la cena del desafío

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Hawks sirvió la cena, un ramen muy popular y también uno de sus favoritos. Mientras ambos se sentaban a la mesa, Dabi no pudo evitar notar la expresión traviesa en el rostro de Hawks.

HAWKS: -sonriendo- Espero que disfrutes la cena, Dabi.

Justo cuando Dabi comenzó a comer, Hawks decidió jugar un poco y prendió el vibrador. Dabi sintió la vibración y rápidamente miró a Hawks, sus ojos empezando a cristalizarse.

DABI: Hawks... ¿otra vez?

HAWKS: -con una sonrisa juguetona- Sigue comiendo, Dabi. No te detengas.~

Dabi trató de concentrarse en su comida, pero cada vez le resultaba más difícil. Sus gemidos comenzaron a fluir, llenando la habitación. Hawks observaba con fascinación la vulnerabilidad de Dabi, disfrutando del control que tenía.

HAWKS: -con voz suave- Dime, cielo, si terminas de comer todo con el vibrador prendido, te daré un premio. ¿Qué dices?

Dabi solo sonrió débilmente y trató de agarrar el control que estaba en la mesa, pero Hawks rápidamente lo agarró, sonriendo aún más.

Hawks: No tan rápido. Te has portado muy mal hoy, Dabi. Así que creo que mereces una pequeña lección.

Hawks subió la potencia del vibrador al nivel más fuerte, haciendo que Dabi levantara las manos en un intento desesperado por parar a Hawks.

DABI: Hawks~ por favor... no más...

HAWKS: -acariciando la mejilla de Dabi- Vamos, mi amor~. Sé que puedes hacerlo.

Dabi extendió sus piernas y trató de mantener el control, pero la intensidad era abrumadora. Sus manos temblaban mientras intentaba seguir comiendo, cada movimiento se volvía una lucha.

DABI: Hawks~ no puedo~ es demasiado~

HAWKS: -con una sonrisa satisfecha- Entonces tendrás que esforzarte más, Dabi. Quiero verte terminar tu cena.

Dabi, con un esfuerzo supremo, trató de seguir comiendo, pero su cuerpo traicionaba sus intentos. Finalmente, dejó caer los palillos, incapaz de continuar.

HAWKS: -acercándose a Dabi- Parece que tendremos que trabajar en tu resistencia, Dabi.

Dabi, exhausto y vulnerable, asintió con la cabeza. Hawks apagó el vibrador y se inclinó para darle un beso suave.

HAWKS: Buen intento. Ahora, descansa. Ya hablaremos de tu premio después.

Dabi se recostó en la silla, respirando con dificultad pero con una pequeña sonrisa en su rostro, sabiendo que aunque Hawks era exigente, también estaba allí para cuidarlo.

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora