*Alexia*
Una luz tenue mientras preparaba mi cena y esperaba que me llegase un mensaje de "recibido" por parte del restaurante donde le había comprado la cena a pedri.
Rosi y Fernando me habían dejado sola la tasca para mi para mi cita con pedri a la distancia.
Mi pobre niño no pasaba por su mejor momento y la lesión lo había terminado de hundir aún más si cabía, por eso se me había ocurrido esta tontería, pero seguro que le gustaría porque era lo más cerca que podíamos sentirnos el uno del otro en estos momentos.
Quedaban dos meses para sus vacaciones, solo dos.
Quedaban exactamente cinco minutos para que pedri me llamase asique me metí en el baño de la tasca a ver que estuviese bien.
Parecía más nerviosa que el primer día que lo vi, aunque para ese entonces no sabía que se iba a convertir en el hombre de mi vida.
Revise que mi pelo estuviese bien y termine de cerrar toda la tasca para que nadie pudiese interrumpirnos hoy, quería que fuese una noche bonita.
Mi chico puntual a las nueve en punto estaba llamándome asique me senté frente a la mesa apoyando el móvil en una botella para que pudiese verme.
-Me acaban de traer la cena y cuando ha sonado el timbre he pegado un salto enorme creyendo que serias tu-me dijo soltando una carcajada triste y yo sonreí igual.
-Bueno, no podía ser yo, pero bienvenido a nuestra primera cita telefónica-le dije y el me miró fijamente para después sonreír.
-Estas preciosa-me dijo con una sonrisa mientras los ojos le brillaban tanto que me puso incluso nerviosa-eres preciosa mi vida-corrigió mirándome con amor y yo sonreí como una boba.
-Tu también estas guapisimo mi amor-le dije apoyándome en mis manos y el sonrió-en el segundo cajón de la cocina hay velas pequeñitas, quiero que las enciendas y te pongas la mesa igual que yo-le dije moviendo el móvil para que viese como lo tenia yo y el sonrió.
Se puso manos a la obra hasta que acabamos los dos sentados uno frente a otro cenando a distancia.
Yo le contaba que tal había ido mi día, el su rehabilitación, cuanto nos queríamos y lo poco que quedaba para vernos.
Un rato diferente, que sirvió para que los dos riesemos felices con comentarios del otro y para no sentirnos tan lejos.
Acabamos por recoger cada uno sus platos de la cena y me volví a sentar en la mesa apoyando mi móvil repitiendo los movimientos de él.
-No sabes lo que te necesito Alexia-me dijo y yo asentí.
-Lo mismo que yo a ti Pedri, muchísimo a cada rato-le dije y el suspiró.
Pedri me miraba a través de la pantalla, sus ojos reflejaban la tristeza y el deseo acumulado durante estos meses de separación. A pesar de la distancia, podía sentir el calor de su mirada recorriéndome la piel.
-¿Te acuerdas de nuestra última noche juntos? -le pregunté con una voz suave, intentando mantenerme tranquila mientras las emociones hacian eco en mi interior.
-¿Cómo olvidarla? -respondió, su voz cargada de nostalgia y pasión-. Cada beso y caricia la tengo en la cabeza.
Sonreí, sintiendo un calor agradable en mi pecho. Me acomodé en la silla, intentando buscar una posición más cómoda mientras seguíamos hablando.
-Sí, fue una noche inolvidable -dije, bajando un poco la voz, dándole un tono más íntimo-. Recuerdo cada caricia, cada beso.
Pedri tragó saliva, notando el cambio en el tono de mi voz. Pude ver cómo sus ojos se oscurecían con deseo, y eso solo incrementó el mío. Era como si, a pesar de la pantalla y los kilómetros de distancia, nuestros cuerpos pudieran sentir la energía del otro.
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LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ
FanfictionAlexia es una chica con miedo al amor y con muchas inseguridades con su cuerpo. Conocerá a pedri gracias a su nuevo trabajo, atracción, risas, buenos momentos, ¿conseguirá pedri romper su coraza y que Alexia confíe en él y en el amor?