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-Goshiki siempre le pedía al resto del equipo que almorzaran juntos, todo con una mirada soñadora en contraste con la forma en que él intentaba parecer relajado. Así que cuando dejó de preguntar, Semi definitivamente se dio cuenta.
El colocador miró a su alrededor con atención después de recoger su bandeja, inclinándose hacia las esquinas para intentar encontrar al jugador de voleibol más joven.
Lo vio junto a la ventana, al final de una mesa, sentado frente a ti .
Los dos se reían y hablaban, inclinándose uno hacia el otro con entusiasmo ante cualquier tema que estuvieran discutiendo.
Los tobillos de Goshiki estaban entrelazados bajo su silla y tú golpeabas suavemente el suelo con los pies. El inocente enamoramiento era tan obvio que hizo que Semi sonriera suavemente.
—¿Goshiki tiene novia? —preguntó a los otros estudiantes de tercer año mientras se sentaba.
—¿Mamá del grupo y no has notado que Goshiki habla efusivamente de su nueva novia? —preguntó Tendo, riéndose a carcajadas y haciendo que los demás se volvieran y le lanzaran miradas sucias.
Semi puso los ojos en blanco. "Washijo me hizo entrenar con Shirabu esta semana", argumentó.
"Bueno, nuestro querido jugador titular más joven se ha conseguido una adorable noviecita".
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Goshiki te siguió hasta tu club después de la escuela, te tomó de la mano con paso alegre mientras caminabas y luego te abrazó antes de irse. En el momento en que dobló la esquina y desapareció de tu vista, salió corriendo hacia el gimnasio. Apenas llegó a tiempo, mezclándose con los demás justo cuando Washijo hizo sonar el silbato y les dijo a todos que se reunieran.
Entraron a la cancha en equipos de tres y Semi le dio una fuerte palmadita a Goshiki en el hombro. "¡Kiki, felicitaciones por conseguir una novia!"
Las mejillas de Goshiki se calentaron y asintió con orgullo. "Gracias. Es tan linda, creo que la amo".
Semi silbó y Taichi se burló de lo que escuchó. "¿Se han besado?", bromeó, viendo cómo el orgullo de Goshiki se desmoronaba en dos segundos.
"¿B-besado?"
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Después de que terminaron sus clases, Goshiki los esperó afuera y los tomó de la mano para que pudieran caminar juntos hacia los dormitorios. Cuando llegaron al lugar donde las chicas y los chicos estaban divididos en cada mitad del edificio, disminuyeron la velocidad hasta detenerse.
Se giró hacia ti y respiró profundamente; su mano se sentía húmeda en la tuya, pero aún así la sostenía.
Le sonreíste con esa dulce sonrisa que tanto le gustaba y él casi olvidó lo que iba a decir, sonriéndote en cambio con una risa suave. "¿Cómo estuvo el club?"
"¡Muy bien! Creo que esto me dará un gran impulso para la admisión a la universidad", respondiste y luego le contaste sobre tu último proyecto mientras él escuchaba. Sin embargo, sus ojos se desviaban ligeramente hacia abajo de vez en cuando.
—Es genial, espero poder verlo cuando hayas terminado —dijo. Hubo una pequeña pausa mientras se acercaba un poco más, parpadeando nerviosamente.
"¿Tsutomu?" susurraste.
"¿Podemos besarnos?"
Respiraste profundamente, intentando contener la sonrisa para parecer un poco más tranquila y, de repente, preocupándote muchísimo por tu respiración. "Sí".
Se inclinó más cerca de ti a intervalos, un poco a la vez, la otra mano descansaba sobre tu cintura porque no estaba seguro de dónde más ponerla. Colocaste tu mano libre sobre su hombro, recorriendo lentamente hasta su nuca mientras sus labios fruncidos finalmente se encontraban con los tuyos.
Estaban un poco secos, pensaste, pero las mariposas que se apoderaron de tu estómago no te permitieron desanimarte mucho por ese hecho. Fue solo un pequeño beso, pero ambos reían con sonrisas felices mientras se separaban.
—Buenas noches entonces —se rió, inclinándose para besarte nuevamente los labios antes de darse la vuelta y caminar hacia su dormitorio.
"¡Buenas noches, Tsuto!"
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Por la mañana, el equipo había entrenado temprano antes de que comenzaran las clases y Goshiki se fue del vestuario. Semi levantó una ceja, Tendo sonrió con complicidad y Ushijima habló al respecto. "Pareces feliz".
—No es nada —se encogió de hombros y se sentó a hacer algunos estiramientos antes de empezar.
Semi chasqueó la lengua y se apoyó en sus hombros, obligándolo a estirarse aún más. —Vamos, puedes decírnoslo.
Goshiki hizo una mueca y controló su respiración mientras sus músculos se calentaban. "Nos... besamos".
Y mientras los de segundo año miraban con disgusto, todos los de tercer año estallaron en gritos y vítores mientras los de primer año se sonrojaban ante la atención.
"No importa, chicos, no es gran cosa", dijo, actuando con timidez, pero era obvio para todos que esto era algo muy importante para él.
Ahora necesita descubrir cuál es el mejor momento para decirte que te ama.
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