Fuego Y Plumas

bajo el agua

Al finalizar, Hawks se levantó del sofá con una sonrisa y le dio una nalgada a Dabi, quien estaba tumbado, cansado y adolorido. Hawks se inclinó hacia él y, con una sonrisa juguetona.

HAWKS: Es mejor que vayamos a bañarnos.

Dabi levantó la mirada y se encontró con los ojos cálidos de Hawks, que se inclinó y le dio un beso suave. Con las piernas aún temblando, Dabi se levantó con la ayuda de Hawks, y juntos se dirigieron al baño.

Al entrar, Hawks abrió la ducha, dejando que el agua caliente comenzara a correr. El agua empezó a mojar a Dabi, quien se sorprendió y rápidamente trató de apartarse, pero Hawks lo acorraló contra la pared, besándolo apasionadamente mientras el agua los empapaba a ambos.

HAWKS: Relájate, mi amor~ -susurró Hawks entre besos- Estoy aquí contigo.

El agua corría sobre sus cuerpos, intensificando la intimidad del momento. Cuando finalmente se separaron, Hawks notó que el cabello de Dabi estaba mojado y blanco. Hawks sonrió con ternura y levantó una mano para acariciar suavemente la mejilla de Dabi.

HAWKS: Te ves adorable así -dijo Hawks, su voz llena de cariño-

Dabi, sonrojado, miró a Hawks con una mezcla de amor y vergüenza.

DABI: No me digas esas cosas -murmuró, pero no pudo evitar sonreír-

Hawks continuó acariciando el cabello y el rostro de Dabi, disfrutando del momento.

HAWKS: No puedo evitarlo. Te amo demasiado, mi amor.

Dabi se relajó bajo el toque de Hawks, dejando que el agua lavara el cansancio de su cuerpo.

DABI: Yo también te amo, Hawks -respondió, sus ojos llenos de emoción-

Juntos, compartieron la ducha, cada momento lleno de ternura y conexión. La vulnerabilidad de Dabi y la devoción de Hawks crearon una atmósfera de amor y confianza, fortaleciendo aún más su relación.

Cuando finalmente salieron de la ducha, se envolvieron en toallas y se miraron con una sonrisa.

DABI: Esta noche ha sido increíble -dijo Dabi, su voz suave-

HAWKS: Y aún no ha terminado -respondió Hawks, guiñándole un ojo- Vamos a la cama. Tenemos mucho tiempo para disfrutar.

Dabi asintió, siguiéndolo con una sonrisa. Sabía que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían estos momentos juntos, llenos de amor y comprensión.