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Distraer a Kuroo mientras estudia para quitarse un gran peso de encima.
Regresaste de clase con ganas de aliviar el estrés con nada menos que tu persona favorita del campus, tu novio Kuroo. Pero ha pasado una hora y él no ha hecho nada más que escribir en su portátil.
—Tetsu —dices con enfado, recostándote a su lado, que está sentado erguido en el sofá. Él simplemente tararea para reconocerte y tú casi te quedas sin aliento por su audacia—. Estoy aburrido —suspiras, gateando hacia él y dándole un beso en la mandíbula—. No, no lo estás —dice, con los ojos clavados en la pantalla frente a él—. Estás cachondo —le lanzas una mirada fulminante, sentándote sobre los talones de tus pies—. Si lo sabes, ¿por qué no haces algo al respecto? —Miras su pantalla, observando los párrafos uno sobre otro que ha estado escribiendo. La tarea debe entregarse en breve, solo quería tener las manos libres durante el resto de la semana.
—Te dije que yo terminaría primero, nena. —Desarrugas el ceño cuando finalmente te mira con simpatía, inclinándose para darte un suave beso en tus labios carnosos. Intenta alejarse, pero te inclinas hacia delante y lo tomas por sorpresa cuando usas la lengua. Él duda, pero te complace y te permite chupar y mordisquear su labio inferior. Antes de que puedas dejarte llevar y rodearlo con tus brazos, te muerde suavemente el labio inferior y lo suelta lentamente mientras se aleja de ti. —Necesitada —dice antes de volver a escribir.
Le tomó toda su fuerza de voluntad apartarse de tus labios, pero quiere terminar su trabajo. Sabes que rechazará todos tus esfuerzos, por lo tanto, tienes una estrategia. Kuroo se levanta y va a su escritorio, creyendo que lo ayudará a concentrarse mejor. Lo dejas trabajar un poco, dejando que pasen los minutos para evitar sospechas. Sabes que es inteligente, por lo tanto, debes tener cuidado. Una vez que pasan al menos 15 minutos, regresas con tu amado pero testarudo novio. "Hola, cariño", dice suavemente, el sonido de las teclas al presionar es casi tan fuerte como su voz. Te inclinas y le das un beso en la mejilla antes de alejarte.
Bajas al suelo y te arrastras debajo del escritorio de Kuroo hasta que te acomodas entre sus piernas. Él te mira durante apenas una fracción de segundo antes de volver a su tarea. Simplemente apoyas la cabeza en su regazo y miras tus uñas cuidadas mientras esperas para ejecutar tu plan. Él no piensa mucho en lo que estás haciendo, se inclina para alisarte el cabello hacia atrás por un momento, lo que hace que sonrías con aprecio. Pero no estás aquí para eso y no puedes dejar que sus lindas acciones te dominen.
Tus uñas se deslizan por sus muslos cubiertos por la ropa, frotando y apretando el músculo. Te muestras tímida un poco más antes de trazar el pequeño bulto en sus pantalones, queriendo hacerlo más prominente. "T/N", dice, sintiendo la forma en que lo frotas a través de sus pantalones deportivos. "¿Sí, cariño?", respondes, batiendo tus pestañas mientras tu mano continúa con tus movimientos traviesos. Le das un apretón, haciendo que sus piernas salten y no puedes evitar reírte.
