el amanecer del caos

39 1 0
                                    

La noche cayó, y Dabi no había regresado a casa. Hawks se sentía inquieto y preocupado, llamando repetidamente a Dabi sin obtener respuesta. Su preocupación creció hasta convertirse en ansiedad palpable.

Los gritos comenzaron a resonar en la calle, y una luz de fuego se filtró por las ventanas. Hawks miró hacia afuera y vio a los villanos causando estragos, con Dabi a la cabeza. Sus miradas se encontraron, y Hawks sintió un escalofrío recorrer su espalda.

¿Qué estás haciendo, Dabi?

Rápidamente, Hawks se dirigió a su habitación y se puso su traje de héroe. Salió de su departamento y comenzó a evacuar a las personas del edificio, guiándolas hacia un lugar seguro.

Cuando llegó al último piso, vio a una niña atrapada cerca de Dabi, quien tenía fuego en la mano. Sin pensarlo dos veces, Hawks corrió hacia ella, protegiéndola del fuego de Dabi a costa de sus propias alas.

HAWKS: ¡Corre, niña! ¡Sal de aquí!

La niña, aterrorizada, comenzó a correr hacia la salida mientras Hawks se enfrentaba a Dabi. Con sus alas quemadas, Hawks se levantó con dificultad y se acercó a Dabi, agarrando sus mejillas.

HAWKS: ¡Dabi, por favor, para! ¡Esto no eres tú!

Hawks se dio cuenta de que los ojos de Dabi tenían un brillo inusual, como si estuviera bajo el control de alguien más. Intentó hacerlo reaccionar con palabras y besos, pero Dabi lo apartó violentamente y aumentó la intensidad de su fuego.

HAWKS: -suplicando- Dabi, por favor...

Dabi no mostró piedad. Las alas de Hawks se quemaron aún más, y él cayó al suelo, retorciéndose de dolor. Sin embargo, Dabi no terminó ahí. Lo levantó del brazo con agresividad y lo ató con una cuerda.

DABI: -con frialdad- Lo que hago es por amor, Hawks. Por nosotros.

Las lágrimas comenzaron a rodar por el rostro de Hawks mientras trataba de hacer reaccionar a Dabi.

HAWKS: -llorando- Por favor, Dabi, vuelve a ser tú mismo...

Dabi lo llevó de vuelta al departamento y lo ató a una silla. Se sentó frente a Hawks, sus ojos fríos y ajenos miraban a los de Hawks, que estaban rojos y llenos de lágrimas.

Hawks intentó hablar, pero Dabi lo amordazó rápidamente, silenciándolo. Luego, sin decir una palabra más, se dirigió de vuelta a la calle con la Liga de Villanos para continuar sembrando el caos.

HAWKS: -intentando hablar- ¡Mmmph!

Desde su lugar atado, Hawks podía escuchar los gritos y el sonido del fuego fuera del departamento. Su corazón se rompía al pensar en lo que Dabi estaba haciendo, sabiendo que estaba siendo controlado de alguna manera.

No te perderé, Dabi. Voy a salvarte, sin importar lo que cueste.

La noche avanzaba, y Hawks, a pesar de estar atado y adolorido, comenzó a planear su próximo movimiento. No iba a dejar que la oscuridad se llevara a Dabi.

Fuego Y PlumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora