CARNICERÍA || FREENBECKY

Capitulo 8

FREEN

Querida Julieta,

¿Te he dicho lo bonita que eres... no, eso es quedarse corto? Déjame reformular mis palabras. ¿Te he dicho lo hermosa que eres? Porque si no lo he hecho, me disculpo sinceramente por decirlo solo ahora. Mi amiga me dijo que escribiera una carta normal y no algunas frases espeluznantes que riman al final. Me dijo que dejara de ser poético y que escribiera palabras simples, así que aquí estoy tratando de escribir una para ti.

Entonces, ¿cómo va tu día hoy? Espero que estés bien. Lo siento si solo puedo escribirte cartas porque sé que estoy tan fuera de tu alcance y que no soy más que un don nadie. Hoy te escribo una carta de agradecimiento y te digo que no tienes que esforzarte cuando se trata de ser hermosa porque para mí, eres una obra de arte.

Ojalá pudiera decirte cómo latiría mi corazón cada vez que tuviera la oportunidad de mirarte desde la distancia. Y de nuevo, solo puedo desearlo por ahora. Algún día, tal vez algún día se me daría la oportunidad de decírtelo directamente y cuando lo haga, nunca me olvidaré de recordártelo cada día.

-Romeo

Ver a Becky tomar el último bocado de la hamburguesa en su boca me hizo sonreír. Tuve que morder el interior de mi mejilla para abstenerme de sonreír, pero desafortunadamente, mi propia boca todavía me traicionó.

:- Sigues siendo hermosa Rebecca- murmuré despreocupadamente y el pánico al instante me atravesó mientras miraba mi dirección con la boca ligeramente abierta. Se tragó la comida restante de la boca y preguntó.

:- ¿Qué dijiste?-

Parpadeé un par de veces antes de poder arreglarme.

:-¿Qué?- Pregunté, como una idiota que soy.

:- Dijiste algo antes- Vi que sus mejillas se ponían rojas y luego aproveché la oportunidad para cambiar de tema.

:- ¿Terminaste  de comer?- Pregunté y ella asintió con la cabeza lentamente.

:- Bien, vamos a limpiar tu herida-

Me puse de pie y escapé del infierno que abrí diciendo en voz alta lo que hay dentro de mi cabeza. Cogí mi botiquín y volví con Becky. Me paré frente a ella mientras se sentaba en el taburete. Tan suavemente como pude, quité la gasa manchada del brazo de Becky y agarré un poco de algodón.

:- Lo limpiaremos primero- se mordió el labio inferior mientras asintió con la cabeza.

Tan pronto como empecé a limpiar su herida, la vi lloriquear un poco, así que soplé aire sobre la herida para disminuir la sacadura. Después de limpiar su herida, le froté un poco de crema para ayudar a que su herida se cure. Espero que se cure pronto. Estaba a punto de llegar a la almohadilla de gasa, pero Becky ya la agarró.

:- Aquí-

Ella me sonrió y casi olvido lo que estaba a punto de hacer. Sacudiendo la cabeza a toda prisa, cogí la almohadilla de gasa y la arranqué con los dientes.

:- Ya casi terminamos- dije y ella sonrió de nuevo.

¡Mierda! Ella es muy guapa, quiero llorar.

Cubrí su herida con la almohadilla de gasa y suspiré.

:- Listo- murmuré.

:- Gracias, Freen- susurró y me perdí en la profundidad de su mirada. Sus ojos marrones debilitaron mis rodillas y mi corazón comenzó a latir fuerte.

En ese momento, estábamos perdidas en nuestro propio mundo, un mundo donde alguna vez existimos. Todo estaba en silencio hasta que escuchamos un fuerte golpeteo de la puerta y una ardilla humeante corriendo hacia la puerta.