No había pasado mucho tiempo sola en casa. Recibía visitas de Joe, Danny y Steve con frecuencia. No porque fueran mis amigos sino porque el teniente me quería tener vigilada y además, al tanto de lo que sucedía con su investigación sobre Wo Fat.
Esa mañana, con Steve, habíamos salido para entrenar, con una amiga de él, una de las chicas que también me había ayudado a escapar en aquel búnker de Corea y compañera de trabajo en la fuerza táctica de Hawaii.Eran escaleras tremendamente empinadas, eran demasiadas también. Estaban en una pendiente pegadas a una montaña, y lo que hacía difícil la subida era que los escalones tenían un tamaño muy corto, con suerte y cabía la mitad de mi planta del pie.
—No creo que aguanten ni la mitad.
Lori Weston y yo nos miramos de reojo, incrédulas ante lo que habíamos escuchado. Ambas nos reímos en voz alta y nos preparamos para la señal aunque la chica salió antes que McGarret y yo que al final atinamos a verla por delante y a tratar de alcanzarla.
Lo que podía oír eran los jadeos de esfuerzo que todos estábamos soltando. El sol no ayudaba mucho, puesto que estaba en su mayor esplendor y el calor nos agotaba con cada paso que lográbamos dar, sin embargo, ninguno parecía rendirse y pronto pude superar a la compañera de Steve que se limitó a observarme con cautela y con una sonrisa cerrada.Steve venía detrás de mí, se acercaba más y el cansancio se estaba abriendo paso en mi interior, mis pulmones parecían jalar cantidades de aire aún más grandes y pronto el hecho de respirar de manera controlada se vio interrumpida, todo mi recorrido se vio de esa manera cuando, teniendo a McGarret a la par conmigo, mi pie derecho se deslizó en un movimiento consecuente de un pequeño tirón que iniciaba desde mi muslo y que terminó por doblar mi tobillo.
Solté un leve grito que de inmediato impedí salir cuando mis labios se contrajeron en una mueca de fastidio, y claro, de dolor.
Lori se aproximó a mi posición aunque ella estaba peor que yo. Cayó antes de llegar a mi y se quedó en su lugar.—Oh, no. No es posible— soltó Steve cuando vio a la castaña rojiza sobándose el gran raspón y la torcedura de su extremidad—. Con que iban a ganarme, eh.
Ni reír podía, solo lo vi. Estaba completamente sudado, todo su cuerpo estaba empapado en sudor, y sus ojos resplandecían haciendo competencia con el sol, era como ver el mismísimo cielo.
—Venga, tengo que subirlas. La ambulancia no tardará mucho.
Esta vez me permití soltar una risa irónica. Yo no me iba a ir por una leve torcedura tan tonta, la que sí la necesitaba, y con urgencia, era Lori. No podía ni respirar, parecía como un esguince de segundo grado, como llegando a fractura. Pero aún con todos esos signos externos, se levantó y se apoyó en una rama gruesa que utilizó como bastón.
—Si Lori pudo, significa que yo... Oh, vaya gracias.
Con los ojos azules de Steve clavados en los míos fue que me vi levantada en sus brazos, al más puro estilo princesa, aún si estábamos sudorosos y llenos de tierra. No pregunté nada, me sentía tremendamente extraña ahí apresada, de buena manera a fin de cuentas, y hasta cómoda.
—No necesitabas hacerlo, de verdad— murmuré. Observaba su perfil y escuchaba su respiración pesada.
—Uhm, no tengo problema con la ayuda. Te debo la vida, ¿lo olvidas?— inquirió Steve, me oteó y de nuevo clavó su vista al frente. Ya no faltaba mucho para llegar a la cima de la montaña por lo que apresuró el paso, me dejó debajo de un árbol y ayudó a Lori tomándola de un brazo.
—Escucha, sé que me vas a enviar a que vean lo de mi pie, pero de verdad. Estoy bien, solo necesito ir a casa y ya— espeté tranquila. La mujer de los paramédicos aún no se acercaba a revisarme por lo que me anticipé y traté de razonar con Steve, frunció el ceño y, aunque iba a hablar, su celular sonó. Contestó y regresó conmigo, se frotó el puente de la nariz y dijo:—. Ni lo pienses, eso se puede poner peor para ti si no te atienden.

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Revenge
FanfictionVengar a tu única hermana nunca había sido tan fácil y lleno de aventura. Con Steve McGarret como mi compañero y el equipo de la fuerza de Hawaii, nunca me iba a cansar de estar con ellos. Steve McGarret FANFICTION