¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¿Kenma?"
"¿Mmm?"
No quita los ojos de la pantalla del televisor donde dispara a los enemigos a diestra y siniestra, pero sus oídos son todos tuyos.
"¿Quién fue tu primer beso?"
Se ha convertido en un hábito para ti observar cómo sus dedos se mueven sobre el controlador, largos, delgados y diestros, y te preguntas cómo logra moverlos de una manera tan rápida que a ti te parece imposible.
"No tenía ninguno", dice, sin rodeos.
" alguna vez ?"
"alguna vez."
"¿Cómo?", preguntas, sorprendida y al mismo tiempo no, aunque ahora que lo piensas, a lo largo de todos los años que lo conoces, probablemente te lo habría dicho si lo hubiera sabido.
"Todo lo que hice en la escuela secundaria y preparatoria fue jugar voleibol y otros deportes. No tuve tiempo para besar a nadie. Tampoco me importaba", admite.
Supongo que si no estaba contigo o con Kuroo, estaba en casa, jugando videojuegos. Pero estaba esa pequeña obsesión suya con Shoyo Hinata... así que supongo que no era un flechazo después de todo.
Hay solo una pizca de vacilación detrás de lo que dices a continuación, porque sí, Kenma es tu mejor amigo y esto podría cambiar la trayectoria de toda tu relación con él, pero también es Kenma . Kenma con quien has compartido cama y ropa, Kenma que te ha visto tocar fondo y que te ha limpiado los mocos y las lágrimas cuando estabas en tu punto más bajo, Kenma con quien estás unido a la cadera.
"¿Qué pasaría si yo fuera tu primer beso?"
Kenma no vacila ante tus palabras, ni siquiera por un segundo, mientras toca con destreza y despreocupado como siempre.
"Uh, ¿por qué?", pregunta, y tú estás triunfante. Si fuera un ' Puaj, no, ¿qué carajo? ', entonces así es como sabrías que la cagaste. Pero no es así.
"Tiene sentido que yo sea tu primero. Además, solo quiero saber cómo es besarte", admites, encogiendo los hombros.
Los siguientes momentos están llenos de nada más que sonidos del controlador y la música del videojuego en el televisor. En el tenue brillo que irradia la pantalla, se distingue una pequeña mancha rosada en las pálidas mejillas de Kenma.
Se te abre la boca con un jadeo insultado y estás a punto de golpearlo en la cabeza.
"Si crees que soy fea puedes decirlo, Kozume", haces pucheros y cruzas los brazos.
"No es porque piense que eres feo, idiota".
—Entonces ¿por qué tienes que estar borracho para besarme?
Kenma vuelve a guardar silencio. No necesita mirarte para saber que lo estás mirando con total indignación.
"Porque tengo demasiado miedo de mirarte a los ojos ahora mismo".
Vaya .
Ahora lo entiendes.
Kenma Kozume es tan virgen... y lo deseas increíblemente... de hecho, tienes que contenerte para no saltar a su regazo y besarlo hasta que no pueda pensar con claridad.
En lugar de eso, te deslizas del sofá y te diriges hacia su refrigerador, tomas dos botellas de Asahi y el abridor de botellas del cajón de utensilios antes de regresar al sofá, sentándote una o dos pulgadas más cerca de Kenma de lo que estabas antes.
Abres una botella para él, luego otra para ti y, sin dudarlo ni un instante, tomas un trago confiado hasta que estás a punto de beber la bebida.
—Tranquilo —dice Kenma, mirándote de reojo después de beber un trago de su propia botella—. No quiero que me hagas el ridículo.
Dejaste escapar un ruido que era mitad burla y mitad risa, dándole un golpe en el brazo. "No bromees con eso. Esa escena fue traumática".
Dos botellas de cerveza después, los reflejos de Kenma en el juego comienzan a flaquear. Ya no es tan agudo como de costumbre, aunque su estado de embriaguez aún supera las habilidades de un jugador promedio. Mientras tanto, tu cabeza flota con el zumbido del alcohol... bueno, flota .
"Kenmaaa", te quejas, sacudiendo su brazo, cuando de repente su personaje es asesinado a tiros y la pantalla se detiene como para restregarle deliberadamente su derrota en la cara. Reprimes una risita mientras él se pasa las manos por la cara, aunque estás bastante seguro de que no es porque haya perdido.
—¿Qué? —pregunta, pero no consigue transmitir ninguna irritación real hacia ti. Su voz es pequeña, casi frágil.
"Quiero besarte", dices. Tus dedos todavía se aferran a la tela de la manga de su sudadera. Todo el cuerpo de Kenma arde por ello. Está tan jodido .
—Está bien —dice, girando su cuerpo para finalmente mirarte y cruzando las piernas en el sofá—. Pero esto se siente incómodo, ¿cómo estamos...?
y has esperado suficiente por esto, y el alcohol que zumba a través de tu sistema te hace tirar toda tu moral por la ventana, y lo agarras a puñados de su sudadera y lo arrastras hacia ti hasta que tus labios se estrellan, literalmente, y finalmente se calla.
No estás segura de qué te invade, pero lo besas como si tuvieras hambre, sin devastarlo del todo, pero años de anhelo en lo profundo de ti salen a la superficie y te llenan de desesperación.
Además, estás mareado.
No pasa mucho tiempo antes de que recuperes un poco el sentido común y recuerdes que este es solo su primer beso. ¿Tendrás que ser más paciente con él, tal vez?
Te alejas, lentamente, como si intentaras no asustarlo, y encuentras un par de ojos felinos dorados que parpadean hacia ti. Están nadando con algo ininteligible, algo parecido a... ¿necesidad? Crees que debes estar viendo cosas. Estás mareado, después de todo.
El silencio que se cierne sobre ustedes dos es pesado, demasiado pesado. Te duelen los hombros. Te ríes para que se vaya, cubriéndote la cara como si la timidez de Kenma fuera contagiosa y ahora se hubiera extendido a ti.
Finalmente, cuando lo miras de nuevo, está sonriendo casi... triunfalmente . A pesar del rubor que cubre todo su rostro, parece victorioso . Su rostro reemplaza cualquier palabra que pudiera decir y regresa a su juego sin decir palabra.
Tú, sin embargo, luchas por guardar tus pensamientos para ti mismo.
"¿Podemos hacer eso más a menudo?", preguntas, apoyando tu cuerpo contra el suyo y acariciando tu rostro con su calor.
"Sí, podemos."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
