fantasias oscuras

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Dabi caminaba por los pasillos del escondite con pasos firmes, pero su mente estaba inquieta. No podía sacarse de la cabeza la imagen de Hawks, completamente atado y desnudo, una visión que lo había asaltado repetidamente desde que lo había capturado. Se sonrojó y sacudió la cabeza, intentando ahuyentar esa fantasía, pero sin éxito. Finalmente, incapaz de resistir más, dio media vuelta y se dirigió al lugar donde tenía a Hawks.

Al entrar en la habitación, Dabi se agachó para estar a la misma altura que Hawks, que estaba sentado en el suelo, encogido y tembloroso. Dabi agarró el mentón de Hawks, obligándolo a levantar la cabeza y mirarlo a los ojos.

DABI: Llevamos mucho tiempo sin hacerlo.

HAWKS: Dabi... no... no creo que sea buen momento...

DABI: Sabes, este tiempo estuve fantaseando contigo, en muchas posiciones.

Con una mano temblorosa pero decidida, Dabi bajó hasta la entrepierna de Hawks, comenzando a acariciarlo a través de la tela.

HAWKS: -tratando de zafarse- Dabi... suéltame... no... n-no me toques así...

DABI: ¿Qué pasa? ¿Estás nervioso? La verdad es que yo también... tanto tiempo sin tenerte a mi lado... extraño estar dentro de ti, pajarito~

Dabi comenzó a desabrochar el cinturón de Hawks, y bajó el cierre del pantalón del héroe, que luchaba inútilmente por liberarse. Con una destreza perturbadora, Dabi sacó una cuerda y le ató las manos a Hawks, luego las aseguró a un fierro de la pared, dejándolo atado con las manos en alto y completamente vulnerable.

DABI: Te ves tan... tan bonito así.

Hawks, con los ojos llenos de miedo y vergüenza, trató de hablar, pero sus palabras se ahogaron en su garganta. Dabi lo miró con una mezcla de lujuria y posesividad, su respiración acelerada mientras comenzaba a explorar el cuerpo de Hawks con sus manos, bajando lentamente por su pecho.

HAWKS: -jadeando- Dabi, por favor... esto no está bien...

DABI: Shh, pajarito. Solo déjate llevar. He estado esperando este momento durante tanto tiempo.

Dabi se inclinó hacia adelante, besando el cuello de Hawks y dejando una serie de mordiscos y chupetones. Hawks cerró los ojos con fuerza, tratando de contener los gemidos que amenazaban con escapar de sus labios. Cada caricia, cada beso de Dabi era un recordatorio de la lucha interna que estaba viviendo.

DABI: -susurrando contra su piel- Te deseo tanto, Hawks. No sabes cuánto te he extrañado.

Hawks, con lágrimas corriendo por sus mejillas, se dejó caer en la desesperación, su mente en conflicto entre el deseo y el horror. Dabi, sintiendo la rendición de Hawks, se detuvo por un momento, mirándolo con intensidad.

DABI: -con voz suave- Eres mío, Hawks. Solo mío.

Dabi bajó un poco más a Hawks, haciendo que este estirara sus brazos más. Levantó las piernas de Hawks y las ató, observando con satisfacción cómo el cuerpo del héroe se tensaba bajo su toque. Dabi, excitado, introdujo sus dedos en Hawks con una sonrisa sádica. Hawks intentaba decirle a Dabi que parara, pero su cuerpo respondía de otra manera, traicionándolo con cada suspiro y gemido.

HAWKS: Dabi~ esto no está bien...

Dabi sonrió y continuó, sus dedos moviéndose con destreza mientras sus labios buscaban los de Hawks. Pero entonces, justo cuando Dabi estaba a punto de introducirse en él, Hawks cerró los ojos y la imagen de Endeavor durmiendo a su lado vino a su mente.

HAWKS: ¡Dabi, esto no está bien! Estoy saliendo con Endeavor, ¡tu padre!

DABI: -acercando su mano a la mejilla de Hawks- No es mi padre -dijo con una voz gélida- Estás confundido, cariño.

Con un movimiento rápido y decidido, Dabi se introdujo en Hawks, arrancándole un gemido profundo y desesperado.

DABI: Eres mío~ Hawks. Solo mío~. No voy a dejar que nadie más te tenga.

Hawks, con lágrimas en los ojos, intentó resistirse, pero su cuerpo respondía de una manera completamente diferente. Dabi continuó con su asalto, sus movimientos rápidos y agresivos, mientras Hawks se rendía lentamente, su mente atrapada entre el deseo y el miedo.

HAWKS: Dabi... por favor...

DABI: -susurrando al oído de Hawks- Shh, pajarito. Déjate llevar.

La habitación se llenó de sonidos de susurros y gemidos, la tensión palpable en el aire. Dabi, perdido en su deseo, no dejó de moverse, sus manos explorando el cuerpo de Hawks, una acariciando su ala con una ternura perturbadora.

DABI: -jadeando- Te he echado tanto de menos, Hawks. Eres todo lo que he pensado en este tiempo.

Hawks, con la mente en un torbellino de emociones, solo podía cerrar los ojos y dejarse llevar por las sensaciones, su cuerpo temblando bajo el dominio de Dabi. La noche prometía ser larga, y el futuro de Hawks parecía cada vez más incierto bajo la sombra de Dabi.

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora