encuentros en la oscuridad

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Ya era de noche y Endeavor estaba hablando con Hawks en la sala de héroes. Endeavor intentaba comprender el comportamiento errático de Hawks, buscando una razón para su distanciamiento.

ENDEAVOR: Keigo, necesitamos hablar sobre lo que sucedió hoy. No puedo dejar de preocuparme por ti.

Hawks, sin embargo, se levantó abruptamente, evitando el contacto visual.

HAWKS: Enji, por favor, no esta noche.

Endeavor intentó detenerlo, extendiendo una mano, pero Hawks desplegó una de sus alas, bloqueando el gesto.

ENDEAVOR: Hawks, espera...

Hawks no respondió y continuó caminando, saliendo de la sala. Subió rápidamente hasta la azotea del edificio, con el corazón latiendo rápido en su pecho. Al llegar a la azotea, se tomó un momento para respirar profundamente antes de lanzarse al vacío, abriendo sus alas para tomar impulso.

El viento nocturno acariciaba su rostro mientras volaba, buscando la libertad que solo el cielo podía ofrecerle. Hawks voló hasta que llegó a la fábrica abandonada donde Dabi había quedado en encontrarse con él. La antigua estructura, oscura y desierta, se alzaba como un espectro en medio de la noche.

Hawks aterrizó suavemente frente a la entrada de la fábrica, doblando sus alas mientras caminaba hacia el interior. La luz de la luna se filtraba a través de las ventanas rotas, creando sombras inquietantes en el suelo polvoriento. Al avanzar, Hawks escuchó un susurro familiar.

DABI: Llegaste, pajarito.

Hawks se giró y vio a Dabi apoyado contra una pared, con una sonrisa que apenas se distinguía en la penumbra.

HAWKS: Dabi...

Antes de que pudiera decir más, Dabi se acercó rápidamente, envolviendo a Hawks en un abrazo firme. Las manos de Dabi exploraron su espalda, bajando lentamente, provocando un escalofrío en Hawks.

DABI: No puedo dejar de pensar en ti. Cada noche, cada día, solo estás tú en mi mente.

Hawks cerró los ojos, dejando que el calor de Dabi lo envolviera. Se dejó llevar por el momento, disfrutando de la intimidad que tanto había anhelado. Las manos de Dabi continuaron su recorrido, deslizándose bajo la ropa de Hawks, tocando su piel con un ardor contenido.

HAWKS: Dabi... -murmuró, su voz temblorosa-

DABI: ¿Te gusta esto, pajarito? -susurró Dabi en su oído, mordisqueándolo ligeramente-

Hawks gimió suavemente, sus alas temblando con cada caricia. Sentía el deseo arder dentro de él, una mezcla de pasión y desesperación que lo consumía.

HAWKS: Sí~me gusta...

Dabi sonrió, deslizando sus manos por la cintura de Hawks, apretándolo contra él. Los labios de Dabi encontraron los de Hawks en un beso profundo y apasionado, robándole el aliento. Los toques se volvieron más intensos, cada movimiento cargado de una necesidad urgente.

De repente, el sonido de un teléfono vibrando rompió la magia del momento. Hawks se separó, respirando con dificultad, mientras buscaba en su bolsillo. Vio que era un mensaje de Endeavor.

MENSAJE: ¿Dónde estás? Estoy preocupado.

Hawks miró a Dabi, que observaba con una mezcla de frustración y comprensión. Hawks suspiró, apagando el teléfono y guardándolo de nuevo.

HAWKS: Tengo que volver...

DABI: Lo sé, pero quiero verte de nuevo. Mañana por la noche, mismo lugar.

Hawks asintió, besando a Dabi una última vez antes de extender sus alas y volar de regreso. Mientras se alejaba, su corazón latía con fuerza, dividido entre el deber y el deseo.

Al llegar al edificio de los héroes, Hawks aterrizó en la azotea, encontrándose con Endeavor esperándolo.

ENDEAVOR: Keigo, ¿dónde has estado?

Hawks se quedó en silencio, su mirada llena de conflicto. Sabía que tenía que tomar una decisión pronto, pero por ahora, solo quería descansar y dejar que los acontecimientos de la noche se asentaran en su mente.

HAWKS: Necesitaba despejarme, Enji. Solo eso.

Endeavor observó a Hawks con preocupación, pero asintió, respetando su espacio. Ambos se dirigieron al interior del edificio, con Hawks sabiendo que la verdadera confrontación aún estaba por venir.

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora