24-¿Una cita?

5.7K 295 5
                                    

*Alexia*

-¿Una cita?-Le pregunté sorprendida y el asintió algo nervioso mientras jugaba con sus manos.

Jamás en mi vida me habían pedido una cita.

Una sonrisa apareció en mi cara sin poder evitarlo pero intente ocultarla como pude.

-Si no quieres no pasa nada...pero como los dos tenemos el finde libre pensé que podiamos hacer algo..difrente-me dijo pedri algo nervioso y yo lo miré sorprendida-que si no quieres no pasa nada rubia, olvídalo-dijo levantándose dándome un beso y dejándome con la palabra en la boca sin darme tiempo a contestarle.

Empezó a recoger los platos de desayuno y yo sonreí embobada, jamás había tenido una cita y que Pedri me lo estuviese pidiendo me hacía sentir mariposas en el estómago como si fuese una quinciañera.

Con la tontería ya llevábamos cuatros meses conociéndonos y tenía claro que cada vez el canario me gustaba más, su forma de ser, la forma de tratarme, cuidarme, mirarme, hacerme reír, todo de él me gustaba, todo.

Pedri me tenía loquita de pies a cabeza.

Me acerqué por detrás acercando las tazas que habían quedado en la mesa y besé su espalda desnuda abrazandolo por la cintura asomando mi cabeza por uno de sus costados.

-Me encanta la idea de pasar el finde juntos-le dije con una amplia sonrisa que le contagié.

-¿De verdad?-me preguntó mientras se daba la vuelta en mi dirección y yo asentí-ya verás, te va a encantar, te lo prometo cariño-dijo dejando un beso en mis labios antes de volver a lo suyo.

-¿Dónde iremos?-le pregunte emocionada pasando los brazos por su cuello.

-Es sorpresa, solo lleva ropa cómoda y de abrigo-me dijo y yo asenti apoyada en la encimera mirándolo.

Era tan mono, lo mismo te hacía un desayuno que te daba un beso, te dedicaba un gol o te fregaba los platos, aunque Fer decía que esto último lo estaba haciendo ahora para enamorarme a mi solo para chincharlo.

Y hablando del rey de Roma, el mayor de los González apareció con la compra cargado de bolsas y fui hasta el para ayudarle.

-Gracias enana-me dijo y yo le eche un cable empezando a sacar las cosas.

Vi que había un montón de cosas que ellos normalmente no comían, como el tipo de Leche que yo tomaba, mi queso favorito, incluso mi mismo champú y mascarilla.

Miré a pedri y el sonrió besando mi mejilla.

-Para que no te falte nada aqui, mi niña-me dijo y yo sonreí-puedes subirlo a mi baño, te he dejado el primer cajón para tus cosas-me dijo abrazándome por detrás y yo asentí empezando a subir con una sonrisa.

En el primer cajón del canario solo había un cepillo de dientes a estrenar y un cepillo del pelo con un paquete de pinzas que yo siempre usaba para recogerme el pelo.

Coloqué la crema y el champú a la vez que pedri aparecía para vestirse y salí del baño haciendo que el me sonriese desde el armario.

-Lo que necesites podemos comprarlo mañana mismo-me dijo y yo mordí mi labio mirándolo embobada.

-Pero tú que quieres, ¿que yo me acabe enamorando de ti?-le pregunte y el rió mientras dejaba la ropa que se iba a poner en la cama.

-Esa es mi idea, si-me dijo y yo mordí mi labio mientras el andaba hasta mi poniendo sus manos en mi cintura-Alexia, llevo cuatro meses conociéndote y te puedo asegurar que eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, te tengo que mimar hasta que no puedas vivir sin mi-me dijo encogiendose de hombros y yo sonreí juntando nuestros labios.

-Tu si que eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo-le dije siendo interrumpida por fer, que pegó a la puerta abriendola de par en par.

No se asustó al vernos abrazados, ni nosotros hicimos el amago de separarnos, al fin y al cabo el único que sabía "lo nuestro" era Fer.

-Alexia, no para de sonarte el móvil-me dijo dándomelo y yo se lo agradecí alejándome para hablar con mi encargado.

Si, teníamos un finde libre, pero a mí me iba a tocar entrar antes y salir más tarde del trabajo para dejarlo todo al día asique cuando colgué la llamada de mi encargado entre a la habitación para vestirme también.

-¿Quieres que lleguemos juntos? Así luego no tienes que conducir-me dijo pedri y yo negué.

-Prefiero ir en mi coche porque voy a salie bastante mas tarde que tú-le dije y el asintió cogiendo su cartera.

-Entonces me voy Adelantando que tengo que echar gasolina, nos vemos después rubia-me dijo poniendome morritos y yo sonreí dejando un beso en sus labios.

-Adiós, cariño-le dije haciendo que el me guiñase un ojo antes de salir de la habitación.

*Pedri*

Tenía todo el día de hoy para organizar un finde para el recuerdo. Llevábamos casi tres meses siendo algo más que amigos, y yo ya estaba deseando formalizar la situación porque si algo tenía claro es que ella tenía que ser mi mujer, no quería a otra.

Jamás había conocido a nadie que me gustase más, que me llenara tanto, que necesitase cada día.

Me había enamorado de Alexia, porque Alexia era la mejor persona que había conocido nunca.

En el sexo habíamos avanzado muchísimo estas últimas semanas, no había llegado a tener sexo como tal, pero si habíamos experimentado mucho con los juegos previos y nos estábamos conociendo muy bien el uno al otro en ese aspecto, creando un clima de confianza que nunca había tenido con nadie.

Cada vez mi niña tenía más confianza conmigo para decirme que le gustaba más o menos, como prefería algo y eso era un gran logro, además de que había conseguido ya varias veces que durmiese desnuda conmigo, cosa que al principio era impensable con todos los complejos que traía del pasado y que poco a poco estaba consiguiendo quitarle. Ella era preciosa y yo se lo iba a dejar claro en todo momento hasta que ella misma se diese cuenta de que era verdad.

Después de entrenar pasamos a la sala de fisios para que nos revisaran a todos antes del mini descanso antes de las semis de champions.

Le guiñé un ojo a la rubia mientras estaba acabado con Ferran y ella me sonrió mientras le pedía al valenciano que se pusiese las botas de recuperación para pasar a mi turno, siempre me gustaba quedarme el último porque así al final nos quedábamos solos.

-Puedes tumbarte, Pedri-me dijo y yo asentí tumbándome.

Ella empezó a masajear mis piernas acabando con toda la tensión acumulada y los chicos poco a poco se fueron despidiendo para irse, hasta que nos quedamos prácticamente solos.

-Me encanta que me toques..Le dije y ella sonrió haciéndome unos estiramientos.

-Haber cuando me haces un masaje tu a mi-me dijo y yo sonreí mirándola.

-Pues cuando tú quieras, rubia-le dije y ella rió quitándose los guantes.

-Hemos terminado, ponte las botas de recuperación en casa-me dijo y yo asentí levantándome.

-Te recojo a las siete cariño-le dije y ella asintió.

Fui a darle un beso pero chasqueo la lengua mirando hacia atrás y yo rodé los ojos.

-¡Cuando seas mi novia te pienso dar un bocado frente a todos!-la chinché en un susurro y ella me pellizco el culo en forma de regaño.

-Cuidadito con el coche, moreno-me dijo y yo le saqué la lengua haciendo que ella rodase los ojos con una sonrisa..

(CONTINUARÁ... )

Yo con estos dos no puedo....🫠✨️

¡Me tienen enamoradaaaa!

¡Os leo!❤️

LLEGASTE TÚ-PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora