Fuego Y Plumas

el dilema de Dabi

Shigaraki comenzó a caminar alrededor de Dabi, sus ojos brillando con una mezcla de burla y frialdad.

SHIGARAKI: -despectivo- Recuerda quién eras antes de conocer a Hawks, Dabi. Te uniste a la Liga de Villanos por una razón. ¿Acaso has olvidado tu misión?

Cada palabra de Shigaraki era como una daga, penetrando en la mente de Dabi. El líder de los villanos se detuvo y continuó, con una sonrisa malévola.

SHIGARAKI: -con malicia- Hawks está siendo un gran estorbo para ti. ¿Por qué no te olvidas de él por unos días?

Dabi abrió los ojos de par en par, su corazón latiendo con fuerza. Al voltear, vio a Toga y otro villano sujetando a Hawks. La visión de Hawks en manos enemigas hizo que la ira de Dabi se intensificara, pero también sintió un miedo profundo.

DABI: ¡Déjalo ir, Shigaraki!

SHIGARAKI: -con voz peligrosa- No te acerques a él, Dabi, o podrían matarlo fácilmente.

Dabi se quedó congelado, su mente luchando entre el deseo de proteger a Hawks y la realidad de la amenaza que Shigaraki representaba. Toga, con su característica sonrisa sádica, miró a Dabi mientras sujetaba a Hawks con fuerza.

TOGA: Dabi, deberías hacerle caso a Shigaraki. Después de todo, no queremos que le pase nada malo a tu pajarito, ¿verdad?

Hawks, aún débil y con las vendas cubriendo su cuerpo, miraba a Dabi con ojos suplicantes. Aunque estaba claramente asustado, trató de hablar.

HAWKS: Dabi... no hagas nada que te ponga en peligro...

Dabi apretó los puños, la tensión en el aire era palpable. Cada fibra de su ser quería lanzarse contra Shigaraki y los otros villanos, pero sabía que cualquier movimiento en falso podría costarle la vida a Hawks.

SHIGARAKI: Es sencillo, Dabi. Solo sigue con tu misión y olvídate de Hawks por unos días. Te aseguro que estará... bien cuidado.

DABI: Si le haces daño a Hawks, te lo juro, Shigaraki, te arrepentirás.

SHIGARAKI: -sonriendo- No me amenaces, Dabi. Sabes que no estás en posición de hacerlo. Ahora, toma tu decisión. ¿La misión o tu amante?

La presión en la mente de Dabi era inmensa. Sabía que cualquier decisión que tomara tendría consecuencias graves. Miró a Hawks, tratando de transmitirle fuerza y esperanza a través de su mirada.

DABI: No dejaré que nada te pase, Hawks. Te lo prometo.

Shigaraki, complacido con el dilema que había creado, dio un paso atrás, observando a Dabi debatirse entre su lealtad a la Liga y su amor por Hawks. La situación estaba al borde de un abismo, y cualquier movimiento en falso podría desatar el caos.