61-minuto y medio

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*Alexia*

-Ponte a estirar y ya hemos acabado por hoy-le dije acabando de darle un masaje en su zona afectada.

El me hizo caso empezando sus estiramientos y yo aproveché para recoger un poco el salón mientras el estiraba en la terraza.

-Mi amor tienes una manos mágicas, ¡estoy genial! Mira-me dijo haciendo unos ejercicios más intensos y yo reí negando con la cabeza.

-Yo no he tenido casi nada que ver-le dije y el me abrazó por detrás besando mi cuello.

-Tu siempre tienes que ver, bonita-me dijo y yo sonreí dándole un beso en la mejilla.

Se puso conmigo a recoger la casa y al final acabamos limpiando a fondo.

Ya que no estaba yendo a la tasca por lo menos ayudar en casa.

Lo mejor de todo es que mi novio sabía hacer de todo y siempre estaba dispuesto, eran una de las cosas que más me gustaba de él.

-Esta es la última lavadora-me dijo mientras iba con el cesto a tender la ropa a la terraza.

-Perfecto, yo hago la cama y ya está todo-le dije y el asintió.

Cuando nos cruzamos para ir cada uno a distinta dirección le di un beso rápido en la mejilla y subí arriba a acabar nuestra habitación que era lo que nos quedaba.

Cuando acabe de hacer la cama abrí el armario en busca de ropa que ponerme y pedri entro por la puerta en ese momento quitándose la camiseta.

-¿Nos metemos en la piscina?-me preguntó.

-Vale-le dije y entonces cogí un bikini quitándome la camiseta.

Bajamos al jardín tendimos las toallas en las tumbonas.

-Deja que te eche cremita rubia-me dijo sacando la crema de mi bolso y yo reí poniendome boca abajo en la tumbona.

El se sentó a un lado y empezó a esparcir la crema por todo mi cuerpo mientras me daba un masaje súper relajante que me estaba incluso dejando dormida.

-Como sigas así me voy a quedar frita-le dije y escuché como él soltó una risa bajita para después dejar un beso en mi espalda.

-Venga, vamos al agua-me dijo dando un cachete suave en mi culo y yo hice un puchero.

-Mmmm....¿ahora?-Le dije con voz de pena.

-Vaaaamos-me dijo el cogiendo mi mano y al final acabe aceptando meterme con el.

Por suerte el agua no estaba muy fría y en cuanto entramos me enganché a su espalda relajada.

El estuvo varios minutos moviéndose en el agua de forma suave relajándome y cuando menos me lo esperaba nos sumergió a los dos de golpe.

-¡Pedriiiii!-me quejé al salir y él rió cogiendome de las caderas para entrelazarme en la suya de nuevo.

Tenía todo el pelo mojado en la cara y sonreí peinandolo con mis manos para después dejar un beso en sus labios muy suave.

-No sabes todo lo que te quiero-me dijo al separarnos y yo sonreí.

-Lo mismo que yo a ti-le dije y el se abrazo a mi relajándose en el agua.

No nos hacía falta mucho más, solo esto.

Estuvimos un buen rato en el agua y casi a la hora de comer nos salimos para secarnos tumbandonos en las tumbonas abrazados.

Era increíble el buen tiempo que hacía en Canarias en cualquier fecha del año.

-Me encanta vivir aquí-le admiti al canario mirando al cielo y el sonrió apoyando su cabeza en mi pecho.

-¿te gustaría vivir aquí cuando me retire?-me preguntó y yo sonreí.

-Si mi trabajo me lo permite, me encantaría-admiti.

-A mi me gustaría que nuestros hijos se creiasen aquí, como yo-me dijo acariciando mi abdomen como si dentro hubiese algo y ese gesto me puso la piel de gallina-pero se que nuestra casa por ahora y espero que por muchos años es barcelona-me dijo mirandome dulce y yo asentí acariciando su mejilla.

-Estemos donde estemos, nuestros hijos también van a disfrutar de este sitio cada vez que nos podamos escapar-le dije y el ensancho su sonrisa asintiendo.

-¿Cuando te gustaría ser mamá?-me preguntó y yo me encogi de hombros.

-En unos años, aún somos muy jóvenes y tenemos toda la vida por delante-le dije y el me miró sonriente.

-Y antes tenemos que casarnos-dijo y yo reí.

-¿Y quién te ha dicho que yo me quiera casar contigo, a ver?-le dije burlona y el abrió la boca haciéndose el ofendido.

-Entonces tendré que darle el anillo que tengo escondido en la maleta a otra...-dijo haciéndose el apenado y yo reí nerviosa.

-Dejate de tonterías anda-le dije riendo.

-¿Pero entonces no te quieres casar conmigo nunca?-me preguntó al rato haciéndome reir de nuevo.

-En un futuro-le dije.

-Cercano-concluyó él.

-Ya lo hablaremos-le rebatí sonriendo.

-Sabes que si, y sino, te hago el amor hasta que me digas que si-me dijo y yo sonreí acariciando su nuca con mis dedos.

-Eres lo que más quiero en el mundo, de verdad-le dije y el cogió aire relajado abrazandome.

-Tu también mi amor-me dijo mirandome embelesado.

Una pena no haber sabido en ese mismo momento que iba a ser nuestro último momento juntos, y que se venía uno de los peores momentos de nuestra vida.

*Pedri*

-Voy a agua, ¿Quieres algo?-le pregunté incorporandome y ella negó poniéndose una mano en la cara para poder mirarme con el sol.

Sonreí mirándola una vez más.

Había cogido colorcito estos meses en la isla y su piel no se veía tan blanca, sino con un tono moreno que le favorecía muchísimo y el agua de la playa le había dejado el pelo aún más rubio, haciendo que El contraste con el moreno fuese aún mayor.

Estaba preciosa.

-Deja de mirarme, una foto dura más-me dijo y yo reí.

-No se disfruta igual, bonita-le dije agachandome dejando un beso en sus sonrientes labios, que ella correspondió al instante.

Entre dentro a echarme agua a la cocina.

Un minuto y medio, eso es aproximadamente el tiempo que tarde en volver a salir a la terraza, y ya no había ni rastro de mi novia por ningún lado....

(CONTINUARÁ....)

¡Os leooo!✨️✨️

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora