mañana de tentación

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Era de mañana y Hawks despertó con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas. Al girarse, vio a Dabi a su costado, su respiración suave y su expresión relajada. Con una sonrisa, Hawks dirigió su mano al cabello de Dabi y comenzó a acariciarlo, disfrutando de la textura suave y sedosa entre sus dedos.

De repente, Dabi se dio cuenta y, sin abrir los ojos, agarró la muñeca de Hawks, sorprendiéndolo.

DABI: Buenos días, cielo -murmuró Dabi, con una sonrisa perezosa-

Hawks se sonrojó ligeramente, su corazón acelerándose por el susto y la cercanía.

HAWKS: Buenos días, mi fuego azul. ¿Te desperté?

Dabi negó con la cabeza y, con una mirada traviesa, bajó la mano de Hawks a sus labios.

DABI: No, pero ya que estamos despiertos... -susurró, antes de besar suavemente los dedos de Hawks-

Hawks se sonrojó aún más, sintiendo el calor en sus mejillas.

HAWKS: D-Dabi...

Con delicadeza, Dabi metió el dedo de Hawks en su boca, comenzando a chuparlo de forma provocativa. Hawks contuvo la respiración, sus ojos clavados en los de Dabi mientras una oleada de deseo lo recorría.

HAWKS: ¿Qué estás haciendo? -susurró Hawks, su voz temblando ligeramente-

Dabi no respondió de inmediato, continuando su acción de manera seductora. Después de un momento, retiró el dedo de Hawks y lo miró con una sonrisa pícara.

DABI: Solo estoy disfrutando de la mañana -respondió, sus ojos brillando con diversión-

Hawks tragó saliva, intentando mantener la compostura.

HAWKS: Sabes exactamente lo que haces, ¿verdad?

Dabi soltó una risa suave y se acercó a Hawks, sus labios rozando los de su pareja.

DABI: Claro que sí. Me gusta verte sonrojado.

Hawks no pudo evitar reírse también, su nerviosismo disipándose.

HAWKS: Eres imposible, mi amor.

DABI: Y tú me amas por eso -respondió Dabi, dándole un beso suave en los labios-

HAWKS: Sí, lo hago -admitió Hawks, envolviendo a Dabi en un abrazo- Te amo más de lo que puedo expresar...

Dabi se acurrucó contra Hawks, disfrutando del calor y la cercanía.

DABI: Lo sé, pajarito. Y yo también te amo.

Hawks continuó acariciando el cabello de Dabi, su mente vagando mientras disfrutaba del momento.

HAWKS: Me encanta tu cabello así -murmuró- Tiene un tono tan único.

DABI: ¿De verdad? -preguntó Dabi, su voz suave y curiosa-

HAWKS: Sí -respondió Hawks, bajando la voz- Es hermoso, como tú.

Dabi se sonrojó ligeramente, escondiendo su cara en el pecho de Hawks.

DABI: Eres tan cursi, Hawks.

HAWKS: Solo contigo -respondió Hawks, besando la coronilla de Dabi- Me haces querer ser romántico.

DABI: Bueno, no me quejo -dijo Dabi, levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Hawks- Es lindo.

Hawks sonrió, sintiéndose más conectado que nunca con Dabi.

HAWKS: ¿Qué te parece si pasamos la mañana aquí, sin preocupaciones?

DABI: Me parece perfecto -dijo Dabi, acomodándose más cerca- Podría acostumbrarme a esto.

Hawks soltó una risa suave.

HAWKS: Yo también. Me encanta despertar contigo.

Dabi cerró los ojos, disfrutando de la sensación de estar en los brazos de Hawks.

DABI: ¿Sabes? Nunca pensé que llegaría a tener algo así.

HAWKS: ¿A qué te refieres? -preguntó Hawks, curioso-

DABI: A esto -dijo Dabi, señalando la cama y luego a ellos- A nosotros. A estar en paz y sentirme amado...

Hawks sintió una oleada de ternura y apretó a Dabi un poco más fuerte.

HAWKS: Siempre te amaré, Dabi. Pase lo que pase.

DABI: Lo sé.. -dijo, su voz llena de emoción- Y eso me da fuerzas.

Pasaron unos minutos en silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro. Finalmente, Hawks rompió el silencio.

HAWKS: ¿Te gustaría hacer algo especial hoy?

Dabi abrió los ojos y lo miró con curiosidad.

DABI: ¿Qué tienes en mente?

HAWKS: No sé, podríamos salir a algún lugar tranquilo, tener una cita, solo tú y yo -sugirió Hawks, con una sonrisa-

Dabi pensó por un momento y luego asintió.

DABI: Me encantaría. Hace tiempo que no tenemos una cita adecuada.

HAWKS: Perfecto -dijo Hawks, besando la frente de Dabi- Entonces, después del desayuno, nos preparamos y salimos.

DABI: Suena bien -dijo Dabi, sonriendo- Pero por ahora, quiero quedarme aquí, contigo.

Hawks asintió, sintiéndose increíblemente feliz.

HAWKS: Por supuesto, mi amor. Tenemos todo el tiempo del mundo.

Con esa promesa en sus corazones, se acurrucaron juntos, disfrutando de la tranquilidad de la mañana y el amor que compartían. En esos momentos, el mundo exterior desaparecía, dejando solo el amor y la intimidad que compartían.

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora