𝐕𝐎𝐋𝐋𝐄𝐘𝐁𝐀𝐋𝐋 ʰᵃᶤᵏʸᵘᵘ ˣ ʳᵉᵃᵈᵉʳ

𝐌𝐈𝐘𝐀 𝐀𝐓𝐒𝐔𝐌𝐔

Atsumu piensa que este es el error más estúpido que jamás podría haber cometido.

No se supone que la madera sienta tanto frío, pero su pierna se congela al apoyarla sobre ella.

¿Esto es lo que significa tener las rodillas débiles?

De todos los lugares, de todos los momentos, Miya Atsumu se encuentra arrodillado sobre una rodilla junto a tu cama, con las piernas como gelatina en su intento de buscar las llaves de su apartamento debajo de tu cama.

Esto no sería un problema en absoluto, realmente; él se arrodilla todo el tiempo —para hacer estocadas durante el entrenamiento (la pesadilla de su existencia si le preguntas), para ayudar a su mamá a plantar esas hierbas que está seguro que ella planta para Osamu (odia cómo la tierra se pega a su piel), y para abrochar las correas de tus talones incluso, cuando lo necesitas (no le gusta, solo porque prefiere que estés mucho más cómodo con zapatos más suaves, tobillos sin rozaduras y todo).

Entonces, arrodillarse no es realmente un gran problema para Atsumu...

—Pero estás allí, de pie junto a la puerta del baño, mirándolo con abrumadora sorpresa , evidentemente anticipando algo lo suficientemente serio como para traer lágrimas a tus ojos.

Esto está mal. No es lo que estás pensando: solo estaba buscando sus llaves.

—Tsum... —dices con voz ahogada, con la boca parcialmente cubierta por tu mano temblorosa.

Joder , si esta no es la peor forma posible de hacerlo.

Está seguro de que tiene los ojos muy abiertos y el ceño fruncido por una mezcla de preocupación y arrepentimiento.

—Espera —levantó ambas manos y se puso de pie lentamente—. No es lo que piensas.

Sinceramente, ésta es la forma más estúpida en que podría arruinar esto.

La expresión de tu rostro se desmorona y el calor se apodera de tus mejillas. Si Atsumu pudiera describir tu aspecto, diría que es peor que el de un corazón roto: el horror en tus ojos destella vergüenza y las arrugas entre tus cejas gritan rechazo; lo que una vez fueron mejillas levantadas ahora se han hundido y se han convertido en un ceño fruncido innegable.

Hay lágrimas que amenazan con brotar de sus pestañas, por una razón diferente ahora, piensa, y es todo culpa suya ; le rompe el corazón saber que él es el único culpable.

Y lo enfermizo es que, a pesar de todo esto, todavía te encuentra la cosa más hermosa que jamás haya visto, iluminada por un halo de blanco fluorescente que lo tienta a dejar todo lo que originalmente planeó solo para hacerlo ahora mismo.

—O-oh —murmura—, lo siento, solo pensé... —cierras los ojos y respiras profundamente—, no importa, eso fue una estupidez de mi parte, Tsum.