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Sabes que realmente lo extrañaste. Porque en el momento en que te volteaste hacia el otro lado por la mañana, la cama estaba vacía. Su aroma, ahora desvanecido, permaneció allí. Por supuesto que habías querido volver a verlo. ¿Cómo pudiste olvidar cómo te hacía sentir? El aura feliz, los brazos reconfortantes, el desayuno ocasional en la cama los fines de semana.
Luchas contra una lágrima que brota de tu costado. ¿Por qué tuviste que seguir adelante y arruinarlo todo? ¿Cuál fue la razón? Un año entero desperdiciado.
Tus pensamientos se vieron perturbados por el timbre de la puerta que sonó profusamente. Esperabas que fuera él. Esperabas que regresara para perdonarte, para ser una mejor persona. Abres la puerta ligeramente para tener contacto visual con Bokuto. Sabías que había corrido desde su consultorio hasta ti. Realmente necesitabas a alguien en este momento. Y no sabías a quién llamar más que a él.
—Sé que estabas ensayando —dijiste después de abrir la puerta y dejarlo entrar—. Lo siento mucho. Solo quería estar con alguien —dijiste, mirando al suelo avergonzada.
—Oye, está bien. Salimos temprano hoy. Así que no me perdí la práctica —dijo, quitándose suavemente la chaqueta y tirando su bolso en el sofá. Al observar tu rostro manchado de lágrimas, Bokuto no perdió un segundo en envolver tu pequeño cuerpo en sus brazos.
—Sé que significaba mucho para mí, pero deberías parar. Sabes que no volverá —susurró mientras acariciaba tu cabello y te daba suaves besos en el cuero cabelludo.
Bokuto y tú habían sido mejores amigos desde siempre, lo que hizo que fuera más fácil para ti compartir cosas con él. Era como si ambos supieran todo el uno del otro, exactamente cómo se sentía el otro, pero también sabían que nunca lo resolverían, que nunca sucedería.
Él estaría en otra ciudad y tú no podrías estar con alguien que no pudiera dedicarte cada minuto.
La ansiedad por separación siempre empeora cuando la relación es a distancia. Eso es exactamente lo que sucedió, ¿no? En lugar de ir con él, elegiste la compañía de otra persona. Lo engañaste con otra persona. Nunca supiste que eras capaz de hacerlo.
De esa manera arruinaste muchas amistades y ahora bloqueas tus relaciones pasadas, las cortas sin dudarlo, lo que solo te lleva a tener un círculo de amigos pequeño y muchas tendencias autodestructivas.
—Bo... ¿por qué soy así? No quiero ser así. Quiero mejorar. Quiero ser normal. No quiero depender de la gente. Por favor. Cuídame. Quiero mejorar —un torrente de lágrimas inundó tu rostro, todas siendo absorbidas por la camiseta de Bokuto.
"Ya no quiero sentir este dolor."
Bokuto respondió levantando tu cuerpo tembloroso del suelo. El camino desde el vestíbulo hasta el dormitorio se hizo largo con las palabras que no parabas de murmurar. Hablar tan negativamente de ti mismo rompió el corazón de Bokuto.
