Fuego Y Plumas

el escape del ave

Esa noche, Hawks no podía conciliar el sueño. Las palabras de Dabi resonaban en su mente, el dolor y el arrepentimiento que había sentido desde el ataque lo mantenían despierto. Miró el reloj en la pared, marcaban las 2 de la madrugada. Una decisión comenzó a formarse en su mente: necesitaba ver a Dabi, enfrentarlo, entender sus sentimientos y las razones detrás de sus acciones.

Con cuidado, Hawks se levantó de la cama, ignorando el dolor que recorría su cuerpo vendado. Se movió silenciosamente por la habitación, recogiendo sus pertenencias esenciales. Sabía que escaparse del hospital no sería fácil, pero estaba decidido.

Desconectó los monitores y retiró la intravenosa con mucho cuidado, sabiendo que cada movimiento podría alertar a las enfermeras. Afortunadamente, no encontró a nadie en el pasillo. Se deslizó fuera de la habitación y, con cautela, comenzó a dirigirse hacia la salida del hospital.

Las calles estaban desiertas a esa hora, la ciudad envuelta en un silencio inquietante. Hawks se dirigió hacia el escondite de los villanos, sus pensamientos centrados en Dabi. Necesitaba respuestas, necesitaba cerrar esa herida abierta en su corazón.

Al llegar, se escondió en las sombras, observando el movimiento dentro del edificio. Finalmente, vio a Dabi, su figura inconfundible moviéndose entre los demás villanos. Reuniendo todo su coraje, Hawks salió de su escondite y llamó la atención de Dabi.

HAWKS: -con voz firme y algo temblorosa- Dabi, necesito hablar contigo.

Dabi se giró, sorprendido al ver a Hawks ahí. Sus ojos mostraban una mezcla de emociones: sorpresa, dolor, y algo de esperanza.

DABI: -con voz suave- Hawks, ¿qué estás haciendo aquí? Deberías estar descansando.

HAWKS: -dando un paso adelante- No puedo descansar sin entender. Necesito saber por qué hiciste lo que hiciste. ¿De verdad me amas, o todo fue una mentira?

Dabi se acercó lentamente, sus ojos fijos en Hawks. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, extendió una mano, pero Hawks dio un paso atrás.

DABI: -con voz quebrada- Hawks, lo siento. Nunca quise lastimarte. Fui manipulado, y ahora estoy pagando por ello cada día.

Hawks lo miró, sus ojos llenos de dolor.

HAWKS: -con lágrimas en los ojos- Dabi, perdí mis alas, perdí mi confianza en ti. ¿Cómo podemos seguir adelante después de esto?

Dabi dio otro paso adelante, esta vez alcanzando a tomar la mano de Hawks.

DABI: -apretando suavemente su mano- Empezamos por aquí, por hablar, por entendernos. Te amo, Hawks. Y haré lo que sea necesario para demostrarte que puedes confiar en mí de nuevo.

Hawks se quedó en silencio por un momento, sintiendo el calor de la mano de Dabi. Sabía que el camino hacia la reconciliación sería largo y doloroso, pero en ese momento, decidió darle una oportunidad.

HAWKS: -susurrando- De acuerdo, Dabi. Vamos a intentarlo.

Con esas palabras, ambos sabían que el verdadero desafío estaba por comenzar, pero también sabían que lo enfrentarían juntos.

Dabi abrazó a Hawks con fuerza, sintiendo el latido acelerado del corazón de su amado. Hawks, con voz débil, le susurró:

HAWKS: -susurrando- Te amo, Dabi...

Antes de que pudiera decir más, Hawks perdió el conocimiento. El peso de su cuerpo flácido cayó sobre Dabi, quien lo sujetó con fuerza, la desesperación llenando sus ojos.

DABI: ¡Hawks! ¡Despierta, por favor!

Al ver que no respondía, Dabi llevó a Hawks a una habitación dentro del escondite de los villanos. Lo acostó con cuidado en la cama, asegurándose de que estuviera cómodo. La preocupación lo consumía, pero sabía que Hawks necesitaba descansar. Cerró la puerta con suavidad, dejando a Hawks descansar.

Al salir de la habitación, la ira comenzó a hervir dentro de Dabi. Se dirigió hacia donde Shigaraki se encontraba, su rostro una máscara de furia. Al encontrarlo, no pudo contenerse más.

DABI: ¡Shigaraki!

Shigaraki lo miró con indiferencia, levantando una ceja ante el estallido de Dabi.

SHIGARAKI: -con voz calmada- ¿Qué pasa, Dabi?

DABI: ¿Cómo te atreviste a manipularme de esa manera? ¡Hawks está herido por tu culpa!

Shigaraki esbozó una sonrisa sarcástica.

SHIGARAKI: -despreocupado- Hice lo que era necesario. Sabes que en esta guerra no hay lugar para los sentimientos personales.

Dabi avanzó hacia él, la ira vibrando en cada palabra.

DABI: ¡No tienes idea del daño que has causado! Hawks perdió sus alas, su confianza en mí, y casi su vida. ¡Todo por tus malditos juegos!

SHIGARAKI: -encogiéndose de hombros- ¿Y qué propones que haga al respecto? Ya está hecho.

Dabi apretó los puños, la tentación de atacar a Shigaraki era abrumadora, pero sabía que no solucionaría nada. Necesitaba una manera de proteger a Hawks y asegurarse de que algo así no volviera a suceder.

DABI: -respirando hondo- Si vuelves a manipularme o a lastimar a Hawks, te aseguro que pagarás por ello. Esta guerra no justifica el daño innecesario a los nuestros.

Shigaraki lo miró con una mezcla de sorpresa y diversión.

SHIGARAKI: -sonriendo- Veremos, Dabi. Veremos.

Dabi, aún furioso, se dio la vuelta y se alejó, la determinación clara en su mente. Sabía que debía encontrar una manera de mantener a Hawks a salvo, incluso si eso significaba enfrentar a la Liga de Villanos y su propio líder.