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—¡El gimnasio luce exactamente igual! —Tenma trotó emocionado mientras atravesaba las puertas.
Saeko te había invitado a ti y a Tenma a ver la escuela, por los viejos tiempos. Al principio no querías ir, pero tanto Saeko como Tenma insistieron, incluso prometiendo ir a un bar de karaoke después. Habían pasado años desde la última vez que estuviste en este gimnasio. Habías conocido a Tenma por primera vez en este mismo gimnasio, él había golpeado accidentalmente una pelota en la parte posterior de tu cabeza mientras estabas hablando con tus amigos. En ese momento, lo odiaste por eso, pero las cosas han cambiado bastante. Te reíste entre dientes ante el recuerdo.
—¡Cierto! ¡Apuesto a que todavía tienes habilidades fenomenales en el voleibol! —Saeko siguió siendo bulliciosa y riendo mientras los arrastraba a los dos por el gimnasio, hablando con frecuencia sobre su hermano y las habilidades del nuevo equipo. Sin embargo, hablar de los viejos días de voleibol de Tenma lo afectó un poco diferente, y tú lo sabías muy bien.
Sostuviste su mano un poco más fuerte y le dedicaste una sonrisa tranquilizadora, sin que te diera cuenta la divagación de Saeko. Él apretó tu mano a su vez, pero no te perdiste la forma en que se mordía la mejilla cada vez que ella mencionaba su nombre muerto "El Pequeño Gigante".
—¡Espera un segundo! ¡Tanaka te está llamando! —Y con eso, salió corriendo del edificio para responder a la llamada de su hermano. Tenma soltó tu mano y comenzó a caminar hacia el armario del gimnasio, recogiendo una pelota de voleibol solitaria en el proceso. Tenía un aura solemne que rodeaba su ser, se volvió abrumadora para ti.
—Tenma, ¿podemos ir si quieres? —Tenma había estado criticando sus antiguas habilidades últimamente después de ver los partidos recientes en el Estadio de Tokio. Eso lo puso un poco triste, siempre se preocupaba si realmente era tan bueno y si debería haber continuado después de la escuela secundaria.
—Esos nuevos chicos lo van a hacer muy bien en voleibol —hizo una pausa mientras apretaba un poco más la pelota—. Tal vez mis habilidades no eran tan buenas como pensé que eran antes. ¿Qué piensas (t/n)? —Se giró para mirarte mientras te acercabas a él. Normalmente no se pone así, pero se toma las cosas en serio cuando piensa demasiado.
—Creo que eres un gran jugador y siempre lo estarás en mi corazón. —Las cursis palabras dibujaron una gran sonrisa en su rostro y sus ojos brillaron un poco diferente—. ¿Recuerdas cuando te conocí por primera vez? ¡Me lanzaste un remate perfectamente bueno a la cabeza! —La risa burbujea entre los dos, apenas dejándote continuar—. ¡Si no fuera por tu increíble remate, nunca habría tenido la oportunidad de hablar con el as estrella de la cancha! —Tenma se puso nervioso ante tus palabras y sus orejas se pusieron de un rojo brillante. Siempre se sintió tan mal por esa situación, incluso ahora todavía se encoge profundamente por eso.
"(t/n), gracias por todo lo que haces." Enredó sus dedos en tu cabello, su otra mano rodeó tu cintura y te besó suavemente pero apasionadamente.
—¡Qué asco! ¿Estaban a punto de hacerlo mientras yo no estaba? —Las puertas se abrieron de golpe y los gritos de Saeko hicieron que los dos se sonrojaran violentamente. Ella se acercó rápidamente y les echó los brazos sobre los hombros—. ¡Vamos a tomar algo y a hacer karaoke!
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