Fuego Y Plumas

el dolor de la traición

Era de noche, y Hawks estaba en su cama, su cuerpo cubierto de vendas y adolorido. Con dificultad, se levantó y se acercó a la ventana. Al ver su reflejo, se paralizó al darse cuenta de que sus alas ya no estaban. La imagen era devastadora. Cayó al piso, y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.

La puerta se abrió, y en el reflejo de la ventana apareció una figura encapuchada. Hawks, aún en el suelo, giró la cabeza y vio a Dabi. Lleno de cólera, se levantó con esfuerzo y se lanzó hacia él, agarrándolo por la polera.

HAWKS: ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué hiciste esto?! ¡Perdí mis alas por tu culpa!

Las lágrimas corrían por el rostro de Hawks mientras gritaba, su voz quebrándose con cada palabra. La cólera y el dolor se entremezclaban en su corazón, incapaz de contener las emociones que lo abrumaban.

HAWKS: -sollozando- Te di todo, Dabi. Mi cuerpo, mi alma, mi amor... ¡Y tú me traicionaste de la peor manera!

Dabi lo miraba con los ojos llenos de arrepentimiento, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para consolar a Hawks. Con suavidad, levantó a Hawks y lo llevó de vuelta a su camilla, susurrándole disculpas una y otra vez.

DABI: -susurrando- Lo siento, lo siento tanto, Hawks...

Hawks, en la camilla, se dio la vuelta, dándole la espalda a Dabi. Las vendas en su cuerpo eran un testimonio doloroso de la pérdida de sus alas. Pequeñas manchas de sangre se filtraban a través de las vendas, recordando a Dabi el daño que había causado.

DABI: -susurrando para sí mismo- ¿Qué he hecho?

Dabi se levantó, sorprendido por la magnitud de su traición. Las lágrimas empezaron a correr por su rostro, incapaz de contener el dolor y la culpa que sentía.

DABI: -con voz quebrada- Hawks... no sé cómo podré reparar esto. No sé si merezco tu perdón, pero... haré lo que sea para demostrar que aún me importas.

Las palabras de Dabi parecían vacías ante la enormidad del daño que había causado. Hawks, aún dándole la espalda, se mantuvo en silencio, sus sollozos siendo el único sonido en la habitación.

De repente, Hawks se levantó lentamente de la camilla. Dabi, al verlo moverse, se giró hacia él y, sin pensarlo dos veces, lo abrazó con fuerza. Hawks intentó resistirse al principio, pero la desesperación de Dabi era palpable.

DABI: -sollozando entre besos- Perdóname, Hawks... por favor... lo siento tanto... te amo...

Dabi besaba suavemente a Hawks, sus labios suplicando perdón, pero Hawks no respondía. Su cuerpo estaba tenso, su corazón aún roto por la traición. Los besos de Dabi no lograban consolar el dolor profundo que sentía.

HAWKS: -con voz apagada- No sé si puedo perdonarte, Dabi...

Dabi continuó abrazándolo, sus lágrimas mojando el cuello de Hawks.

DABI: -susurrando- Lo sé... pero no voy a dejar de intentarlo. No voy a dejar de luchar por nosotros.

La noche avanzaba lentamente, y ambos se encontraban atrapados en un torbellino de dolor y arrepentimiento. El camino hacia la reconciliación sería largo y arduo, y ambos tendrían que enfrentar los fantasmas de su pasado si querían encontrar alguna esperanza de redención.