la prueba de lealtad

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Era de tarde y la Liga estaba reunida en su base, todos mirando fijamente a Dabi. Shigaraki dio un paso al frente y, sin previo aviso, le dio una bofetada a Dabi, gritándole y preguntándole por qué dejó escapar a Hawks.

SHIGARAKI: ¿Por qué dejaste escapar a Hawks?

Dabi se quedó callado, la expresión en su rostro impasible. Shigaraki, furioso, le dio otra bofetada, esta vez más fuerte, haciendo que Dabi cayera al suelo.

SHIGARAKI: ¡Responde!

Los demás miembros de la Liga observaron en silencio, algunos con preocupación y otros con indiferencia. Shigaraki les hizo una seña para que se retiraran y volvieran a sus actividades. Luego, agarró a Dabi por el brazo y lo arrastró a un lugar apartado, lanzándolo contra una pared con fuerza.

SHIGARAKI: No voy a preguntártelo de nuevo. ¿Por qué dejaste escapar a Hawks?

Dabi levantó la mirada y vio a Shigaraki quitándose el cinturón. Trató de decir algo, pero Shigaraki le golpeó con el cinturón antes de que pudiera hablar. El golpe resonó en la habitación, dejando una marca visible en el cuerpo de Dabi.

Shigaraki se agachó, quedando a la altura de Dabi, y agarró su cara con brusquedad.

SHIGARAKI: ¡Respóndeme!

Dabi desvió la mirada, tratando de evitar la ira de Shigaraki. Pero eso solo lo enfureció más. Con una sonrisa siniestra, Shigaraki agarró unas cadenas y ató las manos de Dabi. Las cadenas comenzaron a elevar a Dabi, dejándolo colgado en el aire, apenas tocando el suelo con las puntas de los pies.

SHIGARAKI: Última oportunidad. ¿Por qué dejaste escapar a Hawks?

Dabi, con las fuerzas menguantes, suspiró y finalmente habló.

DABI: No lo hice yo... alguien se lo llevó.

La respuesta hizo que Shigaraki se detuviera por un momento, evaluando la sinceridad en las palabras de Dabi. Sus ojos escudriñaron cada detalle en el rostro de Dabi, buscando algún signo de mentira. Finalmente, bajó la mirada y se levantó, soltando un suspiro de frustración.

SHIGARAKI: ¿Quién?

Dabi permaneció en silencio, luchando contra el dolor y la humillación. Shigaraki se acercó nuevamente, esta vez con una calma aterradora.

SHIGARAKI: Dabi, sabes que no tolero la traición. Pero también sé que no eres estúpido. Si dices la verdad, tal vez puedas redimirte.

Dabi respiró hondo, tratando de reunir la poca dignidad que le quedaba.

DABI: Fue Endeavor. Vino por él. No pude detenerlo.

Shigaraki se quedó en silencio por unos instantes, procesando la información. Finalmente, soltó una risa seca y sarcástica.

SHIGARAKI: Endeavor, claro... siempre metiéndose donde no debe.

Se dio la vuelta, dejando a Dabi colgado mientras pensaba en sus próximos movimientos. Sin embargo, antes de irse, se acercó una vez más a Dabi.

SHIGARAKI: Esto no ha terminado, Dabi. Asegúrate de no fallarme de nuevo.

Con esas palabras, Shigaraki se alejó, dejando a Dabi colgado, agotado y adolorido. Dabi cerró los ojos, tratando de soportar el dolor, sabiendo que su camino hacia la redención sería largo y tortuoso.

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora