Un concilio con cuatro brujas infernales
¿ - ?
Lugar: Witxadros.
Concilio de las sombras.
Tres brujas reunidas en una de las salas de un palacio oscuro, ocultas entre la privacidad y confidencialidad del sitio.
Las tres esperando noticias. Más que eso alguna revelación que les sea útil.
Dos de ellas son brujas rojas y una es neófita. Una es la que toma el mando, la otra el segundo y la última recién se une a su mundo infernal.
Discuten sobre un tema bastante importante hasta que aparece una cuarta. A ninguna la toma por sorpresa porque han estado esperando que llegase.
—Mi señora. —inclina la cabeza en forma de saludo dirigiéndose a la suprema líder de las brujas.
—¿Y bien? —cuestiona ella observándola mientras espera la respuesta.
—He obtenido información crucial de las tropas militares. —comienza —Pronto se marcharán de Ashwood rumbo a Dreadfort, un pequeño valle ubicado en las fronteras del este. Los líderes planean cambiar su ubicación y atacar a las criaturas que hace días rondan por esa zona.
—Entonces tendremos la oportunidad de atacarlos en el trayecto. —sugiere la consejera.
—No podemos exponernos de esa forma. Haremos todo como lo tenemos planeado. —demanda la suprema.
—¿Y si ellos ocultan otro plan? —opina la aprendiz mirando a la líder. —¿Como un as bajo la manga?
—No podrán con todos los que tenemos a nuestra disposición. —exclama alternando la mirada en todas. —Nosotros somos mucho más que ellos. Es cierto que podríamos atacarlos precipitadamente, pero eso aceleraría las pérdidas e inmediatamente lo sabrían, ya que son mucho más alertas cuando viajan. Y además... —la mira fijamente afincando las siguientes palabras. —A ella la necesito con vida.
—Ya me queda claro. —responde.
—¿Qué otra cosa habéis averiguado, Griselda? —le pregunta a la bruja que trae las noticias.
—No mucho. —contesta con desinterés —Últimamente no he permanecido mucho en ese sitio.
—¿Dónde habéis estado entonces? —le reclama la consejera.
—Por si no os recordéis aquí también tengo trabajo por hacer. —se defiende —Ni siquiera he permanecido en ese estúpido sanatorio por tanto tiempo por lo mismo y eso que nadie lo ha notado, gracias a mi agilidad. —alardea —Las pocas veces que he estado presente me fijo que no haya mucha gente. Me fastidia tener que actuar con normalidad.
Gira los ojos.
—Tendrás que seguir así. Traerme información más útil. No andéis perdiendo el tiempo ahí. —le exige la líder.
—Sabéis que debo tener mucho cuidado de que nadie me descubra. He permanecido suficiente tiempo con esos soldados como para darme cuenta que suelta información con facilidad. Si se tratan con la amabilidad suficiente y le sonríes algunos pueden caer fácilmente, aunque... hay unos que no son tan convencibles como parece.
—¿Ah no? ¿Cómo quiénes? —cuestiona la aprendiz.
—Ese hombre que se llama Duarte, es el líder de los Templeit. Mantiene con un genio de mierda. También podría ser Arvel, leny y ni hablar de Tarren. Últimamente ha estado muy atento a todo, vigilante.
—Es un hombre complicado entonces.
—Dímelo a mí que he dialogado con él. Unas veces está bien, pero otras aghh provoca mandarlo al diablo. No sé cómo hacía su esposa para soportarlo.
—¿Y cómo está él? —esta vez le pregunta la consejera a Griselda, y ella sabe muy bien a lo que se refiere. Ya le habían comentado algo al respecto.
—Por el momento bien. Y de él he querido hablar desde que llegué. —menciona.
Todas las miran detenidamente, expectantes, en silencio, como si fuese a soltar algo importante por la forma en que lo dijo.
—¿De qué precisamente? —le pregunta la consejera.
—He descubierto algo que podría interesarte. Algo que ha revelado.
—Algo cómo qué —curiosea —No lo he visto en años y no sé exactamente que apariencia tenga. —respira profundo mientras rememora ese momento —No lo he visto desde aquella... noche.
—Bueno, si queréis usarlo a tu favor temo que deberás saberlo de todos modos e independiente de lo que pasó. —espeta la bruja inferior y la consejera la mira con un brillo maléfico en los ojos.
—Bien, tal parece que tendré que hacerle una visita a mi hijo. —sonríe con malicia.
—No creo que os reciba con los brazos cruzados ¿o sí? —le suelta en un tono de burla —Con todo lo que le habéis hecho, debe estar odiándote.
—No lo hará por mucho tiempo. Soy su madre después de todo. —se encoge de hombros como si nada.
—¿Y qué pasará con ella? —le pregunta la neófita a la suprema.
—En cuanto hayan acabado con todos... —mira a la bruja inferior —La traerán aquí.
—¿Qué harás con ella? —vuelve a preguntar.
—Tú ya lo sabes querida. La haré sufrir, así como la arrastrada de su madre lo hizo conmigo.
—Ohh, te refieres a esa chica. —cae en cuenta la inferior.
—Sí, a esa misma. —responde —La muy tonta está haciendo lo mismo que su madre hizo una vez. Infiltrarse entre los soldados para luego...
Se calla de golpe dándose cuenta de lo que estaba a punto de revelar.
—¿Para luego qué? —pregunta la que está al segundo mando.
—No tiene importancia ahora.
—¿Entonces la torturarás?
Ante la cuestión le dedica una mirada llena de odio.
—Algo peor que eso. La ofreceré como sacrificio para el ritual.
_______
¿Un sacrificio para un ritual?
¿De qué exactamente?
¿Y por qué?
Bueno chicxs como ustedes ya saben, podéis dejarme sus dudas.
En el siguiente cap voy a desvelar algunas cositas de Makenna (que en realidad se llama Naiara)
Quizás se pregunten por qué o qué tiene ella que ver con la historia de los personajes principales, lo cierto es que ellos tienen una conexión y Naiara (aunque no lo parezca) tiene mucho que ver.
Espero os guste :D
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UN TOQUE DE FELICIDAD
FantastikDescubrid ahora la magia que os brinda el mundo, los misterios que posee y lo dispuesto/a que estáis por descubrirlos todos. Los secretos escondidos en estas páginas son un pase para aventuraros a un mundo lleno de fantasía y un poco de detonación i...