Al parecer los monstruos han salido de los libros
En un rato nos encontramos en el castillo celebrando este tortuoso día. No he cruzado palabra con casi nadie, pero con las pocas viudas chismosas que se han acercado a dialogar conmigo supe que él se llama Tarren Norwich. Un guerrero de alta categoría y el jerarca del continente noreste. Por lo tanto, mi nombre ya no es Sahory Guiscard sino Sahory Norwich.
Hay muchas más personas que la última vez. El salón está abarrotado de gente de todas partes, incluso vino toda la familia del Duque y Arthur, su hijo mayor no se ha acercado siquiera para desearme la muerte. Está distante y vaya yo a saber por qué.
Me encuentro con mi madre observando al tal Tarren desde la cocina. El hombre tiene una copa de vino en la mano que bebe de a poco mientras conversa con el soberano del reino Coldreid. Quizás el conde lo está felicitando por su boda y alardeando de sus posiciones. Muchos de los invitados bailan entusiasmados en medio del salón mientras yo estoy que jodidamente me arranco la cabeza.
—Es un hombre guapo, ¿no crees? —menciona Elvira en voz baja a mi lado.
—Si te parece guapo ¿por qué no te casaste con él? —le lanzo una mirada de serpiente venenosa, tal y como ella siempre lo hace, pero no le gustó.
—No ha manifestado algún interés por ti y espero que con eso en algún momento te de unos buenos golpes para que dejes de ser tan estúpida. Con el porte que tiene no es difícil saber que son de los que les gusta agredir a las mujeres. —espeta rabiosa disimulando una sonrisa a los que nos voltean a ver.
Sus palabras son suficientes para dejarme inmóvil. En el fondo espero que esté equivocada.
—Sube a tu habitación y te cambias ese vestido porque en un rato te vas. —me ordena con frialdad.
—¿Tan pronto? —le pregunto alarmada y me observa con rigidez.
—Sí. Tu marido me informó que tiene asuntos urgentes por resolver en su palacio, parece que le surgió un problema grave. Entre más rápido se marchen mejor, hay criaturas que están saliendo en esta temporada y los caminos cada vez son más peligrosos. —aclara. Lo siguiente que agrega hace que mi sangre hierva. —Me sugirió que te quedaras para que según él no te desprendas tan de repente de mí que soy tu madre. Pero qué crees... —me mira con desprecio y malicia al mismo tiempo. —Le dije que no me importaba, que tú estarías encantada de irte con él lo antes posible.
<<¿Qué?>>
—Lo habéis dicho para que abandone tu castillo rápido, ¿cierto? —hay enfado en mi tono.
—Eso es exactamente lo que quiero.
Las manos me pican ansiosas de cobrarme por todo lo que me está haciendo.
—¿Sabéis cuál es el consuelo que tengo de irme con ese hombre? —susurro con enojo. —Que no te volveré a ver jamás.
Luego salgo de la cocina dejándola atrás. Camino con serenidad para no llamar la atención y subo a mi alcoba donde podré golpear la almohada sin hacerme daño, pero cuando entro veo que parte de la servidumbre está empacando mis cosas.
<<Maldita seas, madre>>
Aprovecho para agarrar la carta que me dejó Lidxy y la deposito en uno de los equipajes.
Cuando todos salen para llevar mis cosas al carruaje me quedo sola con mi nana en la habitación. Me he cambiado de ropa y ahora me encuentro sentada sobre mi cama mientras ella quita las flores que adornan mi cabello. Tengo un torbellino de emociones que están a punto de estallar. Siento de todo menos la felicidad que una vez me prometí tener.
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UN TOQUE DE FELICIDAD
ФэнтезиDescubrid ahora la magia que os brinda el mundo, los misterios que posee y lo dispuesto/a que estáis por descubrirlos todos. Los secretos escondidos en estas páginas son un pase para aventuraros a un mundo lleno de fantasía y un poco de detonación i...