oscuridad en la noche [+18]

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La noche había caído sobre el escondite de los villanos, envolviéndolo en un manto de sombras y misterio. En la oscuridad de su celda, Hawks yacía atado, su rostro pálido y sus alas adoloridas por el esfuerzo y el maltrato. Cada respiración era un recordatorio constante de su encarcelamiento y su lucha por mantenerse fuerte.

El silencio era opresivo, roto solo por el eco de sus propios pensamientos. Hawks cerró los ojos por un momento, buscando alguna señal de esperanza en la oscuridad que lo rodeaba. Sabía que no podía rendirse, no importaba lo sombría que fuera la situación.

De repente, el sonido de pasos rompió el silencio, y Hawks levantó la mirada, encontrándose con los ojos fríos y calculadores de Tomura Shigaraki. El líder de la Liga de Villanos se acercó lentamente, su presencia imponente llenando la pequeña celda con una sensación de amenaza palpable.

TOMURA: -tomando el cabello de Hawks y levantando su rostro- Mírame, Hawks.

Hawks encontró su mirada, una mezcla de desafío y determinación en sus ojos a pesar del miedo que lo embargaba. Sabía que no podía dejarse intimidar, no importaba cuán poderoso fuera su captor.

HAWKS: -con voz firme- ¿Qué es lo que quieres, Shigaraki?

TOMURA: -sonriendo siniestramente- Oh, solo vengo a recordarte quién manda aquí. -apretando el agarre de su cabello- Y para asegurarme de que comprendas las consecuencias de desafiarnos.

Hawks sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras Tomura lo amenazaba con su presencia intimidante. Aunque se esforzaba por mantener su compostura, sabía que estaba en una situación peligrosa, con poco margen para el error.

HAWKS: -tratando de mantener la calma- No me asustas, Shigaraki. No importa lo que hagas, nunca podrás controlar mi voluntad.

Tomura soltó una risa despectiva, su agarre aún firme en el cabello de Hawks.

TOMURA: -con un tono burlón- Oh, pero eso es lo que tú crees, ¿verdad? Pero te aseguro que puedo ser muy persuasivo.

Hawks se mordió el labio, luchando contra la sensación de impotencia que amenazaba con abrumarlo. Sabía que debía mantenerse fuerte, no solo por su propio bien, sino también por el bien de aquellos que dependían de él.

HAWKS: -con determinación- No me romperás, Shigaraki. Puedes intentarlo todo lo que quieras, pero nunca renunciaré a mi libertad.

Tomura lo observó por un momento, evaluando su respuesta con una mirada fría y calculadora. Hawks se preparó para lo peor, pero también se aferró a la esperanza de que algún día, la justicia prevalecería sobre la oscuridad que lo rodeaba.

TOMURA: -con una sonrisa retorcida- Veremos, Hawks. Veremos.

Con esas palabras, Tomura soltó el cabello de Hawks y se alejó, dejándolo solo en la oscuridad de su celda. Hawks respiró hondo, sabiendo que cada día sería una batalla, pero también sabiendo que no estaba solo en su lucha contra el mal que lo rodeaba.

Mientras Hawks intentaba recuperar la calma vio la puerta abrirse una vez más y entró Dabi

Los minutos pasaron y Dabi, sin decir una palabra, comenzó a quitarle las correas a Hawks, notando lo adolorido que estaba. Hawks solo lo miró y no dijo nada, su mirada llena de una mezcla de dolor y resignación. Dabi, con una calma inquietante, comenzó a hablar en un tono suave, como si estuviera consolando a un animal herido. Tomó una de las manos de Hawks y la llevó a sus labios, comenzando a besar y lamer cada centímetro de su piel.

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