la marcha forzada

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Hawks salió del baño, su cuerpo aún húmedo por la ducha reciente. La habitación estaba en penumbras, y sus ojos se ajustaron lentamente a la luz tenue. Vio a Dabi de pie junto a la puerta, con una expresión de satisfacción en su rostro y unas esposas colgando de sus dedos.

DABI: -con una sonrisa perversa- ¿Listo, pajarito?

HAWKS: -con una mezcla de resignación y desafío- ¿Para qué?

Dabi no respondió de inmediato. En su lugar, se acercó a Hawks con pasos lentos y deliberados, disfrutando de cada momento de tensión que se acumulaba entre ellos. Cuando estuvo a pocos centímetros de distancia, Dabi tomó a Hawks por el cuello, sus dedos apretando ligeramente en una mezcla de posesión y amenaza.

DABI: -susurrando- No preguntes, solo obedece.

Dabi lo empujó hacia la cama y le colocó las esposas a Hawks, asegurándose de que estuvieran bien ajustadas. Luego, tiró del collar de Hawks, haciendo sonar la pequeña campana que pendía de él.

DABI: -tirando del collar- Vamos, tenemos cosas que hacer.

HAWKS: -tratando de mantener la compostura- ¿A dónde me llevas?

DABI: -con una sonrisa misteriosa- Ya lo verás.

Dabi abrió la puerta de la habitación y empujó suavemente a Hawks para que saliera primero. Hawks obedeció, sintiendo el peso de las esposas en sus muñecas y la tirantez del collar alrededor de su cuello. La sensación de impotencia lo inundó, pero trató de no dejarse llevar por el miedo.

Caminaron por un pasillo largo y sombrío, con las paredes desnudas y el suelo de concreto frío bajo sus pies. Cada paso resonaba en el silencio, creando una atmósfera de tensión y anticipación. Hawks miraba de reojo a Dabi, tratando de leer alguna pista en su expresión sobre lo que le esperaba.

DABI: -murmurando- No mires tanto, pajarito. Mantén la vista al frente.

HAWKS: -con voz baja- ¿Qué planeas hacer conmigo?

DABI: -riendo suavemente- No arruines la sorpresa. Solo disfruta del paseo.

Finalmente, llegaron a una puerta de metal al final del pasillo. Dabi abrió la puerta y empujó a Hawks dentro de la habitación. El interior estaba débilmente iluminado, y Hawks apenas podía distinguir los contornos de lo que parecía ser una especie de sala de interrogatorios improvisada.

En el centro de la sala había una silla, robusta y con correas en los brazos y las piernas. Dabi empujó a Hawks hacia la silla y lo obligó a sentarse. Luego, le quitó las esposas y colocó las manos de Hawks en los posabrazos de la silla, asegurando las correas alrededor de sus muñecas y tobillos.

DABI: -sonriendo mientras ajusta las correas- Ahora, pajarito, alguien más quiere hablar contigo.

Antes de que Hawks pudiera preguntar quién, la puerta se abrió de nuevo y entró Tomura Shigaraki, el líder de la Liga de Villanos. Su presencia llenó la habitación con una atmósfera aún más opresiva.

TOMURA: -con una sonrisa sádica- Buenos días, Hawks. Espero que hayas dormido bien.

HAWKS: -mirándolo con desdén- ¿Qué quieres, Shigaraki?

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora