Capitulo 9

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CHARLOTTE

:- Estás segura?-

Le asentí y le di mi último trozo de pollo. Sus ojos brillaban de alegría y esa simple felicidad en su cara ya me hacía sentir llena.

:- Pero te encanta tu comida Charlotte- dijo, todavía dudando en aceptar mi oferta.

:- Lo sé, pero puedo renunciar a ella si es para ti-

Vi sus mejillas sonrojarse y sentí que la parte posterior de mi cuello se calentaba.

:- Gracias- me sonrió tímidamente y la vi comer felizmente.

:- ¿Vendrás a verme más tarde?- Preguntó con las mejillas hinchadas.

¡Ugh! ¡Es tan linda!

:- Por supuesto que estaré ahí. Soy tu fan número 1, ¿recuerdas?- Le sonreí.

Ella audicionará para el papel de Rapunzel más tarde en el auditorio y no puedo esperar a estar
Ahí y verla. Engfa tiene la voz más angelical que he escuchado y sé que es perfecta para ese papel.

:- ¡¿vendrás?!- Me miró con los ojos bien abiertos.

:- ¿Por qué no iría ?- Le pregunté con las cejas fruncidas

:- Porque la hora de mi audición es la misma que tu clase de Química-

:- lo sé . No voy a ir- dije

Ella parpadeó un par de veces antes de que sus mejillas se pusieran rojas.

:- ¡¿Dejarás tu clase favorita por mí?!-

Le sonreí y asentí con la cabeza.

:- Cualquier cosa para ti, Engfa-

Se levantó de su asiento y recogió sus libros a toda prisa.

:-entonces tengo que ir a practicar-

Ella salió corriendo de la cafetería y me dejó estupefacta.

¿Hice algo malo?

Hace meses que la conozco, pero todos los días me siento como el primer día. Ella nunca dejó de sorprenderme y nunca dejó sin aliento.

La belleza de Engfa era como la ciencia para mí. Al igual que la materia, ella ocupó todos los espacios a mi alrededor y dentro de mí. Ella es todo lo que podía pensar y su existencia era mi mundo.

:- A continuación, Engfa-?

Enfoqué mis ojos en el escenario y allí estaba ella, con un vestido blanco mientras su cabello se trenzaba hacia un lado. Parecía un ángel para mí más que una princesa.

Ella se paró frente a todo el mundo y escuché a los chicos llamar su nombre y llamar su atención, pero allí estaba, mirando mi dirección con una sonrisa. A pesar de las luces oscuras y del asiento más lejano que elegí, ella todavía me encontró.

Cerró los ojos y la canción empezó a sonar. Empezó a cantar y, como si todo el mundo se congelara, no vi nada más que nosotras dos.

****



Gimendo, me aferré al borde de la mesa tan fuerte como pude. Me dolía el cuerpo y me duele mucho la espalda.

CARNICERÍA || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora