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Después de la derrota ante Karasuno, sintió que todo se detenía. Shirabu se llevó la mano al pecho, su corazón se detuvo al darse cuenta de que era el final. Claro, tendría su tercer año, pero no podía detener el sentimiento de culpa que comenzó a inundar su cabeza hasta que lo empapó por completo hasta los dedos de los pies. Si tan solo hubiera escuchado a Semi. Si no hubiera perdido la calma. Si no hubiera...
—Cállate —le arrojó una almohada a la cara y se acercó con su botella de agua azul—. Bébetela toda. Probablemente estés deshidratado de tanto llorar.
"Y/n!"
—Solo digo la verdad, Kenjiro. —Se sentó a su lado y la cama se hundió un poco. Estaban solo los dos en el dormitorio de Shirabu, ya que su compañero de dormitorio había decidido irse a casa durante la semana debido al estrés. Aunque, T/n tenía la ligera sospecha de que el compañero de habitación se había ido debido a la pura ira e irritación que prácticamente irradiaba Shirabu.
Crecer con Shirabu nunca fue una tarea fácil. Él era aún más irascible y se enojaba con facilidad. A Y/n le recordaba al robot de cuerda que Shirabu tenía sobre su escritorio. Al principio, se movía lentamente moviendo sus patas. Pero cuando ella lo tensaba demasiado, uno o dos resortes tendían a salirse volando del mecanismo.
Bebió el agua de un trago cuando se dio cuenta de lo sediento que estaba. Trató de evitar mirar a T/n, que estaba sentada con las piernas cruzadas y balanceando las rodillas ligeramente. Incluso cuando él se comportaba como un idiota, ella estaba allí para él. Estaba agradecido de que ella hubiera venido a ver el juego antes, pero se encogió cuando se dio cuenta de que lo había visto perder. T/n le quitó la botella de agua y bebió el resto del agua dejando escapar un "ah" de satisfacción por el sabor fresco. Se movió de su cama para revisar su mochila, sacando dos paquetes de plástico.
Podían compartir cosas como botellas de agua, bálsamo labial, cucharas y pajitas sin sentirse incómodos. Shirabu se había encontrado con compañeros de equipo boquiabiertos cuando la vieron beber de su botella de agua la primera vez, y se quedaron boquiabiertos aún más cuando le pidió prestado bálsamo labial y se lo untó en los labios con una sonrisa burlona hacia sus compañeros de club.
—Aunque solo estoy de visita, nunca pensaría en arruinar mi rutina nocturna. Así que, te estás poniendo una mascarilla facial conmigo. —En cuanto desapareció en el baño, Shirabu sonrió. Enamorarse de su mejor amiga de la infancia era lo único que podría haber esperado. ¿Por qué mirar a otra chica cuando T/n estaba justo a su lado? Ser independientes el uno del otro, pero también confiar en la motivación silenciosa que provenía del otro.
Aunque Shirabu había trabajado más duro que nadie para entrar en Shiratorizawa, la única desventaja era la ausencia de Y/n en su vida. Cómo se burlaba de él por su cabello, cómo hacía tantas pequeñas cosas para aligerar la atmósfera que a veces él oscurecía, cómo nunca se enojaba con él y solo se acercaba a él con una represalia racional a sus arrebatos ilógicos.
—Está bien, déjame recogerte el cabello. —En cuanto T/n comenzó a recoger su cabello en una cola de caballo en la parte superior de su cabeza, Shirabu pensó que explotaría en un millón de pedazos—. ¡Aw, te estás sonrojando, Kenjiro! —Cuando terminó de atarle el cabello, puso sus manos sobre sus mejillas y le aplastó la cara.
—Basta, T/n. —Intentó quitarle las manos, pero ella solo recurrió a encerrarlas alrededor de su cuello.
—¡Ja! Estás atrapado. —Sonrió ampliamente, admirando cómo su cabello cobrizo parecía una fuente en lo alto de su cabeza.
—Psh, yo también puedo hacer eso. —Shirabu envolvió sus brazos alrededor de su cintura y la atrajo hacia su pecho.
Cuando se dieron cuenta de la posición en la que se encontraban, ambos movieron la cabeza hacia un lado, evitando mirarse por la vergüenza. Se mantuvieron abrazados. Shrirabu está cansado de hacer esto. Caminan de puntillas uno alrededor del otro, coqueteando y siendo los únicos que realmente se tocan.
Él la agarró con más fuerza por la cintura y movió sus piernas a ambos lados de sus caderas. Quería moldear todo su cuerpo al de ella, dejar una huella de su existencia en ella. Solo podía acercarse físicamente hasta cierto punto y nunca se sentía satisfecho.
—Dime que me amas —susurra, rozando su oído con sus labios y su aliento danzando sobre su cuello.
—No puedo. —T/n mueve la cabeza para que ambos se miren directamente a los ojos. Ella sorbe levemente por la nariz. De repente, el estado de ánimo que alguna vez fue perfecto para una confesión se vuelve amargo y Shirabu quiere insultar a cualquier cosa.
—¿Por qué no? —espeta. Él sabe que a ella le gusta. Ella sabe que a él le gusta. Entonces, ¿por qué T/n no dice nada como él esperaba que dijera?
"Estás demasiado emocional ahora mismo y no quiero ser una especie de rebote para ti después del voleibol".
T/n sabía que Shirabu había estado en un cierto estado mental desde la derrota ante Karasuno. Si bien sería bueno, no, si bien podría ser absolutamente increíble para ellos comenzar una relación más profunda, el equilibrio de Shirabu estaba en juego. Ella no quería que él actuara por enojo o por la necesidad de consuelo. Ella quería que actuara por amor hacia ella. Ninguna otra emoción bloqueando el camino de "a" a "b". Ella suelta su cuello. Pero Shirabu solo la atrae más fuerte hacia él.
—No lo serás. Te lo prometo. Te amo. —Aprieta su rostro contra su cuello y sus labios rozan su clavícula.
—Te amo. —No está segura de cómo salen las palabras de su boca, pero lo hacen. Casi como si hubieran estado en sus dientes esperando a salir.
A toda prisa, él la besa. T/n inmediatamente se mueve para que él siga besándola agarrándose de su cuello nuevamente.
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