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" Bebé ", se queja Atsumu , con el aliento apestando a alcohol.
Pones los ojos en blanco como respuesta y vuelves a centrar tu atención en llevar ambos pesos a vuestro apartamento compartido, tropezando y luchando para llegar al dormitorio y así poder liberarte del parásito que es tu novio.
Finalmente, sentir el colchón contra tu espalda te arranca un suspiro, pero luego la cama se mueve y tu momento de relajación se interrumpe cuando te das cuenta de que Atsumu todavía estaba completamente despierto.
Maldice a Osamu por llamarte a Onigiri Miya en mitad de la noche, y maldícelo por no hacerse responsable de su hermano borracho y arrojarte Atsumu cuando ya podrías haber estado durmiendo profundamente.
"Maldito seas, Osamu", te quejas, echando un vistazo a tu novio. Él ya te está mirando fijamente con una sonrisa burlona, el agarre falla mientras intenta un contacto más cercano.
"Sabes, eres bonita", murmura Atsumu, "mmh ... tan hermosa".
Arqueas las cejas ante esto y dices: "¿Lo soy ahora?"
" Mmm , la chica más hermosa que jamás hayas visto", susurra como si fueras una niña. Evidentemente, no estás impresionada, pero entonces Atsumu toma tus mejillas entre sus manos y se inclina y, de repente, tu cara de póquer se desmorona.
"Quiero besarte, nena", susurra demasiado cerca de tus labios, "¿puedo?"
"Hueles fuertemente a alcohol", intentas razonar.
"¿Y qué?", argumenta, suplicando desesperadamente con los ojos.
Tarareas, como si estuvieras pensando en sus palabras, "bien... tal vez solo una".
Atsumu se anima y de repente une sus labios con los tuyos. Te acomodas en el beso rápidamente, derritiéndote en sus brazos mientras tu novio logra sacarte algunos ruidos.
Para alguien que fue golpeado, Atsumu aún poseía gran parte de su fuerza, ¿crees?
Te alejas primero, dejando a tu novio haciendo pucheros y queriendo más. Él araña suavemente tu cintura y presiona su cuerpo contra el tuyo, necesitado . Gritas su nombre, en voz baja, en advertencia.
"'Tsume..."
"Oh, vamos nena, solo una más, ¿eh ? ¿Por favor ?", dice alargando la última palabra y apenas puedes evitar rendirte.
"Tal vez en la mañana, 'tsumu, cuando no estés borracho."
Atsumu resopla, "oh, está bien, ¿qué te parece?", pero no hace nada para protestar, solo se acurruca junto a ti.
Sonríes ante su infantilismo, "bueno, supongo que a cambio de tu paciencia, puedes tener más que solo un beso".
Atsumu parece animarse ante esto y asiente con la cabeza contra tu pecho: "¡trato!"
En este punto estás a punto de sonreír, Dios, tu novio puede ser tan infantil.
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