CAPITULO X

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⚠️Advertencia: este capítulo contiene temas delicados como el (abuso) si eres sensible a este tema te recomiendo pasar a leer el siguiente cap.

Narrador: tercera persona

Un momento jubiloso para él

Un momento espantoso para ella

La noche se asoma y Sahory ya se encuentra en el dormitorio.

Preparada para dormir y confiada de que su esposo no estará allí se pone una camisola de lino transparentosa para poder descansar a gusto.

Por otro lado, Tarren se está acercando por el pasillo. Se detiene en la puerta de la alcoba, pero no se atreve a entrar. Lo piensa por unos minutos hasta que prefiere dirigirse hacia la habitación de al lado donde dormitó la noche anterior. Se quita la armadura y la ropa que tiene debajo para darse un baño. Fue un día largo, lo cual se siente exhausto. Estaba cenando en el comedor, pero no quiso quedarse más tiempo allí, primero porque Makai hacía mucho ruido como siempre e igual los demás y segundo porque tenía la intención de hablar con su esposa.

Esta noche dormiría con ella. Simplemente no puede ignorar lo que siente cuando ahora ella está viviendo bajo su mismo techo. No puede negar que se siente extraño el solo pensar en que la tomaría como suya finalmente. Su corazón comienza a golpear violentamente sin control su pecho imaginándola a su lado. Intenta convencerse así mismo que la razón por la que ella tiembla cada que lo ve es porque no sabe cómo expresar sus emociones, pero eso le parece inútil. Sabe muy bien que es por el miedo que le guarda. Ese sentimiento que provoca en ella es por su culpa. Pero no puede negar que también siente la necesidad de tenerla entre sus brazos. La ha estado anhelando desde el primer momento que la vio.

Se pone unos pantalones y una camisa, y enseguida sale de aquella habitación dirigiéndose a donde está ella. Espera un momento frente a la puerta dudoso. No quiere que ella le tenga más temor, pero su deseo es más fuerte.

Dentro de la alcoba, la joven Sahory termina de organizar su cabello. Opta por atárselo en una trenza para no dormir con él suelto. Va directo a la cama cuando en ese momento Tarren hace acto de presencia.

—¿Qué haces aquí? —pregunta ella asustada en un grito ahogado.

—No preguntes lo que es obvio. —responde él con sequedad. Por más que lo intente no logra hacer que sus palabras ni su tono no salga afilado como una daga. La mayor parte de su vida ha estado rodeado de guerreros ya sea dando órdenes u obedeciéndolas, pero muy pocas veces ha interactuado con mujeres decentes, lo cual le es difícil dirigirse a ellas con cortesía.

En un instante Tarren traga saliva y desliza su mirada a lo largo de su voluptuoso cuerpo expuesto a la luz de las velas y del fuego de la chimenea. Un calor sofocante lo envuelve al verla tan ligera de ropa. De pronto su miembro se endurece y su rostro se distorsiona con autodesprecio por tener esa reacción delante de aquella mujer, pero aun así no puede apartar sus ojos de ella. El cabello recogido de la joven brilla con destellos coloridos bajo la luz y su piel, que es muy lívida adquiere codiciosamente un tono rosáceo.

—P-por favor, vete. —Sahory balbucea mientras trata de cubrir sus partes visibles bajo la tela con los brazos. Ni siquiera en su inocente cabeza se imagina lo que Tarren está sintiendo en ese momento ni mucho menos se da cuenta de su reacción física. Solo se siente asustada y no quiere estar sola con él por temor a que le haga daño. Se siente tan herida profundamente que piensa que cualquiera la podría lastimar.

—No puedes echarme teniendo en cuenta que esta también es mi habitación. —le lanza —Si ayer te dejé dormir sola fue para que descansaras del viaje, pero hoy no lo estás, ¿verdad? —le dedica una mirada maliciosa.

UN TOQUE DE FELICIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora