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Shinsuke Kita es un hombre al que le gusta lo que le gusta y que no piensa mucho en lo que no le gusta. Sigue con su rutina diaria: se levanta con el sol, come, hace las abluciones matinales, sale al campo hasta el almuerzo, se toma un descanso y luego vuelve al campo hasta la cena, hace las tareas de la casa y luego se divierte un poco hasta que llega la hora de dormir. A menos que sea fin de semana o un día de juego, en ese caso va a Onigiri Miya para ponerse al día con Osamu, Gin, Akagi y Omimi a la hora del almuerzo.
Sin embargo, algunos días se encuentra yendo a Onigiri Miya un poco antes con la esperanza de encontrarte mientras estás de turno. Eres una estudiante universitaria a tiempo parcial, pero Osamu le ha estado diciendo que tienes lo necesario para dirigir el restaurante por tu cuenta. "Sé que no tengo que preocuparme por irme durante una hora más o menos. Es una buena sensación, Kita".
Es más fácil simpatizar con alguien si un amigo lo avala. Sí, esa debe ser la razón por la que le gustas, porque Osamu lo hace. Llega al restaurante una hora antes; suena un timbre electrónico cuando entra. Está lleno como siempre, pero no hay cola.
"¡Bienvenidos!" Levantas la vista de la caja registradora y sonríes. "¡Kita-san! Llamaré al jefe, está en la parte de atrás haciendo el inventario".
Antes de que pueda protestar, te alejas de un salto. Oye una conversación apagada, el sonido de una puerta que se abre y, un momento después, Osamu ocupa tu lugar con una ceja levantada. "Llegas muy temprano, Kita. No es el día de la entrega, ¿verdad?"
—No, nada de eso. Sólo... tuve algo de tiempo libre.
—Tiempo libre, ¿eh? —repite Osamu, como si estuviera saboreando las palabras por primera vez—. Bueno, ¿quieres comer algo? ¿Lo de siempre?
"Claro, eso servirá."
—Sí, sí —Osamu se inclina hacia atrás y grita hacia la cocina—. ¡Adelante, haz que Kita haga lo de siempre!
Respondes con voz cantarina: "¡Ya empecé!"
Shinsuke no puede evitar la sonrisa que se dibuja en su rostro mientras Osamu lo observa con recelo pero con diversión. Los dos hombres se miran a los ojos durante unos segundos antes de que Osamu suspire. "Por favor, no asustes a la única buena ayuda que he podido encontrar".
"Ni lo imaginaría."
"Sí, claro."
Pero no se puede decir nada más sobre el tema porque sales de la parte trasera con una bandeja llena de comida. Incluso hay una guarnición de tofu frito, algo que no suele ser parte de su pedido. Debes haberlo visto mirando porque le explicas apresuradamente: "El jefe dijo que te gusta el tofu, así que acabo de preparar un poco. Espero que no haya problema". Osamu pone los ojos en blanco y regresa a la cocina, atrapando la mirada de Kita mientras se aleja.
—Está bien —Kita toma la bandeja—. Pero me gustaría recompensarte.
—¡No tienes por qué hacerlo! Es un placer —intentas tranquilizarlo.
"Entonces sería un placer prepararte la cena en algún momento. ¿Podrías hacerlo hoy, después del partido, si te parece bien?"
Mientras dices que sí, Shinsuke saborea su primer bocado de comida. Sí, piensa que podría comer lo que cocinas por el resto de su vida. Sería una buena incorporación a su rutina.
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