dos hermanos acabaron sentándose poniendo el desayuno.

Pedri cogió mis piernas subiendolas a su regazo y empezamos a hablar mientras el canario dejaba caricias sobre ellas con cautela, no podía ser más bonito, no podía serlo.

-Bueno, me tengo que ir nos vemos más tarde chicos-dijo Fer levantándose cuando acabamos de desayunar.

Dejó un beso en mi cabeza y chocó la mano con su hermano mientras salía de casa.

Pedri terminó de desayunar acariciando mis piernas y después me miró.

-Yo tengo que prepararme ya para el entreno, pero te dejo en tu casa para que puedas cambiarte-me dijo y yo asentí.

Después de cambiarnos pedri condujo hasta mi casa y cuando paró en la puerta me incliné para dejarle un beso.

-Luego nos vemos-dije abriendo la puerta.

-Adiós, Cariño-dijo haciendo incapié en la última palabra haciéndome reir mientras cerraba la puerta.

Cuando llegué a casa me tumbé en la cama mirando al techo con una sonrisa, me estaba enamorando del canario...

(CONTINUARÁ....)

¡Os leoo!❤️🫶

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora