Fuego Y Plumas

la celda de confesion

La celda de Hawks estaba sumida en una penumbra casi total, la única luz provenía de la tenue iluminación del pasillo exterior. Hawks, sentado en el frío suelo, se abrazaba a sí mismo, tratando de encontrar algo de calor y consuelo en su situación desesperada. Su mente estaba nublada, y cada respiración parecía pesarle más.

La puerta de la celda se abrió de golpe, rompiendo el silencio. Hawks levantó la vista lentamente, sus ojos encontrándose con la figura imponente de Dabi que entraba en la celda. Sin mediar palabra, Dabi se acercó con pasos firmes y decididos. Con un movimiento brusco, levantó a Hawks, acorralándolo contra la pared.

DABI: -con voz suave pero firme- ¿Quieres que te ayude a curar esos labios?

Hawks, con su cara pálida y sus labios secos y agrietados, no pudo responder. Estaba demasiado debilitado y aturdido por la situación. Sentía la fría pared contra su espalda y el calor del cuerpo de Dabi muy cerca.

Dabi, notando la condición de Hawks, levantó su mano y acarició suavemente los labios del héroe con su pulgar. El contacto hizo que Hawks cerrara los ojos por un momento, sintiendo una mezcla de confusión y un inesperado consuelo en el toque de Dabi.

DABI: -susurrando- Permíteme...

Antes de que Hawks pudiera procesar las palabras, sintió los labios de Dabi sobre los suyos en un beso suave pero firme. La mano de Dabi descendió lentamente hasta la cintura de Hawks, pegándolo más a él. Hawks, aún débil, sintió una mezcla de emociones mientras sus cuerpos se unían en ese contacto íntimo.

HAWKS: -jadeando ligeramente- ¿Por qué...?

DABI: -acariciando la mejilla de Hawks- Recuerdo que hoy en la mañana me dijiste algo.

Hawks se tapó la cara con sus manos, sintiendo sus mejillas un poco calientes.

HAWKS: -titubeando- Olvida lo que dije y-yo...

Dabi soltó una risa suave y bajó las manos de Hawks un poco, mirándolo con una mezcla de diversión y ternura.

DABI: -provocante- Es muy bonito verte nervioso... Lo has pensado, Hawks?

Hawks asintió un poco nervioso y, dejando de lado sus dudas por un momento, se lanzó él mismo a besar a Dabi. Sus labios se encontraron de nuevo, esta vez con más urgencia y necesidad. Entre besos, Hawks susurró las palabras que había estado conteniendo.

HAWKS: -entre besos- Te amo... Dabi, quiero estar contigo...

Dabi, sorprendido por la confesión, correspondió el beso con igual intensidad. Sus manos acariciaban el rostro de Hawks, sintiendo la sinceridad y la vulnerabilidad en sus palabras. En ese momento, todo lo que importaba era la conexión que compartían, sin importar el caos que los rodeaba.

DABI: -murmurando contra los labios de Hawks- Yo también, Hawks... Yo también.

La celda, aunque fría y oscura, se llenó de una calidez inesperada. Ambos se abrazaron, encontrando en el otro un refugio en medio de la tormenta. Justo cuando la intimidad del momento parecía alcanzar su punto culminante, la puerta de la celda se abrió de golpe nuevamente.

TOGA: -con una sonrisa maliciosa- ¿Interrumpo algo, chicos?

Dabi se separó bruscamente de Hawks, su expresión fría y distante volvió al instante. Hawks, aturdido y con el corazón acelerado, miró a Toga con una mezcla de sorpresa y frustración.

DABI: -gruñendo- ¿Qué quieres, Toga?

TOGA: -con un tono juguetón- Shigaraki quiere ver a Hawks. Dice que necesita una charla más... persuasiva.

Hawks se estremeció ante la idea, pero antes de que pudiera reaccionar, Dabi lo sujetó firmemente del brazo, su agarre fuerte y decidido. Sin decir una palabra más, Dabi arrastró a Hawks fuera de la celda, pasando junto a Toga, quien no pudo evitar reír suavemente.

Mientras caminaban por los oscuros pasillos, Hawks no pudo evitar sentir una mezcla de miedo y esperanza. Aunque su situación era peligrosa, la conexión que había sentido con Dabi le daba una pequeña chispa de esperanza en medio de la oscuridad.