Impulso

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Yumu: Un antro. ¿Eso era? ¿Tanto secreto para eso?

Mónica: No es cualquiera. Y hoy no es cualquier día. Hoy llega un dj exclusivo. Las entradas están agotadas ero soy tan amiga del dueño que nos consiguió cinco.

Daisy: Asombroso. Muero por ir.

Yo no estaba tan de acuerdo, pero recordé que yo fui quien aceptó y decidí enfrentarlo.

Nos arreglamos todas en casa de Rose y apagué mi celular para evitar llamadas o mensajes dolorosos.
Yo le planché el cabello a Rose y a mí me lo planchó Yumu. Mónica nos pintó las uñas de las manos, y lo hizo porque había visto un tutorial en youtube y por eso aceptamos, aunque todas teníamos el mismo diseño.

Luego de estar listas, salimos a las 9 en el coche nuevo de Yumu. Llegamos y me sentía tan rara por no haber llevado mi teléfono, pero no había marcha atrás. Ya estábamos en el lugar.

Entramos y el lugar no era nada pequeño. Era grande y estaba lleno de luces de colores por todas partes.
Pensé en el mensaje de disculpas que le diría a Mark por no haber podido ir a su fiesta y luego me preocupé porque no le había avisado a Ruiko de que no iba a ir a esa fiesta. ¡Pero bah! Si él no me avisa sobre cosas importantes como de besar a su ex en una obra, ¿Por qué debería avisarle de que no iría a una fiesta?

Mónica: ¡Ya va a empezar! ¡Mira!- señaló y comenzó a tomar fotos.

Daisy: Recuerden, no deben de aceptar bebidas de extraños.

-Entendido.- asentí y nos fuimos a la barra.

No tengo idea de qué había pedido Yumu para todas nosotras pero estaba fuerte. Me ardía la garganta al tragarlo y todas nos reímos por nuestras expresiones.

-Tienen suerte de que le pedí permiso a mi mamá para quedarme en casa de Yumu.

Yumu: Y mis padres no están.- alzó las manos.- Pero chicas, no se pasen. No debemos de perdernos con la bebida.

Rose: Yo nunca me he embriagado. Tengo miedo.

Mónica: ¿Jack sabe que estás aquí?

Rose: Le comenté algo pero me prometió que no diría nada. Además entendió.- me miró directamente y me di cuenta de que no se había opuesto porque sabía que su presencia me animaría.

Mónica: Bueno, entonces, ¡A disfrutar!

El dj empezó a tocar y nosotras no podíamos parar de bailar.
Los sonidos se escuchaban como si fueran ecos pero relajaban. Mi cuerpo se movía de lado a lado disfrutando cada canción y las chicas estaban en las mismas que yo.

Entonces pusieron "Faded" y grité con mucha fuerza porque esa canción me encantaba.

-¡ABRÁZAME!- Le dije a Mónica y eso hizo.- ¡Gracias! Me la estoy pasando genial.

Mónica: ¡Yo también amiga!- me gritó en el oído porque era la única forma de que la escuchara.

En esa misma canción alcé las manos y descubrí que estaba haciendo unos pasos de baile que nunca había visto en mí. Pero estaban geniales. Incluso unas chicas se me unieron y la atención nos la llevamos.

Fuimos como tres veces más a la barra y perdí la cuenta. Sabía que teníamos unas tres horas ahí pero juro que no me quería ir. El ambiente estaba genial y ya hasta se me había olvidado de que estaba dolida. Hasta que pusieron una canción que había bailado con Ruiko el día de la graduación y me derrumbé.

Enamorada de un celoso y hermoso pervertido |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora