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Sinopsis : " Sé amable, Shinsuke ". Eso es lo que Yumie siempre le decía a su nieto. Y él viviría según esas palabras, incluso si eso significaba dormir en el suelo todos los fines de semana.
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Al día siguiente de que Kita Shinsuke cumple seis años, la casa vacía del otro lado de la calle de repente cobra vida con ocupantes.
Su vida pasa de ser humilde y tranquila a ser caótica en 24 horas. De repente, es responsable de cuidar al niño malcriado de al lado, a pesar de que tiene su edad. Su hora de dormir se va por la ventana porque tiene que perseguirlos para que se cepillen los dientes, y en su cena siempre faltan algunos elementos que sospechosamente nunca encuentra.
Te conviertes en la pieza central de toda su existencia: un recuerdo flotante en cada rincón de su mente.
Kita escucha tu risa en las canciones de su infancia; siente tus manos empujándolo bruscamente y arrastrándolo por la muñeca; huele la pasta de dientes de menta que metió a la fuerza en su boca después de finalmente alcanzarte.
Parece que tú y él nacieron para ser polos opuestos. Donde él trepa, tú tropiezas. Donde él se sienta tranquilamente a la mesa, tú tienes un torrente interminable de anécdotas para contarle a la abuela (aunque la mitad de ellas son muy exageradas; él estuvo literalmente allí para presenciarlo). Donde él se comporta como un niño normal, tú ni siquiera puedes quedarte quieto durante la hora del cuento en clase.
Sin embargo, las diferencias entre ustedes no sirven para alejarte de su vida. Adonde él va, tú vas.
Es una consecuencia de haber crecido a treinta metros de tu puerta principal y de haberte invitado a casa cuando tus padres de repente se mudan para realizar viajes de negocios de una semana.
Y no le importaría tanto, en realidad, si no fuera porque la abuela tenía la misma cantidad de amor para todos. Eso, y él tendría que dormir en el suelo cada vez que tú aparecieras.
Para ser alguien tan disciplinado y con los pies en la tierra, Kita Shinsuke era un niño envidioso. Odiaba tenerte en su casa, porque eso significaba que su amada abuela tenía que dividir su atención entre ustedes dos. Porque ella siempre te arropaba antes que a él. Porque eras más ruidoso, más necesitado, más de todo . Porque a menudo se despertaba con dolores de espalda a la madura edad de seis años.
