¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kenma suspiró ante su intento rechazado de tomar tu mano mientras tú apartabas la tuya de la suya con el ceño fruncido. Estabas de mal humor otra vez, esta vez estabas enojada con él por razones de las que no estaba segura.
Ambos volvían de una cita, él los había invitado a cenar porque hoy cumplían seis meses. Como ambos estaban en la escuela secundaria, la comida no era en un elegante restaurante de 5 estrellas, pero tampoco era McDonald's, y Kenma sabía que eso tampoco te molestaba. Entonces, mientras ponía los ojos en blanco y metía las manos en los bolsillos de sus pantalones tratando de contener su frustración, pensó en la cita y en cualquier cosa que pudiera haber hecho mal para molestarte, no podía pensar en nada.
"¿Qué pasa?" preguntó mirándote.
"Estoy bien", murmuras, cada vez más irritado por tu terquedad.
"Me cuesta creerlo", se burló haciéndote mirarlo fijamente.
"¿Por qué estás enojada conmigo? ¿Hice algo malo?" Continuó mirándote, era bastante difícil permanecer enojado contigo mientras usabas ese lindo vestidito que complementa tu cuerpo perfectamente con su blazer negro sobre tus hombros.
Sí, Kenma llevaba un traje, sólo para ti, él nunca se pondría algo así, pero era una ocasión especial y quería impresionarte, incluso se recogió el pelo en un moño elegante. Si alguien más lo viera así, estaba bastante seguro de que querría suicidarse.
—¿Quién dijo que estaba enojada contigo? —refunfuñaste acelerando el paso, lo cual era bastante difícil cuando llevabas tacones.
La mandíbula de Kenma se apretó mientras tú seguías caminando obstinadamente delante de él, con un suspiro de frustración te alcanzó agarrándote suavemente la muñeca. Te atrajo hacia él agarrándote la cintura. "No te alejes cuando estoy tratando de tener una conversación contigo por favor y no voy a dejar que te vayas a casa molesta de nuestra cita ¿de acuerdo? Así que lamento lo que he hecho", te dijo con un brazo alrededor de tu cintura y el otro levantando tu barbilla para que mantuvieras contacto visual con él.
—¿Sabes siquiera por qué lo lamentas? —Lo miraste con el ceño fruncido.
"No bu-"
"¡Entonces no lo sientes!"
"Cariño, ¿puedes decírmelo? Quiero que esta noche sea perfecta para ti..."
—Bueno, ya arruinaste esa idea cuando dejaste que esa camarera coqueteara contigo —espetaste de vuelta. El rostro de Kenma estaba lleno de confusión, preguntándose de qué diablos estabas hablando.
"Estoy confundido... ¿por qué ella coquetearía conmigo?"
"¡Ella literalmente estaba coqueteando contigo, Ken! ¡Esa bebida gratis, solo hablando contigo, incluso halagándote! ¡Está en nuestro año, sé que está enamorada de ti!" Cada minuto te enojabas más por su actitud despreocupada.
