Fuego Y Plumas

una noche de placer [+18]

El reloj marcaba las once de la noche. Los niños estaban dormidos y Hato aún estudiaba en su habitación, concentrado en sus libros. En la habitación principal, Hawks y Dabi disfrutaban de un momento de tranquilidad juntos. Hawks estaba acurrucado al lado de Dabi, acariciando su cabeza con suavidad, pero esas caricias pronto se volvieron más íntimas.

Hawks comenzó a deslizar sus manos por su propio cuerpo, alcanzando sus pechos y arrancándose un suave gemido. Dabi sonrió, disfrutando de la reacción de Hawks, y se dio la vuelta, quedando encima de él. Con movimientos hábiles, Dabi subió el polo de Hawks, haciéndolo morder la tela para amortiguar los sonidos.

DABI: -susurrando- Shh, Keigo~. No hagas mucho ruido. Hato aún está despierto.

HAWKS: Dabi~ despacio... por favor~

Dabi sonrió y, en lugar de obedecer, aumentó la intensidad de sus movimientos. Sus manos se movieron con destreza, bajando el pantalón de Hawks con rapidez. Luego, levantó una pierna de Hawks y se bajó su propio pantalón, dejando su erección al descubierto. En un movimiento rápido, Dabi penetró a Hawks, haciendo que sus alas se extendieran y temblaran de placer.

HAWKS: D-Dabi~más suave~

DABI: -con una sonrisa traviesa- No puedo resistirme, cielo. Eres demasiado hermoso.

Los movimientos de Dabi eran intensos y rápidos, llenos de pasión. Hawks, atrapado en una mezcla de placer y necesidad de ser silencioso, mordía su polo con fuerza mientras sus alas temblaban con cada embestida.

HAWKS: D-Dabi~ah~más~

DABI: Te amo, Keigo. No puedo detenerme~

Hawks sintió cómo el placer se acumulaba dentro de él, cada embestida de Dabi lo llevaba más cerca del clímax.

HAWKS: -Dificultosamente- D-Dabi~ah~ estoy tan cerca~

DABI: -susurrando en su oído- Yo también, Kei~ Solo un poco más~

Sin embargo, justo antes de que ambos alcanzaran el punto culminante, un ruido los interrumpió. La puerta de la habitación sonó, haciendo que ambos se asustaran. Hawks se levantó de inmediato, haciendo que Dabi cayera de la cama.

HAWKS: -susurrando nervioso- Alguien está en la puerta!

Rápidamente, Hawks se puso su abrigo y su pantalon, y abrió la puerta de la habitación. Allí, vio a Riku, que lo miraba con miedo en sus ojos.

RIKU: Papi... hay un monstruo en mi habitación... tengo miedo...

Hawks se agachó y abrazó a Riku, tratando de calmarlo.

HAWKS: -suavemente- No te preocupes, Riku. Papi está aquí. No hay ningún monstruo, ¿vale? Vamos, te llevaré a tu habitación y me quedaré contigo hasta que te duermas.

DABI: -levantándose y arreglando su ropa- Hey, Riku, tu papi tiene razón. No hay nada de qué preocuparse.

RIKU: -con voz temblorosa- ¿Seguro?

DABI: -sintiendo- Totalmente seguro, campeón.

Hawks levantó a Riku y lo cargó hacia su habitación, mientras Dabi observaba desde la puerta. Aunque el momento había sido interrumpido, ver a Hawks con Riku le recordó por qué lo amaba tanto.

Al llegar a la habitación de Riku, Hawks encendió una luz suave y miró alrededor, fingiendo buscar al monstruo.

HAWKS: -con una sonrisa juguetona- ¿Dónde está ese monstruo? ¡Voy a atraparlo!

Hawks comenzó a hacer un pequeño show, caminando sigilosamente y lanzando plumas imaginarias contra las sombras. Riku observaba con ojos grandes y brillantes, completamente absorto en la actuación de su padre.

HAWKS: -en tono heroico- ¡Ahí está! ¡El monstruo de las sombras! ¡Lo tengo!

Hawks hizo una serie de movimientos exagerados, simulando una pelea épica contra el supuesto monstruo. Riku comenzó a reír, olvidando su miedo.

HAWKS: -triunfante- ¡Monstruo vencido! No te preocupes, Riku. Ya no hay monstruos aquí.

RIKU: -riendo- Gracias, papi. Eres el mejor.

Hawks lo arropó y le dio un beso en la frente.

HAWKS: Ahora, cierra los ojos y piensa en cosas bonitas. Papi estará aquí contigo.

RIKU: -asintiendo, más tranquilo- Gracias, papi.

Hawks esperó a que Riku se durmiera antes de volver a su habitación. Al regresar, vio a Dabi sentado en la cama, esperándolo.

DABI: -con una sonrisa- Eres increíble, ¿lo sabías?

HAWKS: -suspirando- Solo trato de ser un buen padre.

DABI: -Yendo hacia él- Y lo eres. Ahora, ¿dónde estábamos?

HAWKS: Justo aquí...

Dabi lo besó de nuevo, con la misma intensidad de antes, pero esta vez con más ternura, sabiendo que lo que tenían era especial y valía la pena cada momento.