Not this time

718 58 3
                                    

- No es que no te quiera felicitar, pero mi amigo, este hombre a tu lado logra que mi atención se desvíe a él, ¿acaso estás loco?

Danny, en el asiento trasero, había acercado su cabeza al hueco entre el copiloto y piloto. Movía sus manos de forma lenta y pausada, para después solo cerrar sus ojos verdes y suspirar.

Daniel Williams se había enterado del caso que el gobernador Denning asignó un caso al equipo del que ahora formaba parte yo también, y, a sabiendas de lo que sucedió, con la pequeña charla no tan buena, que había tenido con él, estaba todavía más irritado, en especial cuando pudimos decirle que que el asunto era demasiado sospechoso.

- Claro, pero decidiste hacerle caso.

- Oye, viste lo que pasó con Lori. No quiero que despida a alguien más solo porque tú no quieres tomar este caso - espetó Steve, conduciendo ahora el auto del rubio molesto.

- Bien, ahora sí, felicidades, o no tanto. Bienvenida al único trabajo en el que morir es una opción diaria.

Sonreí hacia Danny y él hizo lo mismo, justo después de que el de ojos azules nos mirara con desaprobación y siguiera su camino hasta el Palacio Kamehameha. Una vez dentro, y con otro vaso de café humeante en mis manos, me detuve en el centro junto a la gran mesa que también fungía de computadora, vi las cuatro pantallas y esperé a que Kono saliera de su oficina, seguida de Chin que no quitaba una sonrisa tranquila de su rostro.

- Oye, supe que ahora estarás aquí más tiempo - saludó el hawaiano de facciones asiáticas. Abrió sus brazos y me estrechó en un abrazo cómodo de bienvenida. Kono Kalakaua también pasó su mano por mi espalda a manera de reconfortarme.

- Aun falta su juramento pero está bien, ahora, ¿qué tenemos?

- Si, eh - La delgada mujer se alejó uno metros de mi posición y se abrió paso hasta la pantalla táctil para teclear algunos datos, la foto que el gobernador nos había mostrado también se pudo observar en las pantallas frente a nosotros. Caminé un poco para acercarme y ver con más facilidad que estando detrás del equipo, o mí equipo.

- Era una prostituta, el problema es que parece haberse encontrado con Chris Freed. Es un congresista que justo esta de candidato para ser senador, o al menos es el primer sospechoso por haberlo hallado en su casa.

No hizo falta mucho para decidir ir a buscar al hombre en cuestión y, siendo la nueva, Steve quería que me quedara con él para ver mi accionar.

Habíamos llegado a la oficina de campaña del congresista y a primera instancia, todo parecía ir bien.
Un chico delgado, alto y moreno, nos recibió al entrar y preguntar por el encargado, aunque al inicio solo aduló al equipo y pareció estar de lamebotas, lo cual desesperó a Danny y le soltó un poco de la bomba, lo que causó que por fin nos condujera a su oficina.

Todo el edificio de un piso estaba repleto de panfletos, colores blanco, rojo y azul por todos lados, con gente yendo y viniendo, era demasiado que por un segundo me sentí pequeña en medio de tanta gente que velaba porque un hombre ganara las elecciones.

La oficina de Josh, como lo llamó Steve, no estaba muy alejada sino en el centro del lugar, cubierto con cuatro paredes de cristal y un ventanal enorme con una bonita vista a un parque y altos edificios que lo rodeaban, además de un escritorio y una silla oscura.

— Así que, ¿cuál es la postura del congresista Freed respecto a las prostitutas muertas y halladas en su hogar?— preguntó Daniel Williams, sin tapujos y como en broma.

— Eh, debe haber un error con ese asunto, el congresista nunca se relacionaría con una prostituta, la campaña se basa en esos principios para eliminar la trata de personas y lo que se relacione...

RevengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora