46-Prométemelo

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*Pedri*

No sabía que le pasaba a Alexia, pero llevaba días callada y como en su mundo.

Llegué a pensar que se había molestado porque la dejé plantada en la cena que yo mismo iba a organizar pero...mi novia no solía molestarse por esas cosas y menos si era por trabajo.

La cuestión es que llevaba días en su mundo total y yo cada vez entendía menos, como ahora que estábamos comiendo los tres en completo silencio, cuando nunca había sido así.

Fer me miró indicándome con los ojos que que le pasaba a ella, que solo removia la comida de un lado para el otro mirando fijamente el plato, y yo me encogí de hombros sin saber qué decirle a mi hermano.

Fer carraspeó la garganta segundos después llamando la atención de Alexia, que lo miró levantando la mirada del plato por primera vez.

-¿No te gusta, cuñi?-le preguntó Fer y ella asintió-puedo prepararte otra cosa-le dijo suave y Alexia negó.

-Esta muy bueno Fer, pero no tengo mucha hambre-dijo ella levantándose de la mesa y tirando su comida a la basura.

Fregó su plato y su vaso mientras los dos la mirábamos y salió de la cocina poco después subiendo a nuestra habitación.

En cuanto desapareció de nuestra vista Fer me miró entre serio y enfadado y yo arquee las cejas confuso.

-A ver, que le has hecho-me regañó y yo alcé las cejas.

-¿yoooo?-le pregunté ofendido mientras el me miraba serio-no le he hecho nada, imbecil-le dije soltando el tenedor cabreado mientras me cruzaba de brazos.

No necesitaba otro sermón de mi hermano en estos momentos.

-Pues tu me dirás entonces que le pasa, lleva ya dos días así, desde que os deje solos-me dijo él y yo lo miré entrecerrando los ojos.

-Fer-cogi aire antes de hablar intentando calmarme-te digo que no he hecho nada, ¿Vale? Yo tampoco sé que le pasa-le dije y el me miró sin creerme demasiado.

Yo chasqueé la lengua ofendido y lo miré.

-Puede que la dejase un poco plantada, le prometí una cena romántica en casa pero me lie en el trabajo y llegué a las tantas-admití y mi hermano alzó las cejas.

-¡Pedri eso a las chicas les molesta muchísimo!-me dijo.

-A la mía no, no esta así por eso-me defendí y el rió irónico.

-A la tuya y a todas-me dijo alzando las cejas, pero yo negué.

-Alexia no es así-le recriminé.

-Alexia es una mujer, y a cualquier mujer le molestaría-me dijo haciéndose el listillo, y por un momento creí que tendría razón y me vine abajo.

Suspiré y lo miré confuso.

-¿Debería pedirle perdón?-le pregunté y el asintió obvio alzando las cejas.

-Yo recojo esto-me dijo él y yo asentí levantándome de la mesa.

Subí las escaleras y pegué a la habitación antes de entrar y asomar la cabeza.

Alexia me miró desde la cama levantando la mirada del libro que estaba leyendo.

-Mi amor, ¿puedo pasar?-Le pregunté a media voz.

-Pues claro, es tu habitación-me dijo con una media sonrisa.

Cerré la puerta al entrar y me tumbé en la cama buscando cobijo en sus brazos, ella sonrió en cuanto yo la abracé hundiendo mi cabeza en su cuello y empezó a hacer cosquillitas en mi nuca.

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora