CARNICERÍA || FREENBECKY

Capitulo 49

CHARLOTTE

Ha pasado más de una semana desde que nos refugiamos en el centro comercial. Han pasado días desde que he estado atrapada aquí con nada más que máquinas e instrumentos. He estado ocupada haciendo toda la investigación con los datos de la madre de Brianna  y creo quemi cabeza está a punto de explotar.

:- Amor, hora de comer- Miré a la puerta solo para ver a la chica más hermosa de mi vida, Engfa.

:- Gracias, amor- Le sonreí y cogí una silla para que se sentara. Ella caminó con gracia hacia mi dirección y se sentó en la silla con nada más que una sonrisa que podría hacerme olvidar lo cansada que estoy.

:- Encontré algunas salchichas e hicimos sopa con ellas. Sé que es raro, pero sabe bien por alguna razón- explica mientras me saca una cucharada.

:- Di ahhhh- dijo riendo, con mucho gusto abrí la boca para que ella me alimente.

Masticando, probé la salchicha dulce y un poco de sal de la sopa. Fue extraño decir que honestamente sabe bien. Si hubiera estado experimentando en el laboratorio, las chicas habrían estado experimentando con los productos de lata que pueden conseguir.

:- ¿Quién pensó en esto?- Pregunté porque la mayoría de las veces, es Yada y a veces es Rose.

:- Yo lo hize!- Dijo con orgullo y no pudimos evitar reírnos de cómo le hinchan las mejillas cuando sonríe.

:- Hiciste muy bien amor- le dije y la besé en la mejilla.

Aunque he estado ocupada, Engfa siempre me visita con comida. Ella respetó el tiempo que necesitaba para centrarme en lo que estoy haciendo. Ella siempre ha sido comprensiva y paciente con mi pasión de nerd y lamento por completo el hecho de haberla dejado antes. Juro por el universo que pase lo que pase, nunca más la dejaré.

Después de terminar nuestro almuerzo, Engfa se quedó un rato. Ella tiene que esperar a que alguien regrese aquí y me acompañe. Becky, Jisso y Fay se turnan para venir conmigo y acompañarme aquí en el laboratorio, pero cada vez que es hora de almorzar, me dan privacidad con Engfa.

:- Amor, ¿puedes?- tan pronto como me doy la vuelta, los labios suaves se encontraron los míos.

:- Te extraño, amor- susurró entre nuestros besos y sentí que el calor viajaba desde la parte posterior de mi cuello hasta mi columna vertebral.

No me costó mucho tiempo pensar que ella me necesitaba, y yo la necesitaba. Anhelábamos el gusto del otro mientras nuestros labios y nuestra lengua se dominaban el uno al otro.

Cerrando la puerta, la besé de hambre mientras la guiaba a la mesa. Sus manos encontraron su camino dentro de mi camisa y la sensación de su piel contra la mía era embriagadora.

La lujuria corría por mis venas cuando empecé a tirar de su camisa por encima de su cabeza. Ella no me dejó hacer todo el trabajo, ya que también me quitó la camisa. Me arrodillé y le tiré de los pantalones cortos junto con su ropa interior y la vista de su humedad me puso caliente.

Me bajé los pantalones y estaba a punto de quitarme las gafas, pero luego me detuvo.

:- Déjate las gafas puestas- dijo y me dio otro beso.

Nos besamos como si no hubiera mañana, puedo sentir que mis labios se hinchanban por demasiados besos, mordiendo y chupándonos.

Mi mano comenzó a masajear su pecho y un gemido se le escapó de su boca. Mi otra mano viajó hasta su vientre, hasta su corazón. Me paré con orgullo entre sus piernas mientras se sentaba en la mesa sin nada que cubriera su piel enrojecida.