LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ

33-¿Y ya esta?

*Alexia*

-Alexia, ¿Qué crees que hago aquí? Venir a disculparme por ser un completo imbecil-me dijo y yo miré para otro lado soltando un suspiro.

-Disculpas aceptadas, ya puedes irte-dije metiendo la llave en la cerradura dando por zanjada la situación, pero él agarró mi brazo de forma suave.

-Mi amor...-empezó a decir, pero lo corté.

-Mi amor no, mi amor nada-le advertí sin querer mirarlo.

-Alexia no pienso eso de ti, fue lo primero que se me ocurrió-me dijo apenado y yo lo miré directamente por primera vez en toda la conversación.

-Pedri, déjalo-le pedí y el chasqueó la lengua-entiendo que quizá no querías ofenderme, de hecho, seguramente no debería haberlo escuchado pero dió la casualidad que si lo hice, y sé que no querías hacerme sentir mal pero si es lo primero que se te ocurrió para que no sospecharan es porque en el fondo lo piensas-le dije siendo sincera.

-Claro que no lo pienso, me encantas, de pies a cabeza, por dentro y por fuera-me dijo y yo negué.

-Creo que te has confundido, quizá te gusta mi forma de ser como una amistad pero no como algo más-le dije y el negó mirándome con los ojos cargados-yo nunca diría algo así de alguien que me gusta como algo más, ni siquiera para disimular-me sinceré y el suspiró.

-Te estas equivocando, Alexia yo te quiero-me dijo y yo mordí mi labio conteniendo las lágrimas.

-Puedes quererme como amiga, no como nada más pedri sé sincero, nunca te fijarías en alguien como yo y si tanto me quieres deberías darte cuenta y no hacerme daño-le dije-o más daño del que ya me hayas podido hacer-le dije y él no dijo nada más, se quedó callado y agachó la mirada segundos después dándome la razón.

Entré en casa y antes de cerrar él puso el pie en la puerta haciendo que lo mirase de nuevo.

-¿Y ya está? ¿Aquí acaba todo?-me preguntó a media voz.

-Quizá nunca debió empezar y ambos nos precipitamos-le dije justo antes de cerrar la puerta por fin.

Entré en casa soltando las cosas y entre directamente al baño para darme una ducha antes de ir a trabajar.

Saqué la ropa que me iba a poner del armario, preparé el bolso y cuando me quise dar cuenta el aire empezaba a faltarme y tenía las mejillas llenas de lágrimas.

Me deslice por la pared acabando en el suelo mientras rompía a llorar.

Me había enamorado de la persona equivocada y ahora lo peor es que iba a tener que verle todos los días.

*Pedri*

Las palabras de Alexia retumbaban en mi cabeza desde que salí de su edificio y tenía un nudo en la garganta que me dolía hasta al tragar saliva.

Yo tenía claro lo que sentía, sentía conexión con ella, me encantaba, pero ella parecía no tenerlo tan claro y todo era culpa del maldito comentario absurdo que solté en el vestuario.

Joder, Acabábamos de empezar a salir hacia menos de setenta y dos horas y ya me había dejado.

Pisé mi casa para entrar a cambiarme y a darme una ducha antes de irme a entrenar y lo primero que me encontré fue a mi hermano jugando a la play en el salón.

Paró la partida cuando me vió y me sonrió pillin.

-Te veo cansado, ¿mi cuñada no ha tenido bastante con el finde romántico que te ha tenido dos días más para ella?-me preguntó burlón y sus palabras penetraron en mi como si de un puñal se tratase.