You don't want her to go

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— ¿Y tú cómo estás? ¿Dónde están?— pregunté, exaltada y estacionando, muy mal por cierto, mi camioneta a las afueras del cuartel del Cinco-0.

— Estoy bien— contestó una Kono que desprendía algo raro—, me duele mucho la muela que ya no tengo pero estoy bien.

El amago de risa de mi amiga solo hizo que mi corazón se apachurrara un poco más, pues me había preocupado su estado al oír que Gabriel Waincroft y su gente la habían torturado para que Adam le cediera todos sus bienes bancarios.

— Te juro que lo odio. Primero no dejaba a Chin en paz y ahora va por ustedes.

— Charlie, no quiero que le digas nada de esto a mi primo, ¿si?

— Si, te oí la primera vez— murmuré, angustiada por lo que pudiera seguir sucediendo con ella y con Adam—, solo tengan mucho cuidado. Llámame si necesitan algo, también tienes entrada a mi casa, no tienes que avisarme, solo llega.

Colgamos y me apresuré a entrar al cuartel para preparar mi salida hacia donde Steve, Danny, Chin y Lou me esperaban, pues había un loco por las bombas que estaba suelto y que pedía, para que todo su desorden cesara, la liberación de Jason Sinclair, un reo que también era un pirómano y del que justo venía de visitar en la prisión de Halawa.

— ¡Jerry, ya estoy aquí!— exclamé, yendo hacia donde la oficina del aludido se encontraba, es decir, en el sótano y a unos metros de la sala de interrogatorios.

El chico de rizos me recibió con una sonrisa forzada, por la cual tuve que preguntar su razón de ser.

— Catherine esta trabajando con el Cinco-0— reveló él, y aunque quise aparentar que no me interesaba, creo que la mueca de disgusto fue más grande que yo—. No me malinterpretes, me cae bien, ¿sabes? Pero, a la vez no me agrada mucho.

— ¿Te hizo algo?

— No, o sea, solo hoy quizá fue un poco...sarcástica conmigo y con Danny— Achiné los ojos con duda pues, si bien estaba de acuerdo con que la estadía de Rollins no era de mi preferencia, no sabía que su nueva faceta era la de ser mala—. Prácticamente me pidió que no opinara y por eso no pude acompañarte a ver a Sinclair.

— ¿Y alguien te defendió? ¿Estabas solo? ¿Qué te dijo específicamente?

— N-no fue nada grave...— Lo miré con el ceño fruncido sin creerle que había sido algo simple, pues de ser así, no tendría esa expresión de cachorro regañado—. A ver, se supone que te vería en la penitenciaría y buscaríamos a Sinclair y eso, pero luego ella dijo que no necesitabas a alguien que te distrajera o bajara tu inteligencia en un momento de trabajo.

— ¿Qué?

"¿Qué?", pensé, dejando que esa interrogante saliera de mi boca en automático, tampoco entendiendo a qué se debía que Catherine se comportara de esa manera con alguien como Jerry, que además de ser un sujeto tierno, jamás le haría daño a nadie y mucho menos se metería en problemas.

— ¿Y con Danny qué sucedió?

— Él y Steve estaban saliendo por el pasillo, y ya sabes, yo estaba comprando comida de forma casual y para nada sospechosa en la máquina expendedora, por cierto...— El chico de rizos me tendió una barrita cubierta de chocolate, y aunque estaba cruzada de brazos y esperando la nota roja, un atisbo de sonrisa apareció para recibir su detalle comestible—. Catherine los alcanzó, diciendo que era mejor idea que fueran en la camioneta de McGarrett, Danny preguntó y ella solo dijo que así no tendrían que aguantar incomodidades.

— ¿Cat dijo eso?— cuestioné, pues no era para nada una mentira que esa faceta nueva, precisamente eso era, nueva. Y dentro de mí, algo me gritaba que las cosas no estaban bien, además de que no creía aquello—. ¿Estamos hablando de la misma persona?

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