No habrán más (2/2)

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Apretó un poco mi cintura y me pegó a él.

Ruiko: ¿Bailamos?- me sonrió sin mostrar su dentadura y yo asentí con una pequeña risa. Nos miramos fijamente a los ojos y bailamos en pareja One and Only porque era la canción que estaba empezando a sonar.- Quisiera que alguien me dedicara una canción así.- dí una risita .

- ¿Ah sí? Estaría genial que una de tus futuras novias te la dediquen.

Ruiko: Ya veremos si lo hacen. Lo más probable es que si.- reímos.- No habrán más novias.- me besó la frente.

-Entonces no me queda de otra más que dedicártela.- me sonrió tan dulce que acercó su rostro al mío.

Ruiko: Hablo en serio. No habrán más.- su mirada era tan profunda que me había causado un escalofrío y algo de nervios, al parecer lo decía en serio y lo sabía porque no dejaba de mirarme a los ojos pero luego desvió su vista y la fijó en mis labios; me miró nuevamente a los ojos para pedirme permiso de lo que estaba pensando hacer y nos hundimos en un beso.

Le mordí el labio y me respondió de la misma manera, luego hundió una de sus manos en mi cabello, acariciándolo y al mismo tiempo hacía la función de detener mi cabeza. Nos inclinamos y bajé mis manos de su cabeza para sostenerme de la tabla de la cocina con mis codos en forma de arco y recargada por la parte de atrás, me aburrí de esa posición en cuestión de segundos y apreté su camisa con mis manos en la parte del pecho, acercándolo e intensificando el beso.

No sé que nos estaba pasando pero era algo más intenso o quizás de la misma magnitud que el beso que nos dimos en la casa del árbol aquella vez.
¿Qué nos estaba pasando? Esta sensación era extraña, solo él me hacía sentirla al besarlo de esta forma. Creo que era deseo por muy penoso que sonara de mi parte, pero era un fuego que recorría cada vena de mi cuerpo y que me hacía reaccionar de esta manera y quebrar mis pensamientos.

Acarició mi espalda y después bajó sus manos lentamente, dejándome con el corazón en la boca. Se detuvo en mis caderas y fue ahí donde se aceleró solo un poco el beso, estiré mis brazos a su espalda, le volví a morder el labio; éste levantó mi cuerpo y me sentó en esa barra, quedando él en medio y siendo prisionero de mis piernas en el momento en el que encerré su cintura con las mismas.
Nuevamente hundí mis dedos en su cabello y este acarició mi espalda con una de sus manos mientras que la otra sostenía mi mentón.

Ruiko: Si no nos detenemos...- hablaba en susurros pero no dejaba de besarme- no sé qué podrá pasar... Me estoy descontrolando Izumi.- a como pude le respondí.

- No eres el único... No pienso parar.- lo que dije había sido la llave del candado en ese momento. Me cargó y sin dejar de besarme me llevó a alguna dirección y me di cuenta de que era su habitación. Dios mío, sentí un cosquilleo tremendo en mi pecho que luego recorrió en cada una de mis entrañas que nuevamente me quemaba en vida.
Por primera vez en mi vida lo estaba deseando, quería que pasara, quería que fuera mío y que yo fuera suya, miren nada más hasta donde ha llegado y cambiado al mismo tiempo Izumi Kaneto, la pervertida de esta historia que le echa la culpa a su sensual novio por ser demasiado deseable.

Abrió la puerta y después de cerrarla caímos en la cama lentamente, quedando él encima de mí.
Debo decir que si tenía miedo a pesar de todo pero es que nunca había llegado hasta este punto con nadie en mi vida, sólo con él, pero lo amo al mismo nivel que lo deseo y sé que él siente lo mismo por mí.

Ruiko: Tienes tiempo para salir corriendo, si no quieres esto te entiendo, no quiero obligarte...por lo que te preguntaré esto: ¿Estás segura de esto?- me miró con una mirada tan ingenua que me hizo besarlo de nuevo.- si no quieres puedes parar o me puedes decir.- su voz era más intensa y habló con dificultad; se estaba conteniendo.

Enamorada de un celoso y hermoso pervertido |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora